Un Nuevo Corazon

Pequeño acercamiento

Regresaron al campamento, esta vez atravesaron el bosque más despacio debido al estado de Kakashi y a la gran cantidad de peces que llevaba Yamato en una red cargada al hombro. En todo el camino ninguno de los dos dijo nada, pero si que pensaron muchas cosas. Kakashi por un lado se sentía extraño, muy por dentro no quería llegar al campamento y ver a todos los demás y Yamato, se preguntaba el por qué nunca vio antes a ese ninja peliplata; pensó que tal vez había sido algún enviado especial que siempre vivió en otra aldea y debido a la guerra decidió regresar.

La luna ya se asomaba en cuanto llegaron a la fogata donde todos estaban reunidos y festejando. 

─¡Al fin llegaron! ─gritó Naruto levantándose inmediatamente por la comida que traía Yamato. 

El escándalo del rubio hizo que todo mundo se tornara hacia el par que acababa de llegar y unos cuantos se acercaron. Rock Lee y Gai fueron los primeros.

─Yamato-san ─decía Rock Lee─ me alegro de que esté bien, pensé que había pasado lo peor...

─ Kakashi bien hecho  ─dijo Gai con una pequeña sonrisa la cual fue devuelta por el peliplata.

Para Yamato fue sorprendente encontrarse con Gai, se encontraba encima de una silla de ruedas y su cuerpo estaba lleno de vendas. No quería ni pensar en cuanto dolor tuvo que soportar para llegar a ese estado. No quería verse grosero ni arruinar la buena atmósfera, así que se limitó a quedarse callado. 

─Tsunade ha estado buscándote, parece que quiere hablar contigo sobre el nuevo Hokage. ─continuó Gai ya con una mirada seria.

Yamato percibió una extraña tensión entre ellos dos, no entendía el por qué aquel comentario había silenciado al peliplata. 

De pronto más gente comenzó a rodearles. Hinata, Kiba, Shikamaru, Shizune...todos llegaron para felicitar a Kakashi por una razón que Yamato desconocía. Comenzó a sentirse abrumado, pensó que seguramente su compañero había contribuido bastante para terminar con la guerra y esa era la razón de tanta felicitación. Se sintió mal de nuevo, pensó entonces que todo mundo había ayudado a terminar la guerra, excepto él. Entonces decidió alejarse de aquel lugar y quedarse solo.

A medida que avanzaba, volteó para visualizar aquella escena. Le daba un aire de felicidad y melancolía, era como si se hubiese perdido toda una vida. Decidió regresar al bosque para tranquilizarse, quería perderse entre los árboles un buen tiempo.

Kakashi por un lado, entre tanto grito y unos cuantos abrazos, sintió que la cabeza le explotaba. Esa era la razón del por qué no quería regresar al campamento. Ya había tenido oportunidad de platicar con Tsunade con anterioridad y sabía que le habían propuesto ser el sexto Hokage de la aldea de la hoja. No es como si no quisiese el puesto, más bien, pensaba que no se lo merecía─ toda la vida he dependido de alguien ─pensaba Kakashi─ quién soy yo sin el sharingan, así no tendré el suficiente poder para protegerlos. 

Tsunade se acercaba al bullicio de la gente y en cuanto Kakashi la vio, inventó una excusa para no hablarle, quería evitar hablar del tema por el momento, lo único que deseaba era alejarse de todo mundo y estar solo. 

─¡Diablos! Deje la otra parte de la comida en medio del bosque ─gritó en medio de toda la gente, con un tono no tan natural. 

─¡Kakashi! ─gritó Tsunade en cuanto vio que este salia corriendo─ ¡estúpido Kakashi, tenemos que hablar de esto! ─Tsunade sabía que solo estaba evitándola.

El peliplata sofocado, se dirigió rápidamente hacía el bosque, tratando de no toparse con nadie más. Cuando se sintió lo suficientemente lejos, se sentó y recargo su espalda sobre un árbol, dio un profundo suspiro y permaneció mirando a la oscuridad del cielo. Pensó en Rin y en Obito, y se sintió la escoria más grande del mundo─ todo este tiempo ustedes me han salvado, llegue a ser quien fui solo por ustedes, ¡por qué diablos se sacrificaron por una basura como yo!...en estos momentos serías tu quien debería ser Hokage Obito... ─gritaba Kakashi al cielo.

De pronto las lágrimas comenzaron a brotar, y Kakashi aún sabiendo que nadie estaba con él, refugió su rostro entre sus rodillas y pecho. En ese momento, casualmente Yamato pasaba por aquel lugar y cuando vio a Kakashi en esa posición, sintió un escalofrío. La noche ya comenzaba a refrescar  y de vez en cuando se soltaba el viento. Yamato se acercó al peliplata y se puso de cuclillas frente suyo. Fue entonces cuando Kakashi sintió la presencia de alguien y levantó la cabeza, dejando al descubierto su rostro húmedo y rojizo, con unos ojos tristes y gastados. 

Cuando Yamato lo vio de tal forma, se sintió poderoso, ver a una persona tan indefensa y frágil le provocaba hasta cierto punto placer. Había algo en el peliplata en ese momento, que le hacía querer protegerlo. Yamato sintió que aquel hombre le necesitaba, era él quien debía detener ese llanto.

Entonces sin que ninguno de los dos se lo esperase, Yamato jaló del rostro de Kakashi y bajó de su mascarilla para besarlo. Todo el bosque guardó silencio, aquel momento permanecería eternamente escondido en aquel lugar.