Siento que me agarran el abrazo y grito.
—Darcy tranquila, soy yo— dice Galo mientras me mira un poco cohibido —¿Estás bien? Pareces algo rara—.
—Galo, ¿viste alguien por aquí antes de verme? — Me mira dudoso, quizás no entendió muy bien la pregunta. Casi me da un paro cardíaco, aún siento la adrenalina del susto tan grande que acabo de tener.
—No Darcy, por aquí no camina nadie, es un lugar peligroso. Normalmente, todo el que pasa es porqué está en su vehículo—. Lo miró un poco asustada y fruncí el ceño al no entender lo que quiera decir —normalmente, lo usas para atajos por el tránsito y no pagar peaje. ¿Por qué estás caminando, y no te fuiste en el auto con Sam y los chicos? — No supe qué responder.
Sabía que sí le decía la verdad Sam me iba hacer la vida de cuadrito, más de lo que lo hace, pero no le diré, es... Lo mejor.
—Salí primero que ellos y pues, como no tengo celular no pude avisas— No parecía creerme, necesitaba que lo hiciera porque no daría más explicaciones.
—Está bien, mejor vayámonos de aquí— estoy algo dudosa de subirme, pero el abre la puerta y me mira. —Darcy sube—. Suspire rendida.
Durante todo el trayecto, él me miraba raro. Me siento un poco asustada y arrepentida de haberme subido con él, pero con el susto que acabó de pasar es mejor así.
—Darcy ¿qué paso ahorita? —. No quiero responder eso.
—Ya le dije, estaba buscando una cosa y me perdí. Solo es eso— él me mirando, con cara de "crees que me creeré eso", volvió a poder la vista en la carretera, pude soltar el aire que sin darme cuenta estoy reteniendo. Cuando pensé que ya no volvería hablar, pero me pregunto algo que me saco de balanza. —Darcy, sé que no soy nadie en tú vida para estar cuestionando pero que paso con tu mama, esta mañana, porque tenías esos moretones en la cara ¿desde cuándo ella te pega? —.
A ver que le respondo; A: mi madre me pega desde los cinco años, sin yo hacerle nada, a veces le hago enojar, pero no al grado que tenga que agredirme.
B: tú hija siempre está provocando situaciones donde mi madre termina odiándome más y pegándome.
Pero no puedo decirle eso, seria buscarme un problema con Sam y mi supuesta progenitora. Además, en no vive allá, una vez que él se vaya me mataran. Solo tengo que soportar un año y medio y listo, jamás me volverán a ver y ella se podrá quedar con su hija la favorita, con su mayor orgullo, con su hija perfecta...
—Darcy, ¿Me escuchaste? —.
—No, lo siento. ¿Qué me decías? —. Respondí al salir de mis pensamientos.
—Te pregunto desde cuándo tú madre te pega—. Dijo parándose en un semáforo rojo, me miró directamente a los ojos, no supe qué responder.
—Es no te importa—. Me miró sorprendido, parece que no esperaba esa respuesta. Simplemente es una pérdida de tiempo pues él no resolverá nada sólo empeoraría las cosas con ellas. Así que no lo vale.
—Está bien, entiendo— poniendo el carro en marcha. Después de eso no se dijo una palabra más por el camino.
No entiendo porque mi madre se comportaba así conmigo, porque no tiene un sentimiento de amor hacia mí, para ella sólo existe Sam y nadie más, pero entonces, ¿Para qué me tuvo?
Quizás se arrepintió de tenerlo, pero no se es tarde para dar un niño en adopción.—Ya llegamos—. Dijo bajando sé del auto.
No había llegado nadie a la casa, eso es bueno, por lo menos no habrá drama de porqué vine en el auto de él.
Cuando comencé a buscar mi llave, pero no estaba en mi mochila, juraría que la he entrado está mañana, de seguro Sam la saco, no sería la primera vez que lo hace.
—¿Qué pasa? ¿No te han dado llaves? —. Eso me dejo algo sorprendida, pues el uso un tono de reproche.
—Sí, sí tengo, pero no las encuentro. De seguro se me quedaron en mí habitación— él se entro la mano en se bolsillo y saco un juego de llave, ese estaba todas las llaves de la casa.
—No te preocupes, yo tengo unas copias—. Abrió la puerta y me dio una sonrisa muy hermosa, malditos dientes blancos y derecho, necesito tenerlos así. —Pasa primero cariño—.
Me sorprendió bastante que me dijera cariño y me asustó un poco, espero que nunca utilice ese término "cariñoso" prense a mi madre o Sam por qué pensarían lo peor de mí. Ya me las imagino "Eres una maldita puta", " así me pagas todos estos años manteniéndote, acostándome con Galo". Sólo de imaginarlo se me eriza la piel.
Al entrar a la casa me sentí muy bien, al fin puedo estar en mi burbuja donde nadie me hace daño.
—Papaaaaaa—. Ok, olviden lo que acabo de decir.
—¿Qué pasa pequeña? —. Dice él muy tranquilo.
Al momento que Sam me veo, corre abrazar a su papá, para hacerme sentir mal, él la abraza y le da un beso en la frente.
—Sam tenemos que hablar seriamente y no quiero excusas—. Vaya se le fue todo lo cariñoso, hasta yo me sentí asustada por lo que dijo, y eso que no fue a mí.
Ruego a Dios que no sea de mi porque ella se encargará de hacerme la vida imposible y hablarle disparaté a mi madre.—¿Qué pasa papá? ¿Hice algo malo? —. Dijo Sam con una voz dulce y bajita para tratar de salirse con la suya.
—No Sam esta vez no va a funcionar. Deja tu mochila en la habitación y baja de una vez, saldremos hablar—. La esta mirando muy serio y Sam traga fuerte.
—Pero...— Galo la está mirando serio.
—Sam, no me hagas repetirlo otra vez— Sam me miró mal, como si yo tuviera la culpa de lo que le pasa, bueno espero no tenerla.
Al momento que ellos salieron de la casa llegó mi madre, mira un poco confundida a Sam pues está tiene cara de perro asustado y Galo no va muy feliz que digamos. Se detiene hablar, supongo que es para saber, pero él le hace una seña de nada, le dice a Sam que siga caminando, salen del patio y se van.Mi madre se dirige para la casa y yo corro para mi habitación, es lo mejor que puedo hacer. Tiro la mochila en la cama y decido bañarme para matar un poco el estrés.
Después de bañarme me dio un poco de sueño y decidí acostarme. Estoy mirando el techo y no dejo de pensar porque mi padre nunca me ha buscado ¿él estará bien? ¿sabrá que existo? ¿él... me querrá? Como me gustaría conocerle, saber que paso con el y mi madre.
¿Pero como lo encuentro cuando no se nada de él? Mi madre nunca me a dicho nada, solo que la dejo cuando supo que venia en camino, ¿tan poco hombre es?
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Obeses.
Short StorySolo quería ser feliz No entendía por qué la vida me la ponía tan difícil, más de lo que era. Necesitaba entender porque me había pasado todas esas desgracias. Yo había aceptado que mi madre no me amara, que me maltratara física y psicológic...