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Continuaba en su posición seria, con la miraba baja y con lágrimas recorriendo en sus mejillas, no sabía precisamente como reaccionar, sentía tanta nostalgia y rabia por lo que había tenido que pasar, no la quería rechazar, primero que nada, porque se lo prometía a ella, y segundo y la más importante porque la amaba como un maldito idiota. La observe algunos segundos desde mi asiento, no quería ser yo quien las juzgase por nada, porque no estaba limpio de mi pasado, pero él de ella era peor que cualquiera que haya escuchado jamás, me acerqué a ella aún con un nudo en la garganta, y sequé con mi pulgar todas las lágrimas cayendo por sus mejillas, no era quien para juzgarla, y la aceptaba como fuese, la tomé con fuerza y la rodee con mis brazos, se veía tan débil, desprotegida y sobre todo dañada, mi pecho se contrajo, no la podía dejar, y no lo haría, me encargaría de ser yo quien le devolviera la seguridad y la confianza en el amor, yo nunca habría hecho algo así, y jamás lo haría, la amaba, y eso era lo único que me importaba ahora, que dijese el resto o lo que opinaran de estar con una chica que había sido "prostituta", me valía una real mierda, todo lo que ella hizo fue por proteger a su familia de ese maldito hijo de puta.

—te amo Madison, y esto, ni nada podrá cambiarlo, yo no soy como él, seré el hombre que necesitas y mereces, no te voy a prometer el cielo entero, pero si te prometo algo, lograré que confíes en mí y por, sobre todo, seré el hombre que te ama y que necesites para tu vida —prometí, ella levanto la cabeza y me observo.

—¿no me vas a rechazar, Tyler?, ¿no te arrepientes de la mujer que te has enamorado? —preguntó.

—no —acaricie su mejilla— al contrario me siento orgulloso de la mujer de la cual me enamore, esto me demuestra una vez más Mad, que eres lo que necesito, harías cualquier cosa con tal de proteger a quienes ama, eso te transforma en una mujer maravillosa que cualquier hombre quisiera tener, y me siento privilegiado de amar a alguien como tú —confesé con una sonrisa en los labios, la miré, pude notar como sus labios se tornaban en una hermosa curva, me acerqué poco a poco a ella y nuestros labios se unieron por un beso fugaz.

—gracias —dijo aun avergonzada.

El silencio se hizo presente, no tenía más que decir, sabía ahora lo que quería, y no era una chica como Hannah, sino necesitaba a alguien como Madison, ella no dijo nada más, pero yo tenía un montón de cosas que preguntar, pero no me atrevía, me mantuve así con la curiosidad rondando por unos minutos más, hasta que ella suspiro fuerte y pesadamente, la miré, y ella levantó su dedo índice y encogió sus hombros.

—te conozco lo suficiente Tyler, como para saber que me quieres preguntar algo y no te atreves, pregunta, este es el momento no me enfadaré, necesito que nos tengamos confianza, si quieres que tengamos algo en un futuro, no deben haber secretos, ni nada que se nos interponga como tal —aseguró con una leve sonrisa— también te quiero de una manera inexplicable, por eso te abrí mi corazón, y agradezco a la vida por poner un hombre como tú en mi camino, jamás me lo hubiese esperado, y menos aún porque yo no estaba buscando nada, y llegaste tú a mi vida por algo del destino, ¿recuerdas cuando me preguntaste si creía en el destino? —asentí con la cabeza— aquí tienes la respuesta, cuando nos encontramos la orilla del camino, fue por algo del destino, desde ese instante supe que esto terminaría de esta manera, como estamos justo ahora, y debo confesar que me gusta, pero que me asusta, Tyler, no a cualquiera le cuento mi pasado, y mucho menos le abro mi corazón, si lo hago, es porque enserio te quiero, y porque quizás día a día me estoy enamorando de ti, pero como ya sabes, tengo miedo, y necesito que me des tiempo, estoy segura terminaré amándote como una loca, te doy las mil gracias por entenderme, y por sobre todo no rechazarme —finalizó, estaba con una sonrisa enorme en mi rostro, me estaba diciendo lo que necesitaba escuchar ahora y el resto de mi vida, nunca nadie me había dicho algo como eso, y estaba agradecido al mundo entero por ponerme a esta chica en mi camino.

Inevitable desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora