Coma

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-FAMILIARES DE EVELYN... - no dejamos que ni terminara de decirlo y todos nos acercamos pidiendo información.

-¿Qué pasó? ¿Cómo está? – hablamos todos juntos.

-Lo sentimos, hicimos todo lo posible pero...

-NOOOOOO NO PUEDE SER POSIBLE. NO PUEDE SER DIGAME QUE NO ES VERDAD – interrumpí gritando desesperado. Eve no pudo habernos dejado. Ella no podía dejarme así nada más. Ella no podía... no podía. Todo debía ser una maldita equivocación ¿verdad?

Choi cayó de rodillas al suelo mientras yo era sujetado por mi madre para no desvanecerme por el piso también.

-No he terminado de hablar – dijo el doctor con toda la tranquilidad del mundo – Hemos hecho lo posible para estabilizar al paciente pero tuvimos que inducirla a un coma para que sus heridas sanen sin que la paciente tenga demasiado sufrimiento – Sentí como mi alma regresaba a mi cuerpo. De cierta manera no la había perdido. Ella continuaba con vida –Sus heridas eran graves, la bala causó daños graves al pulmón, la cirugía de emergencia que se le practicó pudo salvar el pulmón. Solo debemos esperar un tiempo y dependiendo de cómo evolucione se le quitará el medicamento y pueda recobrar la conciencia – No sé en qué momento mis lágrimas habían vuelto a aparecer.

-Oíste Ji. Ella está viva – me dijo mi madre mientras me abrazaba.

-¿Podemos verla? – preguntó Choi levantándose del suelo. Evidentemente él también estaba llorando, sus ojos estaban rojos y sus mejillas mojadas.

-Tengo que advertirles que su condición es delicada. No pueden estar más de dos visitas dentro de la habitación. Necesito que sus padres firmen algunos papeles y asumo que uno de sus padres va a querer quedarse con ella – dijo viendo a mis padres.

-Nosotros no... - dijo mi padre sin saber si continuar o no.

-Su madre murió y su padre fue quién le disparó – habló rápidamente Choi. El doctor al enterarse de esto no pudo evitar abrir los ojos exageradamente.

-Pues... yo... no sé qué decir...

-Los papeles que deseo los firmaré yo. Soy quién va a tener la custodia de Evelyn – dijo mi madre con seguridad y yo no cabía de la sorpresa.

-Está bien – síganme.

-¿Cómo es eso que tendrás la custodia de Eve? – le pregunté a mi madre mientras seguíamos al doctor por los pasillos del hospital.

-Sigue siendo menor de edad y necesita de un tutor. Cuando su padre sea condenado sería mandada a un hogar de acogida y creí que yo podría ser su tutor hasta que cumpla la mayoría de edad

-Gracias mamá – dije mientras la abrazaba. Realmente estaba agradecido con mis padres por todo lo que habían hecho.

-Aquí es - dijo el doctor – Como les dije solo dos personas podrán pasar.

-Los chicos. No creo que puedan esperar un segundo más – dijo mi padre.

Choi y yo dimos rápidamente un paso hacia la puerta. Peor antes de entrar el doctor nos detuvo.

-Tal vez lo que vean puede ser muy impactante. Necesitan recordar que está en coma inducido y que va a mejorar – los dos asentimos rápidamente estábamos desesperados por poder ver a Eve.

-Adelante – y abrió la puerta.

Al entrar entendí todas las palabras que aquel doctor dijo antes pero ni en un millón de años hubiera estado preparado para verla así. Yo tuve que cubrir mi boca para sofocar el grito de dolor que iba a salir. Escuchaba como Choi sollozaba a mi lado. Poco a poco nos fuimos acercando. Frente a nosotros estaba Eve. Acostada sobre aquella cama. Demasiado blanca, sus labios estaban morados. Su cuerpo estaba conectado a múltiples máquinas. Tenía un tubo que salía de su garganta estimulando movimientos respiratorios con una máquina. Llegué hasta su lado, lenta y delicadamente tome su mano. Su mano estaba fría como tempano de hielo. Tuve que recordarme una y mil veces que estaba viva.

Lo que esconde el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora