Obeses.

Capítulo 18.

Mi corazón no puede creer que él esté aquí. O sea, es lógico, es un lugar donde personas de alta clase vienen... y pues él es de sociedad.

—¿Qué pasó? ¿Te comieron la lengua los ratones? — su manera de hablar fue tan tranquila y pausada, incluso su posee es tan relajada.

—¿Qué haces aquí? — rayos, en serio acabo de preguntar eso... que estupidez de mi parte.

—Hola Darcy, estoy muy bien, gracias. ¿Y tú? — me responde con una risa burlona, veo como me dan un rápido repaso en todo el cuerpo y se muerde los labios, de seguro está reprimiendo la risa que le acarrea mi estado. Dios nunca me he sentido más insegura como ahora.

Suspire, ya cansada. —Hasta luego...— genial, no me acuerdo del nombre del hijo de la directora.

—Hayen, me llamo Hayen, querida Darcy—. Cuando quiso continuar hablando una voz femenina lo interrumpe, para mala suerte era la directora del plantel donde estudio, quiero que en este instante me trague la tierra y me escupa en un lugar donde nadie me conozca.

—Hijo con quien hablas...— las palabras quedaron en el aire cuando me vio, incluso se sorprendió verme, sin disimulo alguno miró a su progenitor de forma interrogante, aparentemente la curiosidad la está carcomiendo y a mí una ansiedad que está creciendo en la boca del estómago inclusive siento la respiración atorarse en mi garganta al momento que veo también acercarse, es que acaso nunca dejare de ser humillada.

Estoy lista para dar la vuelta e irme de una forma poco educada, igual no me importa, pero la voz del que supongo que es tu padre me detiene. —Hola jovencita...— su hijo lo interrumpe— Darcy, Darcy Foster— él contesta por mí el cual no pude evitar levantar una ceja, por su atrevimiento. Por otro lado, el señor parece que le acaban de decir el mejor chiste, pues no deja de sonreír, pero su esposa al parecer no le dio la misma gracia de este, en este momento decido que lo mejor es que me vaya.

—Mi nombre es Darcy Foster, aunque ya su hijo se lo dijo señor...— sonríe— Adams Saint— levanta su mano para estrecharla conmigo y con toda la vergüenza del mundo le confirmó sus sospechas estoy muy nerviosa por la mirada acosadora de su mujer y la mira que no puedo interpretar de su hijo.

Qué vergüenza mis manos están totalmente sudadas y tuve que dársela por educación, pero no reacciona de una forma mal y mucho menos se asquea al contrario actúa formal y se lo agradezco, enormemente, aunque no se lo diga, lo hago mentalmente.

—Un gusto señor Saint, me gustaría poder seguir esta conversación, pero ya tengo que irme, ya que a mi madre no le gusta esperar. Un gusto verlos a todos—. 

Siento el corazón desbocado, pareciera que he corrido varios kilómetros. Voy bajando las escaleras cuando escuchó el condenado chico de ojos grises —por el momento lo tiene así— decir un adiós tan particular.

—Hasta luego Darcy, encantado de volverte a ver, espero que tengamos otro encuentro y que en ese si puedes responder a mi pregunta—. Tengo todas mis mejillas encender como si tuviera jalapeños dentro de ellos, sin embargo, me traiciono a mí misma y miró a su dirección, y me encuentro con una grande, hermosa e irresistible sonrisa de su parte. Hago una pequeña mirada rápida a sus padres y estos están igual de sorprendido como yo.
No pude contestar, solo seguí bajando los escalones para no terminar rodando como una pelota.

Aunque me quedo pensando, ¿de qué pregunta habla? Que yo me acuerde en ningún momento me preguntó nada o sí, ni idea. La verdad de que el me pone muy nerviosa y siento que el se burla de mi o quizás estoy tan acostumbrada a que se burlen de mi que cuando alguien no lo hace, no le creo o ya veo cosas donde no hay.
Creo que no le caí bien a su madre, a pesar que es buena persona con el colegio—que tonta soy— obvio que me trata bien, hasta el momento soy la única que es supuestamente "buena en las matemáticas". Obvió qué no va a querer que su hijo ande con una gorda ridícula con aires de suicida fracasada, alguien que no tiene glamour ni dinero... Mucho menos unos padres estables que la represente, por que aunque quiero negarlo y ocultarlo todos en la administración del colegio sabe que mi supuesta "madre" no me ama, ni siquiera me quiere, prácticamente estoy como dice un viejo refrán, <<como, un chivo sin ley>>. Sino hago algo malo es porque yo no quiero y los pocos valores que adquirí sola, no me lo permiten, después de todo mientras más invisible seas, menos problemas tendrás.

Estaba tan distraída mirando el piso que termine chocando con algo fuerte y al levanté la cabeza me encuentro con Julián... Oh santo ese hombre está como dios manda, el puede tener el mundo a sus pies con esa belleza. Pero acabo de casi hacer que se coma todo el piso por estar de idiota y muchas personas se quedan mirando. —Lo siento, no te vi...—.

—No hay...— todo paso tan rápido en un segundo iba a escuchar lo que él va a decir y ahora estoy casi ahogando me en la piscina, no se nadar y nadie hace nada por salvarme. La desesperación de no saber nadar, de no querer morir ahogada <<porque según yo; es la peor forma de una persona morir>> hace que me hunda más y la respiración se me acabe más rápido.

Siento cómo esta dejando de circular aire en mis pulmones y se comienza a llegar de agua, la cabeza me palpita de una manera descomunal, he bebido más agua de lo que he bebido coca cola en mi vida. Ha comenzado a perder la fuerza y por más que lucho sigo cayendo al fondo, ¿de verdad nadie me salvará?

Y de momento otro, sentí como el último trago de agua me apago la vida.

Holaaaaaa, volví.

No puedo creer que tuve dos meses sin publicar, no estoy orgullosa de eso pero ya estoy integrando me... y pues nada feliz navidad, espero que se lo hayan pasado super bien.

Comenzaré estos tranquila y espero poder volver a publicar antes de que se acabe el año. Se que merecen una mejor explicación pero más adelante.

Gracias por todo el apoyo que me dan, los amos.♡♡♡