Hay amores imposibles

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Yamato se quitó la camisa y comenzó a besar a Kakashi entre pequeñas pausas, de una manera no brusca sino delicada. Quitó la banda que llevaba puesta el peliplata y mientras le besaba también acariciaba sus cabellos que tanto le gustaban.

Sentir la calidez de las manos de Yamato era lo que Kakashi había pedido durante todo ese día, su cuerpo helado disfrutaba de ese calor que poco a poco le iba envolviendo y pensó que el único capaz de provocar eso era Yamato. Él intentaba seguir el ritmo de los besos de su compañero pero poco a poco sentía que se quedaba atrás, lo suave de sus caricias podrían dejarle dormido estando apenas recuperándose del mareo, sin embargo, estaba luchando porque eso no pasara, quería sentir el cálido cuerpo de Yamato toda la noche.

-Tenzou...yo... -decía Kakashi con una voz que apenas y podía escucharse

Yamato no escuchó nada, estaba perdido en aquel sueño, para él que ya recordaba un poco de su amistad pasada con Kakashi, le parecía extraño que él estuviese haciendo eso, que se estuviese apoderando de Kakashi, su superior. Estaba nervioso pero aparentaba que no. Era una mezcla del nuevo Yamato y el Yamato de antes de la guerra. Así entonces, le quitó la playera a Kakashi y sus besos fueron bajando por su cuello y luego a su pecho, podía escuchar la respiración agitada del peliplata, y notó que su cuerpo se retorcia lentamente. Subió de nuevo a sus labios para calmarle con más besos, solo que esta vez más húmedos y profundos.

El peliplata a duras penas podía tomar de la espalda de Yamato, sus frías manos se aferraban de ella y de su nuca por donde pasaba sus dedos entre su cabello castaño y suave. Quería tenerlo aún más cerca e hizo un esfuerzo por abrazarlo y jalarlo hacia él, pero solo hizo que Yamato perdiera el equilibrio y éste cayó de la cama.

Yamato tumbado en el piso boca arriba se echó a reír por lo ridículo que se había visto eso y entonces escuchó la voz de Kakashi desde arriba de la cama, no podía verle, pero podía imaginar que estaba cansado y sin fuerzas todavía.

-Me gustas Tenzou

Aquellas palabras le sorprendieron a Yamato, no había escuchado una risa después de que dijera eso, así que lo que Kakashi decía era sincero, y entonces se sintió triste porque por fin Kakashi le amaba, pero él probablemente, pronto perdería ese deseo de tenerle. Pensó que si se quedaba con él esa noche, el peliplata saldría herido y era lo que menos quería Yamato, así que se paró y se puso de nuevo su playera.

-Esto está mal Kakashi -dijo mirando fijamente al peliplata- quédate aquí, yo pasaré la noche en otra parte -se dio la vuelta para salir de la habitación pero antes se detuvo en el marco de puerta- escucha..de verdad que todo este tiempo te quise -dijo con una sonrisa forzada y luego se marchó.

Un Nuevo CorazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora