¿Qué haré con esto?

275 20 3
                                    

JI YONG POV

Era la primera vez en mi vida que lloraba por algún motivo. Mi vida nunca fue mala, siempre tuve el amor de mis padres y creo que jamás me falto nada, así que no tuve motivos para llorar, pero al ver a Evelyn en ese estado no puede evitar que las lágrimas. La hermosa niña de la que me enamoré estaba sufriendo ¿Alguna vez la dejaste de amar? Me preguntó mi subconsciente y no pude contestarle. ¿La deje de amar? Sé que me dolería que a cualquier otra persona le estuviera pasando lo mismo que a ella pero esto me lastima en demasía. Cuando no contestaba tuve miedo, miedo de perderla, de no volverla a ver.

Me sentía tan impotente, cuando cure sus heridas no pude evitar convertir mis manos en puños. Como alguien podía hacerle esto a Evelyn. Su espalda tenía una herida abierta de más de 15 centímetros sus piel estaba expuesta y tenía sangre seca a su alrededor. Había otras que ya habían dejado marcas. Supuse que todo se encontraba en iguales condiciones. Podía sentir cada herida como mía. No quería dejarla, ella me necesitaba y yo la necesitaba, necesitaba sentirla a mi lado y saber que no la iba a perder ¿Pero porque me sentía así?

Esa noche me quede a dormir con ella. Esa noche yo velaría sus sueños.

-Esta noche, yo velaré tus sueños mi pequeña Eve –Le besé la mejilla porque me contuve de besarla en la boca. No sería justo hacerlo en este momento ¿Por qué quería besarla? ¿Por qué sus labios llamaban a los míos? Estaba demasiado confundido, sentía muchas cosas nuevas. He estado algún tiempo, para decir la verdad no recuerdo exactamente cuánto, con Kiko y nunca sentí esto por ella. Jamás tuve ese instinto de protegerla. Observé a Eve y su respiración ahora era acompasada. Seguramente se había dormido. No pude pensar en lo bien que se sentía estar así.

Con Kiko las cosas eran diferentes, siempre terminábamos en su cama teniendo relaciones y por lo general después de aquello no tardaba en salir de ahí y las veces que me rogaba que me quedara cada quien cogían un lado de la cama y dormíamos dándonos las espaldas. La abracé más contra mi, aspire su delicioso perfume. Aquello me hacía sentir como en casa, era como si perteneciera a ese lugar, junto a Eve. Poco a poco me quedé dormido.

Al día siguiente me desperté antes que Eve y pero no hice, quería permanecer un rato más así con ella. Ambos estábamos envueltos entre brazos y piernas del otro pero aunque para otra persona parecería incomodo a mí me parecía lo mejor del mundo. Lo daría todo porque esto se repitiera.

La sentí moverse un poco, no tardaría en despertarse. Fingí dormir y sentí como Eve se daba la vuelta, sentía la mirada de Eve en mí y tuve que reprimir una sonrisa ¿Ella sentía lo mismo que yo? Empecé a sentir su respiración cada vez más cerca, no podía equivocarme, se estaba acercando a mi ¿Será que? Podía sentirla sobre mis labios y yo realmente esperaba con ansias que uniera sus labios a los míos. Pero ese beso no llegaba, de pronto, la sentí tensarse y se separó abruptamente de mí haciendo que abriera los ojos.

Eve – dijo haciéndome el somnoliento incluso bostecé – Solo durmamos un poco más – dije al ver las intenciones de ella de salir corriendo de mis brazos. No se lo permití y la acerqué mucho más a mí. La empecé a acariciar la espalda, trazando pequeños círculos en su espalda hasta que soltó un pequeño quejido –L... lo siento. Por un rato me olvide de que... - era un estúpido, me olvidé por completo de su herida. Sujeté su mentón y lo alcé para encontrarnos en nuestras miradas – ¿Qué vamos a hacer? Yo puedo...

-Prometiste no decirlo – me interrumpió nerviosa ¿Cómo me pedía que no dijera nada después de todo esto?

-No puedes pretender que me quede callado – algo tenía que hacer para ayudarla

Lo que esconde el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora