El cambiaba de corazón a cada momento, pero hubiese deseado que el Tenzou original se hubiese enamorado de mi -pensaba Kakashi, quien en ese momento había entendido que todo el tiempo estuvo mal, que entre ellos dos nunca podría pasar nada porque se había enamorado de una ilusión que pensó duraría para siempre- no cabe duda que él jamás se enamoraría de un hombre- pero aún así el peliplata se sintió feliz al descubrir ese sentimiento con el que cargó esos días, querer a Tenzou le había dado una felicidad que nunca tuvo. Era la primera vez que sentía el cariño de alguien que no le tuvo miedo al egocentrismo que emanaba Kakashi.
Sakura seguía regañando a Yamato mientras éste trataba de explicarle todo. Kakashi simplemente se fue de ese lugar. Después de un tiempo de discusión, Sakura finalmente se dio por vencida y ayudó a levantarse a Yamato que aún seguía en el piso, aún no podía equilibrar su cuerpo, así que Sakura le recargó sobre sus hombros y caminaron hasta su habitación del hospital. Zumari los siguió apenada.
En el camino, Yamato vio el libro tirado que Kakashi dejó caer y preguntó sobre él.
-Ah, es un libro que le traia Kakashi sensei...debió irse por alguna emergencia...que extraño
-No me digas que él vio todo eso?!
-Probablemente
-Demonios -dijo Yamato casi susurrando
Zumari que les seguía el paso recogió el libro. Cuando llegaron a la habitación, Sakura recostó a Yamato y le dijo que descansara por un momento, luego volteó a ver a Zumari y le dijo con una sonrisa un poco falsa- te lo encargo Zumari...
-Si -contestó Zumari apenada
Sakura se retiró y se quedaron solos una vez más Zumari y Yamato. Hubo un silencio incómodo. Zumari caminó y puso el libro que había recogido antes y lo puso en una pequeña mesa a lado de la camilla de Yamato, luego se sentó en una silla que estaba justo a lado de.
Yamato recostado, giró su rostro hacia la ventana, era un día muy fresco y el aire entraba con ligereza al lugar, como si ver la armonía del paisaje le diera cierta fuerza para decir lo que estaba pensando.
-Zumari...sal conmigo
-Yo...
-Esta tarde, antes de que anochezca, antes de la operación de mañana -interrumpió Yamato
Zumari estaba tremendamente confundida ante la petición de aquel hombre, por un momento pensó en decirle lo que pasó días atrás cuando la rechazó pero en cuanto se dio cuenta de que él la miraba con unos ojos tan pesados, con unos ojos que la atrapaban y le impedían negarse. Y así aceptó, diciendo si con la cabeza.
...
Yamato había decidido llevarla a dar una caminata por su lugar favorito, el bosque. Se habían quedado de ver en la puerta que daba salida de la aldea y desde ese momento no hablaron mucho. Ambos estaban nerviosos, sobre todo Yamato.
-A decir verdad no sé mucho de estas cosas -dijo Yamato mientras caminaban y se adentraban a la espesura del bosque.
Ella llevaba puesto un vestido amarillo que le llegaba justo por encima de las rodillas, se veía que era de una tela ligera, pues el viento de la tarde llegaba a moverla. Yamato iba vestido normal, solo que sin su peculiar chaleco de jounin.
-Yamato san...
Él volteó a verla por primera vez desde que empezaron a caminar, no lo había hecho porque se sentía muy nervioso estando a su lado y sobre todo verla con aquel vestido que la hacía ver más brillante. La miró y parecía estar pensando en algo, pues miraba al cielo.
Él sonrió bajando la mirada- lo siento Zumari, supongo que te he traído a un lugar aburrido
-Yamato san -repitió de nuevo la chica al mismo tiempo que se detenía- cuando me besó en la mañana, ¿no tuvo una especie de deja vu?
Zumari que llevaba todo el tiempo pensando, sabía que Yamato se había enamorado de alguien, alguien que no formaba parte de su círculo de conocidos con anterioridad a la guerra, estaba conciente de eso porque sabía de los problemas que tuvo respecto a las células. Así que el silencio que llevaban mientras caminaban, era una señal para ella de que probablemente el sentimiento de Yamato no fuera tan sincero, que a quien amaba lo había olvidado con su última operación y de eso estaba cien por ciento segura, pues aquel día que le confesó sus sentimientos, Yamato le rechazó con una seriedad que nunca le vio antes.
Yamato también se detuvo -a qué te refieres Zumari?..
-Un recuerdo quizá
Yamato se sorprendió de lo que le decia Zumari, lo que estaba diciendo era correcto, tuvo una serie de recuerdos, vio las manos de otra persona que no podía ver con claridad. Y mientras lo pensaba, aquellas imágenes volvieron, la cabeza le daba vueltas y comenzó a dolerle bastante. Cayó al piso de rodillas y a duras penas podía escuchar la voz de Zumari que en ese momento gritaba su nombre y se acercaba a calmarlo. Esas manos que se acercaban a su rostro, pronto se convirtieron en las mismas manos que había visto antes, solo que esta vez logró ver de quien se trataban.
-Kakashi sempai... -dijo en voz alta
Después de decir eso, Yamato regresó en sí y Zumari alejó sus manos de él. El ritmo cardiaco de Yamato que se había acelerado comenzaba a volver a la normalidad al igual que su respiración.
Zumari le dio una mano para ayudarlo a levantarse. Él se sacudió el polvo mientras ella comenzaba a caminar. Yamato se percató de que Zumari se alejaba y terminó sacudiendose rápidamente para alcanzarla y caminar al paso de ella. Se sentía bastante incómodo por lo que acaba de suceder.
-Yamato san, creo que deberíamos de regresar -dijo Zumari rompiendo el silencio
-Yo..
-El bosque lo dice todo.. -interrumpió Zumari con una sonrisa- nos vemos mañana Yamato san
Zumari había comprendido todo, le quedó en claro de quién se había enamorado Yamato, así que pensó que solo le estaba haciendo perder el tiempo a él. No tenía caso que se quedara, pues Yamato en realidad aún no sabía que de quien realmente estaba enamorado era de Kakashi.
Yamato la observó irse junto con una oleada de viento fresco, la luna comenzaba a salir y la noche pintaba para ser triste. Se preguntó mil veces si se había equivocado en algo con ella, si había dicho algo malo, pero no logró averiguar el causante de su partida. Pensó que probablemente aquel lugar era muy aburrido para algún tipo de cita y por primera vez odió al bosque- siempre me habías ayudado -soltó al viento.
También estaba confundido por haber visto a Kakashi en aquellos recuerdos ¿Qué tenía que estar haciendo él ahí en ese momento?, se preguntaba Yamato. En el bosque siempre pasaban las mejores cosas, el bosque siempre le había mandado señales y se preguntó si aquello también era alguna de ellas.
Decidió recostarse sobre el pasto, algo húmedo por la noche y palpó uno de los bolsillos de su pantalón, pues sentía que algo le incomodaba. Era el libro que se habían encontrado por la mañana en el hospital.
-Arquitectura moderna -leyó Yamato y comenzó a hojear el libro.
Pasaron unos minutos y el castaño se había quedado dormido, con el libro abierto encima de su rostro. Cayó en un sueño profundo donde vio al peliplata sentado frente a un lago. Yamato se acercaba y pronto Kakashi se percataba de su presencia, ambos se sonreían y el peliplata tomaba de su barbilla para darle un suave beso . Yamato no podía reaccionar, no podía moverse, como en un sueño común donde uno difícilmente puede tomar el control. El peliplata se quitaba la camisa y Yamato se percataba de que en el lado izquierdo del pecho de Kakashi había un agujero que atravezaba todo su cuerpo. De pronto el peliplata clavaba una de sus manos sobre el pecho de Yamato y le arrancaba el corazón para ponérselo en el vacío de su pecho.
Ahí terminó el todo, por el espanto que eso ocasionaba, Yamato despertó de sueño asustado, se percató de que seguía en el bosque y que la noche ya no le dejaba ver nada, solo a lo lejos parecía haber una especie de búho que le observaba desde lo alto de un árbol.
Se sacudió la cabeza y caminó para volver a su casa.

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Un Nuevo Corazon
FanfictionYamato ha perdido parte de su memoria tras la guerra contra Madara y al parecer la única persona a la cual no recuerda es a su compañero Kakashi, con quien tiene que comenzar una nueva amistad.