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—esto es todo lo que tenemos, Mad —confirmo Alisson, cuando regresó con nosotros.

Dejo caer todas las pruebas sobre la mesa centro, Dalton y yo nos miramos, y luego dirigimos nuestras vistas hacia la mesa, las fotos, la alfombra, y Alisson como siempre tenía algo bajo la manga, Derek no había borrado del todo las huellas, la sangre de él estaba definitivamente sobre la pared del apartamento, me dio escalofrío recordar la razón del porque estaba su sangre, observe las imágenes, maldición yo conocía ese río, era el que estaba cerca de casa.

—miren —dije indicando una de las fotos— ese es el río, el que está cerca del vecindario, ¿recuerdan dónde íbamos a nadar de niños? —pregunté, mientras ellos me miraban con atención— bueno, ese es el lugar, y el cuerpo de mi padre no fue encontrado ahí precisamente, lo encontramos en el baño de mi casa —confirmé.

—eso quiere decir... —interrumpí.

—eso quiere decir, que tuvo un cómplice Daltón, y la pregunta, ¿es quién? —pregunté mirando a ambos.

Comenzamos a juntar todas las pistas que teníamos y nada, conocíamos a todos los que fueron del vínculo cercano de Derek, pero nadie se me ocurría en ese momento, después que sus amigos se enteraron de lo ocurrido con nosotros todos se alejaron, no volví a ver en mi vida a los chicos, por lo cual mi pregunta estaba más que inconclusa, y si, ¿este cómplice era más cercano de lo que pensamos?, entonces todo me dio vueltas, no podía creer como estaba comenzando a calzar, no podía ser ella, sentí como el frío se trasladó por mi medula espinal, y como cada momento que pasaba, me sentía más incapaz de poder articular una palabra, Dalton y Alisson seguían pendiente en las imágenes tratando de recordar a alguien del vínculo cercano de Derek de ese entonces, pero no lo encontrarían jamás, porque estaba en este momento de nuestras vidas cerca nuestro.

—Hannah —susurré.

—¿qué? —preguntó Dalton.

—el cómplice que buscamos es Hannah —aseguré.

—estás loca Madison, como va a ser Hannah —estallo en carcajadas Alisson.

—no te burles Alisson, es Hannah, estoy casi segura—afirme sería.

Años atrás

La noche estaba tranquila, oscura como nunca en un día de primavera, me bañé, vestí y decidí acostarme temprano, al día siguiente tenía un examen del demonio en el instituto, y debía irme bien porque si no reprobaría la materia, estaba bastante preocupada, la señora Clark era bastante exigente en cuanto a sus alumnos y no regalaba décimas, ni puntos, la calificación que ella rallaba sobre las hojas con su lápiz rojo esa era la que correspondía a cada uno, era una mujer de temer, la verdad estaba asustada por toda esta situación, maldito Derek, era en lo único que pensaba mientras observaba el techo frunciendo el ceño, todo era su culpa, y por supuesto mía, si no me hubiese involucrado con él, todo sería completamente diferente, mantendría mis excelentes calificaciones.

—buenas noche cariño —dijo papá desde la marquesa de la puerta, le hice una seña para que entrará, se sentó a mi lado y me miró en completo silencio.

—lo siento, por todo lo sucedido —dije mirándolo fijamente— si los hubiese escuchado desde el principio esto sería completamente diferente.

—tranquila cariño, fue un error, y ese lo comete cualquiera, solo quiero que seas feliz —dijo sonriendo— pero quiero que no por esto te cierres al amor —suspiró— al contrario, enamórate y sé feliz, el amor es el sentimiento más lindo que un ser humano puede experimentar, pero el amor más leal y maravilloso es el de un padre hacia sus hijos, ese es impagable y es irremplazable, porque es de uno —argumentó, una lágrima resbalo por mi mejilla.

Inevitable desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora