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No basto una vez para él, vino otra, y otra, sin parar, estaba entre la espada y la pared, me negaba a hacerlo, pero no tenía opción, era eso o la muerte en su totalidad de mi familia, me sentí tan sucia e impura, Derek delante de mis padres se comportaba como el novio más cariñoso del mundo, y yo seguía su juego como una estúpida sin saber dónde esconderse, me acosté con tantos hombres que ya no recuerdo la cantidad, me imponía, y no tenía alternativa, en realidad la tenía, pero estaba tan aterrada ante su amenaza que no me atrevía a contarle a nadie, ni siquiera ir donde la policía y denunciar a este fulano, delante de mis conocidos actuaba como el hombre más enamorado del planeta, pero ya solos era otro, un Derek que yo no conocía en lo absoluto, hasta aquel día, aquella primera vez, todo fue el infierno que desató mi vida, todo se desmorono para mí, ya nada tenía sentido común, no tenía en que confiar, ni siquiera en Alisson quien era mi mejor amiga, me aleje de ella de la noche a la mañana, comencé a ser la chica que no era, me encerraba en mi habitación y miraba el techo fijamente, ya nada me daba una razón para vivir, mis calificaciones descendieron, y todo se basó en Derek y en la mierda que me había metido, estaba hasta tan el fondo del pozo que sabía que si un día me libraba de él, estaría con constante temor, con un dolor latente , y sin nadie a quien volver a confiárselo todo, estaba devastada de tal manera que no tenía las palabras para describirlo, solo quería morir y huir y no volver jamás, quería a mis dieciséis años acabar con mi vida, y decir ¡BASTA!, pero siempre todo se reducía a algo inesperado.

—te esperaré a las nueve y treinta afuera de casa, recuerda ponerte lo que compramos la semana pasada —colgó.

No tenía otra palabra que repugnancia, todo era tan asqueroso, pero más él, me estaba obligando a usar un vestido tan corto que con suerte me tapaba las bragas las cuales eran extremadamente provocadoras que me hacía sentir un objeto sexual del cual puedes abusar cuando se te dé la gana; suspiré, porque por ahora no tenía opción, observe la hora, y solo queda una, me digne a levantarme y caminé desanimada hasta el baño, me desvestí y me toque, me sentía sucia, impura.

¿qué hice para merecer esto?

Y sabía que nada, pero estaba tan resignada a todo, y completamente arruinada, que no tenía más opción, ingrese a la ducha, y deje que el agua tibia tocará mi cuerpo, me senté, abracé mis rodillas, y lloré descontroladamente, no quería más esto, no quería que el me siguiese usando como su objeto, Derek estaba metido en tanto juegos turbulentos que me daba miedo todo lo que proviniese de él, antes había matado, robado, traficado, corrido, y una lista infinita de cosas, que ya no recuerdo, presentía que tenía que alejarme de él, me arrepentía tanto de no haber escuchado a Hellen, abracé con más fuerza mis piernas, maldita sea, me lo había advertido, pero yo me deje llevar por mi adolescente corazón. Como pude me bañé, cepille mi cabello, me puse la asquerosa ropa que debía vestir, y me observe en el gran espejo de mi habitación, y me sentía sucia, repugnante, terminé, me puse un abrigo negro que me llegaba hasta las rodillas, no quería que mis padres notarán en que andaban, me coloque unos zapatos bajos del mismo color, y guarde los de tacón alto en mi bolso.

—saldré con Derek —grité desde la puerta principal.

—espera cariño —respondió mamá, quien no tardó en llegar a mi lado— ¿sucede algo? —preguntó acariciando mis cabellos, estaba estática, no sabía que responder.

—nada —susurre.

—¿estás segura? —insistió— estás muy delgada cariño, ya no comes nada, no ves a Alisson —suspiró— me llamarón de la escuela para avisarme de tu decaimiento académico, ¿te está obligando a ser algo que no quieras? —pregunto insistente.

—no —negué con la cabeza, ese era el momento para decírselo todo, pero no me atreví.

—no dejes que te manipule, Madison, si algo no anda bien cuéntanos a mí o a tú padre, pero no te quedes callada —ordenó, beso mi frente y dejo que me marchará.

Inevitable desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora