Capítulo 32.

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Jason Hudgens.

-¡Patricia! - me gritaron.

-¿Christopher, qué haces aquí? - pregunté confundida.

-Cárdenas quiere que no te despegue la mirada, así que estaré aquí hasta que te gradúes.

-¿Así que tendré que soportar una lapa?

-Te daré tu espacio, puedes estar tranquila. - dijo serio.

-Bien, nos vemos luego. - dije y comencé a caminar a mi salón.

En el camino vi a mucha gente nueva. Chicos nuevos en el equipo de fútbol, chicas nuevas en el equipo de porristas, gente que ni siquiera había visto en mi vida estaban en mi escuela. ¿Que está pasando aquí?

Finalmente entré a mi salón a tomar mi aburrida clase. Hoy realmente era uno de esos días donde sentías que todo iría en tu contra, que nada te saldría bien y que todos harían lo que fuera con tal de pisotearte.

-Patricia. - dijo el profesor sacándome de mis pensamientos - Resuelva el problema dos de la pizarra.

Giré mi cabeza a la pizarra y vi un gran problema de matemáticas. Me quedé en mi lugar, mirando al profesor, esperando que se apiadara de mi y no me obligara a contestar aquel problema pero este solo me ignoró y caminó a su escritorio. Sin más remedio me levanté y contesté como pude para volver a mi lugar.

-Esto está completamente mal. - dijo el profesor negando con la cabeza - Estás muy rebelde, Patricia. - dijo haciendo que todos se voltearan a mi, - Ya es rara la vez que te veo en clase, tus calificaciones bajan cada vez más, ¿y así piensas entrar a una buena universidad?

-Miré, profesor. Yo sé perfectamente lo que hago y no necesito que gente como usted venga a juzgar, ni reprochar cosas de mi vida o estudios.

-Con más razón, justo porque soy tu maestro te digo estas cosas. - trató de ser calmado.

Suspiré, - Bien por usted, profe. - tomé mi mochila y salí del salón de clases.

Caminé hacia el estacionamiento y subí a mi auto para encaminarme a Starbucks. Cuando entré lo primero que vi fue a Johann, pero no era el Johann de antes. Me acerqué al mostrador y no hice más que mirarlo y este rápidamente entró a la cocina. Lo poco que pude ver fueron golpes y moretones en sus brazos tratando de ser cubrimos por las mangas largas de su camiseta, pero su rostro permanecía en perfecto estado. No había rastro de herida alguna.

Terminé de pedir mi frapuccino y me senté junto a la ventana pensando en todo lo que me había dicho Christopher ayer. ¿Sería verdad que mi madre puede que esté viva?. Primero tendría que empezar por saber dónde está Jason. Si lo encuentro a él, puede darme información de mi madre pero, ¿y si de verdad murió?

-Patricia. - dijeron desde el mostrador.

Recogí mi frapuccino y salí sin rumbo alguno, necesitaba pensar en muchas cosas. Primero, ¿por qué hay tanta gente nueva en la escuela?. Entre todos ellos incluyó a Christopher. Está bien, Cárdenas lo mandó a protegerme pero es mucha coincidencia que todos hayan llegado el mismo día. Aparte, ¿protegerme de qué?. No corro ningún riesgo en la escuela. Todo esto es tan raro.

En ese momento escuchó a mi celular timbrar en mi bolso. Contestó.

{Llamada}

-¿Donde estás Patricia? - preguntó Joel.

-¿Que pasó?

-¿Que pasó? - repitió lo que acabo de decir - ¿En serio? Lo qué pasa es que llevas faltando dos semanas y estas apunto de perder el año. Solo falta una semana para los exámenes finales y tú no tienes ni siquiera la mitad de los puntos para tomarlos. La graduación está a la vuelta de la esquina y tú ni siquiera te esfuerzas en pasar de grado.

-Tú más que nadie sabes lo que me pasa, Pimentel.

-No es excusa, Patricia. Ya he hablado muchas veces contigo sobre tus estudios, ahora está en tus manos si quieres seguir o repetir año. Me dejas saber lo que decidas, adiós. - y antes de que pudiera responder, colgó.

{Fin de la llamada}

Nunca había escuchado a Joel tan enojado y mucho menos conmigo. Ahora otra cosa más en la que pensar. ¿De verdad quiero repetir el grado? No. De verdad no tengo tiempo para eso. Ni siquiera me he puesto a pensar que es lo que quiero estudiar en la universidad. Es más, ni siquiera estoy segura de querer entrar.

En ese momento y justo cuando estoy por llegar veo una cara conocida pero no estoy segura de lo que estoy viendo. Detengo mi auto discretamente y trató de observar mejor pero es tan impresionante que no lo puedo creer. ¿Será cierto lo que estoy viendo y mi mente no me estará jugando una broma?

Un hombre alto y rubio caminaba entré uno de los comercios por el cual en esos momentos pasaba. Decidí bajarme del auto y seguirlo. ¿Será él?

Mi corazón latía a millón. Saber qué tal vez podría ser él y que estaría a pasos mas cerca de saber que fue lo qué pasó con mi madre me ponía los pelos de punta. Vi como se iba a un rincón  y volteaba a mirarme pero en ese momento no supe que hacer.

Hombre rubio, con barba, de ojos verdes y de unos cincuenta y tantos años.

¡Era él! Si, definitivamente era él. ¿Que debía hacer ahora? ¿Acercarme, seguir mirándolo?

-No, estúpida. Ya te vio.

Dios, ¿que hago?

Lo que se me ocurrió en ese momento fue acercarme pero justo cuando estuve frente a el, todo se desvaneció como por arte de magia. Estaba tan cerca y todo lo eche a perder. ¿De verdad así pienso saber sobre mi madre? Tengo que cambiar mi técnica pero una cosa si sé. Jason Hudgens está vivo.

*

¡Hola! Antes que todo quería pedirles mil disculpas porque sé que hace semanas no actualizo. No me maten, yo las amo. He estado muy ocupada con los asuntos de la escuela y algo bloqueada respecto a la novela. Tengo tantas ideas pero no sé cómo rendirlas a través de los capítulos para que la disfruten más. Quiero decirles que muchas gracias por el apoyo, de verdad no me esperaba que la novela llegara a 26k lecturas y 2k votos. De verdad esto es muy importante para mí. Trataré de actualizar más seguido, yo sé que es que la escritora de la novela que te gusta no actualice en mucho tiempo y por eso pido disculpas otra vez. Bueno, espero que les haya gustado el capítulo de hoy. No olviden votar y comentar que les pareció. ¡Gracias por leer!

Bad Girl - Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora