Lo que esconde el corazón

Despertar

EVELYN POV

Una vez más la obscuridad me cubría. Una vez más todo el dolor se iba. Sabía que mi momento había llegado.

-EVEEEEEE. EVEEE POR FAVOR AGUANTA – era Ji Yong. No se cansaba de llamarme pero yo ya no podía contestarle. – NO ME DEJES EVE

Estaba en paz. Pude salvar su vida. Mi vida por la vida de la persona que amo. Poco a poco el calor de su cuerpo se iba del mío. Al principio mi corazón martillaba fuerte contra mi pecho, sus latidos retumbaban en todo mí ser, ahora simplemente eran inconstantes y cada vez más silencioso. Mi respiración se hacía pesada y tan innecesaria. Para mis pulmones ya no era necesario más oxígeno, ya no lo quería.

Empecé a perder más la percepción de la realidad, de lo que estaba a mí alrededor ¿Seguía en mi cuarto? ¿Me están moviendo? No, ya no sentía nada. Mi sentido del oído también se estaba perdiendo, ya no recocía los ruidos del exterior. La voz de Ji se fue opacando con el paso del tiempo o ¿ya no está hablando conmigo?

Mi corazón está dejando de funcionar de a poco. Dentro de mucho dejará de hacerlo para siempre. Mi tiempo se acaba ¡Quiero oírte una vez más Ji! ¡Háblame una vez más! ¡Quiero abandonar este mundo con el sonido de tu voz!

-Vamos Eve, no puedes dejarme – Dios se había apiadado de mí y había respondido a mi último deseo. Sentía a mi corazón tan perezoso, tan descontento de seguir intentando trabajar – Discúlpame por no haberte dicho antes lo mucho que te amaba – <pero lo dijiste Ji, yo también te amo> un latido menos – No puedes dejarme – <Lo lamento mucho Ji> Un latido menos. Mi corazón estaba a punto de dejar de funcionar – Quiero hacerte feliz – <y lo fui. Gracias a ti tuve un poco de felicidad dentro de mi infierno. Gracias Ji Yong> y mi corazón latió una vez más antes de pararse por completo.

- EVEEEEE NOOO PUEDEEESSSS DEJARMEEE ¡TE LO ORDENO! ¡NO PUEDES DEJARME! – fue lo último que oí antes de entregarme por completo a la muerte. Esperaba en medio de esa obscuridad a que algo me dijera que aquí había terminado y fue cuando una luz apareció.

Esta luz me cegó por completo y me trasladó de lugar. Ahora había abandonado mi obscuridad para encontrarme en una escuela. Caminé un poco hasta que la reconocí. Era mi antigua escuela. Corrí hasta el patio y encontré una conocida figura en uno de los columpios.

-No esperaba verte tan pronto mi niña – dijo abriendo los brazos a lo que sin pensarlo me arrojé. Mi madre acariciaba mi cabeza – Estoy orgullosa de ti. Fuiste capaz de sacrificar tu propia vida por alguien a quien amas – Yo me aparté un poco de ella para poder mirar sus ojos.

-¿Qué hacemos aquí mamá?

-Quiero hacerte recordar ciertas cosas

-¿Nos vamos a ir? – dije apuntando al cielo.

-No mi niña. No puedes venir conmigo. Sé que tus fuerzas se acabaron, ya no quieres seguir luchando pero debes. Debes cerrar este horrible círculo de tu vida y seguir adelante.

-Mamá ¿Pero por qué aquí? – Dije señalando todo el lugar – Este lugar no es que evoque en mi los mejores momentos – Recordar este sitio era casi igual que recordar el día que perdí a mi mamá y el día en que comencé a alejarme de todo el mundo.

-Pero quiero mostrarte algo. – Dijo abrazándome por la espalda – Ese pasado horrible está por terminar. Todas las acciones tienen consecuencias y tu padre está apunto de enfrentar las suyas pero eso no quiere decir que todos los problemas se han acabado. En el futuro vas a tener tus propias luchas hija. Sé que serás capaz de sobrellevarlas y salir victoriosa pero aun así estoy aquí para darte un regalo, algo en que apoyarte cuando creas que ya no puedes. – No era capaz de interrumpir a mi madre todo lo que me estaba diciendo no me hacía sentir del todo bien. El hecho de saber que debía seguir luchando cuando hace tiempo las fuerzas se me habían terminado de era algo agradable de escuchar – Eve a veces el corazón esconde lo que verdaderamente siente. Ya no lo he dicho antes ¿verdad? – Yo asentí - ¿Ya averiguaste lo que el de Ji Yong escondía?