Estaba Kakashi y Shikamaru comiendo en el restaurant de ramen y el peliplata no había dicho ni una sola palabra más que para pedir su orden, ignoraba la mirada intrigante que tenía Shikamaru.
-Entonces no me vas a decir qué pasa? -rompió el silencio Shikamaru
Kakashi dio el ultimo sorbo a su plato antes de contestar- el problema es que no pasa nada...
-Iruka se te acaba de confesar
-¿Qué hay de malo en eso?
-Nada..es solo que, jamás lo imaginé- contestó Shikamaru haciéndose menos
-Tampoco yo, ¿me da la cuenta?
Kakashi se paró de su asiento y pagó la cuenta de ambos, luego salió y Shikamaru apresuró en darle el último sorbo a su plato de fideos y siguió a Kakashi.
-Es extraño que dos hombres se quieran verdad? -preguntó el peliplata a su compañero mientras miraba al cielo
-No es común...
-¿Crees que esté mal?
-No
Hubo un silencio entre los dos, solo se escuchaban los grillos de la noche y sus pisadas.
-¿Te gusta Yamato cierto?
Kakashi se detuvo en seco
-Sospeché cuando vi que los dos estaban en la misma habitación aquella vez que te tomaron la fotografía y hoy amaneciste en su habitación así que...
-Quiero verlo ahora -interrumpió Kakashi a Shikamaru
Shikamaru se sobó la frente como si aquello sonara realmente problemático y suspiró- bien, puedes dejarme e ir a buscarlo -y sonrió para Kakashi
Kakashi respondió con otra sonrisa y corrió a prisa, su corazón palpitaba terriblemente, no estaba nervioso, sino más bien emocionado. Se sentía como un niño impaciente por ir a jugar. La confesión de Iruka le hizo reflexionar sobre algo, que sus sentimientos que tenía ahora debía expresarlos no importaba que. El hecho de que Shikamaru no juzgara a Iruka por quererle, le dio más seguridad, al final de cuentas, nadie puede prohibirnos nuestras emociones o decirnos que está mal sentir algunas de ellas, porque son ellas las que nos hacen ser nosotros y el amor puede expresarse de distintas formas- no me importa ser el Hokage -pensaba- quiero ver a Tenzou..
Llegó frente a su departamento y tocó la puerta, tomaba aire apoyando sus manos sobre sus muslos, había hecho demasiado esfuerzo por llegar ahí. De repente, Yamato abrió la puerta y esté quedó sorprendido al ver tan agitado al peliplata.
-Kakashi-sempai...¿qué tiene?
Kakashi se enderezó con un poco de trabajo y sonrió a Yamato- he venido a verte
-¿Qué pasa?
El peliplata rascaba los cabellos de su nuca, estaba algo nervioso- Tenzou..yo...te necesito -dijo sonrojándose pero con la mirada fija en Yamato para que no malentendiera las cosas y notara que lo que decía iba en serio.
Yamato se sonrojó un poco y desvió la mirada. Sabía que la noche anterior habían estado juntos pero no lo recordaba bien del todo, su memoria y los efectos de la última operación estaban afectándolo. Sabía a lo que se refería Kakashi con aquello de "te necesito", pero quería pensar que lo que decía el peliplata era una broma. Estaba nervioso, quería tener el valor de días atrás pero no podía, el Yamato de antes estaba volviendo y enfrentar o sobreponerse a la figura de su sempai le sonaba absurdo.
-Creo que esto está mal sempai... -dijo Yamato casi susurrando
-En realidad tampoco entiendo muy bien por qué estoy aquí...siento algo extraño..por alguna razón siento que debo estar aquí, quiero estar aquí!
-No debería hacer tanto ruido
Kakashi arqueó una ceja en señal de confusión- por qué de repente me hablas como alguien mayor cuando estos últimos días me tratabas como a un niño!..no te entiendo...es como si...como si estuvieses olvidando todo de nuevo -decía Kakashi mientras desviaba el rostro- estoy muy confundido...
-Es que es así... -respondió Yamato- lo que pasó ayer o lo que pudo haber pasado era una despedida, mis sentimientos son un desastre...ni yo mismo me entiendo...
Kakashi bajó la mirada y los ojos se le humedecían al mismo tiempo que se generaba cierto enojo en su interior- ¿por qué tuve que ser yo?...nada de esto hubiera pasado si no me hubieses olvidado a mi
Yamato vio como el peliplata levantaba la mirada y los ojos los tenia algo rojos, él sabía que el cambio en su cuerpo había causado muchos problemas. No solo Kakashi estaba enojado, Yamato también, incluso debería estar más enojado que Kakashi, que horrible saber que la posibilidad de sentir algo por alguien fuese un sentimiento falso, que nunca existió. Yamato, a quien no le gustaba jugar con los sentimientos de nadie, un alma frágil que suele doblegarse para no dañar a otros, era el que más estaba sufriendo con aquello.
-Supongo que debía ser así -contestó Yamato- me siento feliz de haber sentido algo por ti, es extraño...siempre te he visto con ojos de admiración, dentro mio siempre quise estar a su par, ser mas fuerte... creo que al final no es algo que pueda considerar falso o imposible, quizá siempre lo estaba buscando de cierta forma...
Kakashi se había quedado pasmado al escuchar a Yamato, estaba escuchando el corazón de su compañero y fue algo que lo cautivó. Tomó a Yamato de un brazo y se adentró a su departamento jalando de él
-Sempai...
Kakashi se detuvo- no me digas así, siempre que te diriges a mi de esa manera me dan ganas de hacerte algo
Solo habían sido dos ocasiones en las que Kakashi estuvo en el departamento de Yamato pero ya había memorizado el lugar. Se dirigió a su recamara, cerró la puerta y acorraló a Yamato contra la pared. Yamato estaba nervioso, miraba con algo de temor a Kakashi
-Dónde está el Yamato que me tenía debajo suyo ayer?
-Kakashi...yo... -Yamato desviaba la mirada
-Aunque agradezco que vuelvas a ser como antes... -dijo Kakashi antes de comenzar a besarlo suavemente.
El cuerpo de Yamato se entorpecía, sentía miedo, tenía a un hombre hambriento frente suyo. Estar con un hombre ya no le parecía tan extraño por el hecho de que los días anteriores habían tenido encuentros y de hecho, él mismo los comenzó, pero su sentimiento de moral le invadía, pensaba que aquello estaba mal y que si continuaba surgirían más problemas.
El peliplata aceleraba el ritmo de sus besos y tomaba de la barbilla de Yamato, luego le empezó a quitar la ropa, empezando por su playera. Yamato tenía miedo, pero como cuando uno experimenta por primera vez el intentar hacer el amor, dio por vencido su duda y se dejó llevar. Kakashi se quitó el chaleco negro que llevaba ahora como Hokage y lo tiró al suelo al igual que su playera que llevaba debajo. Ambos estaban con el torso descubierto, Kakashi comenzó a acariciar la espalda de Yamato mientras le besaba y Yamato hacía lo mismo pero con una fuerza más débil.
El calor comenzaba a invadir todo su cuerpo, el sudor brotaba y las respiraciones se entrecortaban. Ambos tenían un cuerpo atlético, bien cuidado, ligeramente la musculatura de Yamato era mayor que la de Kakashi y éste último podía sentir la tensión de los músculos de su compañero.
Kakashi bajó una de sus manos y por encima del pantalón de Yamato comenzó a brotar su miembro hasta que se puso totalmente duro.
-Quiero probarte...-susurró el peliplata
Yamato no pudo evitar sonrojarse con aquello, entró en pánico y se apartó de Kakashi. Intentó calmarse, lo que el peliplata tenía en mente iba más allá de los pensamientos de Yamato, con eso de "probar" sabía a que se refería.
-No puedo más... .decía Yamato en una esquina de la habitación, caminando de un lado a otro para tranquilizarse
-Perdona...
Kakashi entendió que esa noche no llegarían a más y de nuevo se puso su ropa.
-Descuida, la próxima vez me aseguraré de llegar más lejos -dijo Kakashi antes de salir del apartamento.
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Un Nuevo Corazon
FanfictionYamato ha perdido parte de su memoria tras la guerra contra Madara y al parecer la única persona a la cual no recuerda es a su compañero Kakashi, con quien tiene que comenzar una nueva amistad.