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Con Tyler a mi lado todo es diferente, me siento feliz, jamás pensé, y mucho menos imagine que volvería a sentirme de esta manera, han pasado dos días desde que deje atrás las tierras que me vieron crecer, y transformarme en la mujer que soy justo en este momento, pero han pasado tantas cosas en mi vida, que no sé si algún día viviré tranquila para contar mis experiencias, desde que Derek volvió a recorrer las heridas del pasado temeroso, es que yo en ningún lado estaría tranquila, ni siquiera en a compañía de Tyler, sentía la sangre helada solo de pensar en él, sabía donde encontrarme, por lo tanto, sabría donde estaría. 

Mi mirada, se encontraba fija mirando por la enorme ventana de mi habitación, nada movía a la estatua de la libertad de su lugar, tan pasiva, tan tranquila, no tenía temor de nada, ni siquiera de ella misma, y bueno, entonces me encontraba yo, que la miraba con tanta envidia de poder ser ella, y alguna vez, volver a tener la paz que me merecía. Unas manos grandes y seguras, rodearon mi cintura, acomode mi cabeza sobre uno de sus hombros, y levante la mirada, vi unos ojos azules, simplemente profundos y que me encantaban, sonreí tranquila, y llena d amor, si sentía que el amor se comenzaba a ser presente en mi vida, sin pedirlo, y sin quererlo, día a día, sentía que me estaba enamorando de él, de una manera tan jodida, que no tenía certeza alguna, de como terminaría esta historia.

— ¿en qué pensabas? — preguntó, fijando su mirada con la mía.

— en el maldito pasado —confesé avergonzada.

—mírame Mad —murmuró, levanté la mirada y pegue la mía en sus azules ojos, lo más perfectos que podían existir en el mundo entero, por lo menos para mi — no te criticare por tu pasado, al contrario, trataré de entenderte y de darte mi apoyo, y amarte más de lo que te amo hoy —dijo y me apego más a su cuerpo.

Quedé anonadada por algunos segundos, ¿acaba de decirme que me ama?, esto se estaba saliendo de control, no estaba preparada para escuchar aquellas palabras, la última vez que las oí fue un maldito fracaso, y jugaron con mi corazón y mis sentimientos, no estaba dispuesta a pasar por ello otra, vez, ni ahora, ni nunca.

— Tyler ....yo — tartamudee, el negó con su cabeza.

— no te digo que me ames en este preciso instante, pero si espero que mañana, yo te lo digo, Madison, porque estoy jodidamente enamorado de ti, cuando pensé que ya no podría volver a amar a otra chica nuevamente, apareciste para mejorarlo todo, para hacer que mi mundo, fuera una luz de esperanza — aseguró rodeando sus fornidos brazos alrededor de mi cintura.

Lo observe en silencio, me apegue tanto como pude sobre su pecho, su aroma deje que entrará por mis narices, era el mejor aroma del universo entero, quería amarlo, enamorarme de él, pero el pasado me tiene tan arruinado, que temo, simplemente estoy llena de miedos, con respecto a ello, sabía que solo a su lado yo podría estar en paz, podría ser feliz, pero tampoco me quería engañar por unas palabras bonitas, y que mañana sean basura, pero no tarde, la emoción me domino por completo, y deje que algunas leves lagrimas cayeran por mis mejillas, los sentimientos en mi, eran tan confusos y difusos, sabía que lo quería como una maldita idiota, pero no tenia idea si estaba enamorada del hombre, que me rodea con sus brazos, y en donde descanso mi cabeza ahora, era un sentimiento extraño, y estaba dispuesta a descifrarlo, levante la mirada y le sonreí débil, el me miro con sus penetrantes ojos azules, acerco su dedo meñique hasta mis mejillas y seco las lagrimas, que aun contenía mi rostro.

Literalmente me abalance sobre él, y lo besé, simplemente deje perderme en sus labios, quería amarlo como él se lo merecía, pero ambos sabíamos que estábamos jodidos, ¿qué importa?, me dije, y deje que el juego con nuestras lenguas continuara su ritmo, sus manos acariciaban mi espalda de arriba abajo, y con la otra me acercaba más hacia su boca, buscando la manera de profundizar más el beso, que en ese momento parecía ser el paraíso entero para nosotros, mis manos rodeaban su ancha espalda, era la más fuerte que jamás había tocado antes, rodee mis piernas en sus caderas, Tyler camino conmigo y me apoyo contra la pared, estaba perdiendo mis cinco sentidos, pero quería que en ese momento así fuese, él había dicho que me amaba, y me quería sentir de esa manera, por primera vez en mi vida, sus manos bajaron hasta mis piernas, y en un juego conciso subían de arriba debajo de manera sistemática, sin perder su ritmo original, había pasado mucho tiempo desde que no me sentía de esa manera, tan amada, o mejor dicho, jamás me había sentido así, hasta ese entonces.

—¿estás segura, Mad? —preguntó Tyler, alejándose por instante de mi.

—No —negué con la cabeza, y luego reí — últimamente no estoy segura de nada a excepción de una cosa —dije.

—¿de qué? —preguntó, mirándome con una sonrisa burlona.

—quiero estar contigo — confesé — y estoy dispuesta abrirte las puertas selladas de mi pasado — baje la mirada.

TYLER

Me limite simplemente a observarla, parecía avergonzada, y ella aun no era capaz de comprender, que no importaba lo que hubiese sucedido en su pasado, o que cosas hizo, no la juzgaría, porque sabia el tipo de "hombre" que era Derek, básicamente nos rematamos a la misma calidad de lo que es Hannah, egoístas y calculadores, quizás que atrocidades las obligó a hacer y que ahora tanto la avergüenza hasta tal punto que solo quiere esconderse bajo su propio escudo, pero lo que yo más que quería, y lo que quiero, es romper las barreras y demostrarle que a pesar de nuestros pasados miserables, podemos ser felices a pesar de la adversidad, estaba completamente enamorado de ella, no pensé nunca que mi "amor" hacia Hannah finalizaría un día, pero entonces llega, una chica sencilla, con una sonrisa linda, sentimientos únicos en el mundo, alguien que me mueve el piso nuevamente, y comprendo que quizás nunca amé antes, y que solo temía el estar solo y al estar manipulado por el mismísimo satanás, no lo podía entender, por lo menos hasta ahora.

—yo también, nena, lo que más quiero es estar contigo —aseguré con una enorme sonrisa, ella por fin levantó la mirada y me fijo sus ojos en los míos.

—tengo miedo —susurro — que vuelve a suceder lo del pasado

—Mad, no sucederá lo mismo que antes, no soy Derek, soy un mundano que te ama, y no, no son simples palabras vacías que hoy las digo, y mañana serán olvidadas, son reales, mi corazón explota en cada momento que tu estas cerca, eres la chica que quiero para pasar el resto de mi vida, sé que somos jóvenes aún para limitarnos, pero no hablo de una boda, me refiero a que eres con la que quiero compartir mi vida, por la sencilla razón de que me siento, profundo, y completamente enamorado de ti —confesé.

Sentí como ella se apego más a mi, como apretó sus brazos con fuerza a los míos, esa era lo que quería, que ella sintiera esa necesidad de estar conmigo, que quizás si podríamos lograr algún día poder ser una pareja normal, amándose como cualquier otra,  y olvidando las heridas del pasado, es lo que más quiero para ella, y la que quiero para ambos, que nos sanemos juntos, quiero amarla de una manera única y sin pedir nada a cambio, porque de eso se trata, de amar a alguien sin la condición de recibir algo.

—quiero amarte, pero me cuesta, aún imaginar que tú me ames a mi —se alejó un poco, y observo de manera fija por la venta hacia la estatua de la libertad.

Ella no se convencía que alguien pudiese amarla como ella se lo merecía, y más me nacía la duda de que le había hecho ese mal nacido, simplemente merecía la muerte y nada más, y con todo esto, hasta he olvidado la casualidad por la que nos conocimos, y la razón por la cual nos encontramos ahora aquí, pero últimamente mi cabeza esta localizada en cualquier rincón del país menos en la investigación acerca de la muerte de mi hijo, ni el tratar en convencer a la policía que haga su trabajo, porque siempre ganaría el maldito dinero, y a Hannah ese le sobraba. Me acerqué a ella, y la abracé e hice lo mismo que yo, observe el paisaje en silencio, ya existiría la posibilidad de seguir con dicha investigación, y ahora al fin desenmascararía y que finalmente, dicha colorina pagará cada uno de sus pecados. 

  — ¿algún conoceré tu historia?  — preguntó curioso. Ella se volteó un poco, y me observo. 

  — quizás ese momento es ahora  — mascullo. 

Se acomodó sobre el pequeño sofá que estaba en un costado de su habitación , me senté frente a ella, me observo por unos minutos, seguido de suspiros, le costaba, pero note en ese silencio profundo que nos inundaba que ella estaba dispuesta a contarme parte de su vida que para mi era desconocida aún, su brazo derecho  se acomodó sobre uno de los del sofá, cruzó sus piernas por detrás, y volvió la mirada a mí, el  silenció y la curiosidad recorrían mi cuerpo, dio un ultimo suspiro antes de comenzar a hablar. 

  —  espero  que después que escuches esto, no te arrepientas  de quien te has enamorado, Tyler  — susurro. 

Inevitable desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora