JI YONG POV
-¡JI YONG! ¡REACCIONA! – me gritaba Choi. No supe el momento en que llegó pero estaba frente a mí agitando su mano – VA VIENE LA AMBULACIA – no entendía todo lo que estaba pasando. Solo hace unos momentos Tae me había ido a buscar mi aula para decirme sobre el extraño comportamiento de Eve. Según lo que me dijo Tae, Eve estaba despidiéndose, no puede evitar sentirme desesperado y después de un largo tiempo de pensarlo bien vine directamente a su casa. En el transcurso llamé a Choi para decirle todo pero tuve que colgar cuando empecé a escuchar los gritos de Eve. Sin pensarlo dos veces entré en la casa y fui cuando lo vi golpeándola.
Salté sobre él y lo empecé a golpear. El me respondió y empezamos una pelea. No fue hasta que escuché a escuchar a Eve gritar que me dejará ir que deje de golpearlo. En ese descuido ese demonio aprovecho para apuntarme con un revólver. Eso me aterró, no temía por mi vida sino por la de Eve. Ella rogaba que me dejara ir pero yo no la iba a dejar sola con ese demonio. Vi como su padre empezaba a alterarse así que empecé a desafiarlo. No quería que apuntara con el arma a Eve, si lo llegaba a hacer seguramente me hubiera congelado.
La terca de Eve pedía que me callara pero no lo iba a hacer. Era momento de decirle todo, todo aquello que sentía. Le grité que la amaba y que no pensaba dejarla sola. Primero muerto y fue cuando su padre pensó lo mismo y disparó.
Esa bala se dirigía a mí pero Eve se interpuso en su trayecto. Ahora la tenía entre mis brazos mientras su sangre teñía de rojo mi ropa. Su respiración era dificultosa y pesada. No sé en qué momento mis lágrimas salieron pero ahora se derramaban por mi rostro y caían sobre el cuerpo de Eve.
Cuando lo paramédicos llegaron tuvieron que hacer hasta lo imposible por lograr que me separe de ella. Choi tuvo que sujetarme fuertemente mientras los paramédicos trabajan por estabilizar a Eve. Sentía que la estaba perdiendo otra vez.
-Necesitas tratar esa herida Kwon – dijo Choi mostrándome una herida que tenía en el brazo. Era la herida de una bala pero no dolía.
-¿Dónde está? – pregunté furioso. Una ira asesina corría por mi cuerpo. Quería matar a ese demonio con mis propias manos. Lo busqué con la mirada por toda la habitación pero no lo encontraba.
-Cuando cortaste la llamada temía que algo malo pasara y llamé a la policía. Llegué antes que ellos y logré noquear a ese animal y llamé a una ambulancia. Cuando llegaron los policías se lo llevaron – al parecer me había perdido muchas cosas.
Los paramédicos aseguraron a Eve y la sacaron de la habitación. Choi y yo los seguimos hasta la ambulancia.
-Supongo que querrás ir con el – dijo Choi – Los veré allá - no le di ni las gracias y me subí en la ambulancia. Me senté cerca de ella.
-Paciente con herida de bala, al parecer perforó un pulmón. Insuficiencia respiratoria. Pérdida de sangre. Hemorragia interna. Signos vitales muy bajos. Necesita cirugía enseguida que tengan listo un quirófano – decía el paramédico mientras hablaba por la radio.
-Vamos Eve, no puedes dejarme – dije tratando de sujetar su mano – Discúlpame por no haberte dicho antes lo mucho que te amaba. No puedes dejarme. Quiero hacerte feliz – de pronto una máquina a la que estaba conectada y media sus signos vitales empezó a sonar alarmantemente.
-Despeje – me ordenó el paramédico – los signos decaen. Está sufriendo un ataque cardíaco.
-EVEEEEEEEEE – grité desesperado. El paramédico empezó a realizar un masaje cardiaco.
-La perdemos. LA PERDEMOS – gritó el paramédico.
-Estamos por llegar – le informó el otro paramédico.
-EVEEEEE NOOO PUEDEEESSSS DEJARMEEE ¡TE LO ORDENO! ¡NO PUEDES DEJARME! – volví a gritar.
De pronto la ambulancia se detuvo y los paramédicos abrieron la puerta para bajar a Eve. Otros médicos llegaron rápidamente y después de pedir el diagnostico la llevaron a dentro. Yo corrí tras ella.
-DESFIBRILADOR – gritó un doctor – DESPEJEN – el cuerpo de Eve sufrió una descarga pero el dichoso aparato seguía sonando estrepitosamente – DESPEJEN – me estaba jalando el cabello, estaba más allá de la desesperación. No había dejado de gritar el nombre de Eve, mis lágrimas no dejaban de caer. No soportaba más verla así. No soportaría perderla. Caí al piso – Está reaccionando – dijo el médico y me percaté que el molesto sonido que producía esa maldita máquina ya no estaba – QUIRÓFANO 2 ¡ENSEGUIDA! – la estaban llevado lejos de mí. Me levanté y corrí tras ella.
Atravesamos varías puertas hasta que me impidieron seguir.
-No puede pasar
-NO ENTIENDE. NECESITO ESTAR CON ELLA, NO VOY A DEJARLA SOLA – le grité a la enfermera que me impedía el paso.
-No puede pasar. Lo mejor que puede hacer es dejar que los doctores hagan su trabajo – dijo para perderse tras esa puerta.
Mi cuerpo cedió y terminé en el suelo. No paraba de llorar.
-¡KWON! ¿QUÉ PASO? – gritó Choi llegando hasta dónde yo estaba.
-Tuvieron que reanimarla. Sufrió un paro cardiaco. La llevaron a quirófano
-Ella es fuerte. Va a salir de esto. Te lo aseguro – dijo mientras me abrazaba y me ayudaba a levantarme – vamos a que te curen esa herida.
De mi brazo sacaron la maldita bala. Había atravesado el cuerpo de Eve y se había alojado en mi brazo. Ahora tenía varios puntos que decoraban mi brazo. Después de esto Choi y yo decidimos regresar para pedir información de Eve pero no había nadie nos dijera algo.
-¡HIJO! – entró gritando mamá – ¡DIOS! ¿Estás bien? – dijo abrazándome y luego separándose de mí para verme bien.
-Si nada de qué preocuparse – dije viendo a mis padres que se encontraban con nosotros.
-Seung ¿cómo te encuentras tú? – le preguntó mi padre a Choi. El simplemente asintió -¿y Eve? ¿Cómo está?
-El.. ella – no podía decirlo. Tenía un nudo en la garganta y mi corazón se comprimía fuertemente. Mi madre volvió abrazarme y yo me refugié en su pecho para llorar. Llorar como un pequeño niño.
-Estará bien – dijo mi madre mientras me consolaba.
-CHICOS LO CONSEGUIMOS – dijo de pronto mi padre.
-¿Qué? – preguntó Choi.
-Tenemos todas las pruebas que necesitábamos
-¿EN SERIO? – grité.
-Si chicos. Lo logramos – dijo mi madre.
-¿Lo logramos? – preguntó incrédulo Choi.
-Sí, encerraremos a ese demonio – fue tan grato oírlo que Choi no dudo en ir a abrazar a mi padre.
-Al fin – dije – Al fin Eve será libre.
-FAMILIARES DE EVELYN... - no dejamos que ni terminara de decirlo y todos nos acercamos pidiendo información.
-¿Qué pasó? ¿Cómo está? – hablamos todos juntos.
-Lo sentimos, hicimos todo lo posible pero...
-NOOOOOO NO PUEDE SER POSIBLE. NO PUEDE SER DIGAME QUE NO ES VERDAD – interrumpí gritando desesperado. Eve no pudo habernos dejado. Ella no podía dejarme así nada más. Ella no podía... no podía. Todo debía ser una maldita equivocación ¿verdad?
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Lo que esconde el corazón
RomanceElla ocultaba un gran secreto. Su pasado le traía incontables pesadillas. Ji Yong Kwon era el chico más popular que se acerca a Evelyn por un motivo no sincero pero descubrirá que es lo que tanto trataba de ocultar. A su vez un deseo de protecció...