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Cuando desperté horas más tarde, escuche voces provenientes de la sala, estaba confundida, quizás Alisson había llegado, pero eso era casi imposible, solo son las doce del día, me levanté en silencio y camine por el pasillo, de apoco las voces fueron siendo más audibles, era Tyler quien estaba con alguien que al parecer lo estaba fastidiando, una voz femenina quizás, camine otro resto y efectivamente una chica estaba con él y esa chica era la asesina Hannah.

— ¡Basta de esto Hannah!, detente, de una vez por todas, la culpa es toda tuya, tu te encargaste de matar todo lo que teníamos, no hay culpables secundarios, solo tu -grito.

— ¡TODO ES CULPA DE ESA CHICA! -grito.

— bravo Hannah, ¿ahora Madison tiene la culpa y tú no?, que irónico, la conocí el mismo día que acabaste con todo lo que teníamos, y si es que teníamos algo -bufó- últimamente estábamos por estar juntos, estoy confundido, quizás nunca te ame y solo fue una manipulación tuya -confeso.

— no soy una manipuladora, solo quise mantener al hombre que amaba -dijo, sentí asco al escuchar que lo amaba, una chica como ella, no era capaz de amarse más que así misma.

— no, tus mentiras ya no van conmigo, nunca me amaste, siempre quisiste el maldito dinero que un día tuve, y cuando ya no lo tuve ya no te serví más, ahí se acabo todo, una mujer como tú, solo le interesa su propio beneficio, su comodidad, pero jamás pensar en el resto, ni en el como se sentirán, lo siento mi querida Hannah, pero ya no más, fui un idiota en el pasado, pero ya no lo seré más -escuche decir, lo había dicho, sentí tranquilidad, y mi corazón comenzó a acelerarse, eso fue muy extraño, la sensación de saber que ya no tenía nada más que ver con ella, que para él, "era un tema cerrado", pero no estaba segura del todo.

— te recuperaré Tyler, es lo único que debes saber -bufó, salí justo en ese momento de los pasillos que nos separaban, fue solo un maldito y erróneo impulso, ni siquiera sabía porque lo estaba haciendo, simplemente lo hice, Tyler se volteo a mirarme cuando sintió mis pasos, lo quedé mirando fijamente y luego, la miré a ella, como siempre una suelta de primera calanía, ahora podía distinguir como nunca el color de su cabello, y sin duda era una chica muy guapa, pero maligna en su interior, si bien la vi el día en que lo encontré jamás me había percatado tanto hasta hoy.

— Madison, yo -interrumpí.

— por favor Tyler, no tienes que preocuparte en pedir disculpas, esta no es tú culpa en lo absoluto, sino de ella, creo que hasta apesta este lugar, con su presencia -fije la mirada en ella- por favor colorina, retírate de mi apartamento, no te das cuenta que lo contaminas con tu veneno -aseguré.

— te juro que me vengaré por habérmelo quitado -chilló.

— no -negué con la cabeza- yo no te he quitado nada, cometes un gran error con respecto a mí -bufé, me encamine hasta la puerta y la abrí hasta atrás- y no me mires con esa cara asquerosa, sal de una buena vez no te quiero aquí

Me miró por última vez antes de marcharse, atraveso la puerta principal y se volteo para mirar a Tyler, puso la cara de niña inocente y él aparto la mirada de inmediato, de seguro que mirarla haría que volviera a caer en sus estúpidos juegos, quiso llorar, pero antes de que eso siquiera fuese posible, cerré la puerta en su cara, suspire y camine hasta la cocina por algo de comer, una fruta bastaba, volví a la sala con tranquilidad, Tyler aun permanecía ahí, estático, yo supuse que este no sería el mejor momento para decirle unas cuantas verdades, por lo que me digne a prender el televisor, pero mi mirada jamás se concentro en las imágenes que pasaban frente a mí, me levanté y me paré frente a él, su mirada estaba fija en la puerta, golpee un poco con las palmas de mis manos para que pudiera despertar, y funciono, con algo de lágrimas cayendo sobre sus mejillas, pero lo había logrado un poco.

Inevitable desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora