Climax

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Era la primera vez en mucho tiempo que Yamato llamaba "sempai" a Kakashi y la razón era debido a la nueva operación de la que había salido ese mismo día.

Yamato terminaba de salir de su segunda operación y al parecer Sakura había logrado sacar tres células en una sola sesión, osea que solo quedaban cuatro en el cuerpo de Yamato. Había pasado todo el día durmiendo después de la operación y le resultaba difícil dormir, así que decidió tomar un paseo y para su sorpresa se encontró con el peliplata echado en una banca en medio de la oscuridad. Se acercó y notó que estaba ebrio y no podía hablar, estaba agotado, solo vio que Kakashi le sonrió, señal de que le había reconocido o eso pensó él.

Le pareció gracioso encontrarlo así, puesto que parecía un adolescente que terminaba de salir de una fiesta con sus amigos, con el alcohol arrullándole. ¡El ninja que aparentaba tanta seriedad estaba borracho!

Quería guardar esa escena y que se quedara guardada en su memoria para siempre, así que estando parado detrás de él, tenía el rostro boca arriba así que le resultaba fácil observarlo, acercó su rostro al suyo y sintió que las manos de Kakashi tomaban de sus mejillas y a duras apenas alcanzó a besarle, sus labios se rozaron levemente. Eran las únicas fuerzas que le quedaban al peliplata y la había ocupado para eso.

Cuando Yamato sintió sus labios, cayó en una profunda melancolía. Había algo de lo que se acaba de dar cuenta una vez despertó de su descanso. Había empezado a recordar algunas cosas de Kakashi, es decir de su pasado como compañeros y amigos que siempre fueron, pero por alguna extraña razón empezaba a olvidar los días recientes. Tenía miedo de que el sentimiento de amor por el peliplata desapareciera con la próxima operación, así que tal vez esa fuese su último día capaz de demostrar esos sentimientos por el peliplata.

Durante esos días no había sentido miedo, había sido una persona valiente, si en los días siguientes esa actitud desaparecería, esa noche tenía que aprovecharla.

-Vamos a mi departamento Kakashi -dijo Yamato

Si Kakashi no le hubiese besado, Yamato no habría dicho eso, hubiera acompañado a Kakashi hasta su casa y se hubiera despedido de él. Pero aquel beso también significaba que el peliplata sentía algo, mostrar amor es volverse vulnerable y Kakashi en ese momento había quebrado su propia armadura y era totalmente transparente. Era como si el mismo pidiese que le tomaran, pedía auxilio.

Yamato ayudó a Kakashi a levantarse y lo recargó sobre sus hombros. Caminaron despacio hasta llegar al departamento de Yamato y éste lo recostó sobre la cama. Por el aire del camino, el peliplata ya había regresado más en si, solo le dolía un poco la cabeza y el mareo ya era leve, le costaba mover su cuerpo, estaba adormilado.

Kakashi entre abrió los ojos y vio a Yamato y observó cómo éste se acercaba y subía a la cama encima de él. Yamato le sonrió y le pareció hermoso, nunca había visto con tanto detalle el rostro limpio y cuidado de Yamato, la poca luz que entraba desde la ventana le permitía admirarlo más. Sintió que le retiraba la mascarilla y le dio un beso.

-Quiero tenerte Kakashi -dijo Yamato 

-Quiero tenerte Kakashi -dijo Yamato 

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