Mis pesadillas

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Después de que desperté no han sido nada más que ejercicios y técnicas para recuperarme. Que ejercicios para poder recuperar mi voz, para recuperar el movimiento de mis extremidades, para fortalecer mis pulmones y así un sinnúmero de cosas que empiezas a perder cuando has estado en coma inducido por más de dos meses además de las secuelas de aquel fatídico "accidente" con mi padre.

Con Ji Yong no hemos podido hablar sobre nosotros. Ninguno de los dos ni siquiera ha dado indicios de quererlo hacer pero sus actos lo decían todo. Desde que desperté Ji Yong no me ha dejado sola en ningún momento. Está presente en cada uno de mis recuperaciones, animándome, exigiéndome más y siempre pero siempre felicitándome cuando consigo hacerlo. En las noches me duermo mientras él me acaricia y me lee algún libro o canta para mí. Su voz siempre dulce y hermosa. Esa voz que siempre consiguió traerme de mi obscuridad, esa voz que ahora me llama a cada momento para que dé lo mejor de mí y pueda estar totalmente recuperada pero al igual que en el pasado aún sigue alejando la obscuridad de mí.

Sí, la obscuridad aún me persigue. Hay momentos en lo que simplemente se hace presente pero ahora se mezcla con la realidad. Puedo estar realizando mis ejercicios de vocalización con Ji Yong cuando de la nada se desvanece el, la habitación de la clínica cambia a cualquier parte de mi casa y por la puerta puedo ver entrar a mi padre, al demonio con ojos rojos como la sangre. Poco a poco se acerca a mi dispuesto a agredirme es cuando empieza a temblar, a sudar pero es cuando la voz de Ji Yong me lleva de nuevo a la realidad y mis pesadillas se esfuman.

Otra de tantas veces que me sucedió eso fue al estar en fisioterapia, caminando mientras sujeto unas barras y de pronto todo a mi alrededor cambia y ahora me encuentro caminando a ese armario en la habitación de mi padre pero es cuando me descubre y empieza a gritarme. Estoy totalmente paralizada viendo como el demonio viene hacia mí pero de nuevo la voz de Ji me llama y es cuando todo se desvanece y caigo aparatosamente al suelo.

Pero lo más terrible fue ayer cuando Choi se le ocurrió hacerme una guerrita de cosquillas.

FLASHBACK

Estaba sentada en mi cama, Ji Yong estaba observándome mientras con mis manos aplastaba una pequeña pelota de goma, que supuestamente ayudaría a mis músculos de los brazos y mi motricidad, de pronto Choi entró por la puerta.

-Evelina Evelina linda linda – gritó haciéndome reír – Sir Choi ha venido a su rescate, al parecer hay un dragón llamado Kwon que está molestando a mi princesa – Eso hizo que riera aún mucho más y que Ji pusiera sus ojos en blanco – Prepárate feo dragón – lo reto mientras se acercaba a él pero de la nada cambió su dirección hacía mí y se abalanzó para empezar una guerra de cosquillas que al inicio también respondí pero de la nada Choi cambió. Ahora era ese demonio que se encontraba asestándome golpes, yo trataba de protegerme por un momento cuando después como tantas veces solo deje que hiciera conmigo lo que quería para que se vaya.

Mi cuerpo era fuertemente sacudido mientras el demonio no paraba de decir mi nombre junto a palabras como: "te lo mereces" "esto es lo mejor" "debes aprender" "perra" "cualquiera" y otras más pero de pronto otra voz empezaba a sobresalir sobre sus gritos la voz de Ji Yong que me llamaba desesperadamente. Con miedo de que el demonio pueda oírlo y atentar otra vez contra su vida intenté defenderme de ese demonio y cuando la voz de Ji se convirtió en un fuerte todo desapareció. Pare al instante al reconocer donde me encontraba. Frente a mi estaba Choi y Ji completamente asustados. Choi tenía su labio hinchado.

-¿Eve... estás bien? – Dijo Ji muy despacio mientras me analizaba.

-Y...yo – no atinaba que decir cómo explicarles que esto me ocurría a menudo. Que había lapsus donde mis pesadillas me invadían y no tenía la necesidad de estar dormida.

Lo que esconde el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora