Capítulo 27

5K 311 33
                                    

Sorpresa.

-Chicos, ¿han visto a Joel? - pregunté viéndolos entrar al hotel.

-Yo lo vi subir. - dijo Sebastián.

-Está bien, gracias. - dije y corrí hacia el ascensor.

Ya he recorrido todo el hotel, la playa, la piscina, el campo, las pistas y las canchas y no lo encuentro. Lo he llamado miles de veces y me manda al buzón. Ya no sé donde más buscar.

Llegué a mi piso y miré a los dos lados del largo pasillo. Ni un rastro de Joel. Caminé hacia su habitación y toqué algunas veces pero al parecer no había nadie.

Ya me rendí.

Me dirigí a mi habitación y sin ver ni hablarle a nadie me acosté en mi cama. ¿Donde estás Joel?

-¿Sabes? Voy a hablar con la profesora sobre esto. - dijo Nathalie señalando su cara llena de moretones.

-Tu te lo buscaste, haz lo que quieras. - dije restándole importancia.

-¿No te importa?

-¿Me vez cara de que me importa? - levanté mi mirada.

-Se lo diré a mi hermano. - me amenazó.

Reí fuertemente. - Dile a quien tú quieras. No esperes que te tenga miedo, bastarda. - dije de lo más tranquila.

-Se lo diré a mi padre. - siguió amenazándome.

-Perfecto. - le sonreí.

-Eres una... - se levantó para atacarme pero la interrumpí.

-Mírate. ¿Quieres que te deje en coma? - pregunté a lo que ella guardó silencio - Agradéceme porque no te deje peor, ganas no me faltaron.

Solo oía a Nathalie irritarse más porque no conseguía forma de asustarme pero en mi mente solo cabía una cosa, ¿donde estaba Joel?. Enterré mi cabeza en la almohada frustrada y pensé en donde podría estar. Nada llegaba a mi mente. Me voltee mirando hacia el balcón de la habitación y vi algo raro. Decidí ir a investigar. Salí y vi una pancarta.

"Ve al tejado"

Bien, Pimentel. Espero que estés vivo y que estás no sean tus señales desde el más allá.

Salí de la habitación y caminé hacia el ascensor. Las puertas milagrosamente se abrieron y oprimí el botón que daba con el último piso. Salí y me dirigí a las escaleras para luego subir al tejado. Abrí la puerta para salir y me sorprendí. Enserio me sorprendí. Todo el piso estaba echo de madera y en el centro de todo había una parte de solo césped con una manta encima de este. Habían faroles y encima de la manta había una canasta, supongo que con comida. En ese momento alguien me tapó los ojos. Toqué sus manos y dedos llenos de anillos y pulseras. Sonreí al saber que por fin mi búsqueda había terminado.

-¡Tonto! ¿Sabes que estuve buscándote todo el día? - pregunté dándole un pequeño golpe en el brazo.

-¿No me haz visto en todo el día desde la mañana y así es como me saludas? - bromeó.

Bad Girl - Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora