Diario sobre mi amor | H.S.

Capítulo 34

Viernes 13 de noviembre del 2009

      20:54 p.m.

 Liam y yo llegamos lo más rápido posible al centro médico, en donde estaba mi papá. Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos. Me preocupaba mucho lo que le había pasado a mi papá.

  Bajamos rápido del mini cooper y subimos las escaleras como pude, ya que aún llevaba los zapatos de tacon de doce centimetros.

Llegamos con una señorita que estaba detras de un aparador.

 - Buenas noches - Mi voz sonaba temblorosa. - Yo..  Mi papá... - No podía hablar. Las palabras no me salían de la boca.

 - ¿Sabe algo del señor Wilson? - Pregunta Liam. Le doy gracias con la mirada y él asiente.

 - ¿Señor Wilson? - Liam asiente y la señorita empieza a teclear el apellido en su computadora - Lo acaban de meter a la sala de operación.

 - ¿Lo van a operar? - Pregunto.

 - Así es, señorita. Sufrio lesiones en parte del craneo y en algunas costillas. La operación tardara unas cuantas horas. Si quiere puede esperar en la sala de espera - La señala con su dedo delgado - En un momento el doctor le informara.

 - Gracias - Dice Liam.

Me rodea con su brazo los hombros y nos conduce a las sillas que se encuentran en la sala de espera. 

Y como ahí mismo lo dice, solo hay que esperar.

      22:39 p.m.

Casi dos horas desde que me informaron que mi papá estaba en operación. Aún no ha salido ningun doctor a decirnos como está.

Liam me trajo con té de manzanilla, pero simplemente no lo puedo tomar. Me tiene abrazada, yo me acurruco hacia él. Cierro mis ojos y me pongo a pensar que todo va salir bien. Debe de salir bien. Mi papá va a salir de ésta.

Oh papá, lo siento. Estaba enojada contigo sin saber que te había pasado algo malo.

Perdón.

Cuando abro los ojos veo entrar a Escarleth a la sala de espera, viene casi corriendo. Y atras de ella también viene Harry.

 - ¡Amiga! - me pongo de pie y Escarleth me abraza tan fuerte como necesitaba. Empiezo otra vez a llorar - Harry me ha dicho que tu padre sufrió un accidente. Lo siento tanto, Violet. - Me decía en mi oído. - Vas a ver que todo va a salir muy bien. - Me mira a los ojos y trato de sonreír. Harry está detras de mi amiga.

Escarleth se hace a un lado y empieza a hablar con Liam.

Yo solo veo a Harry con la vista nublada, incapaz de decir una sola palabra.

Como niña chiquita lo rodeo con mis brazos. Acaricia suabemente mi cabello, mientras yo lloro en su pecho. Un llanto que nadie puede controlar.

Harry no decía nada, solo me abrazaba. Y creo que me sentía un poco bien con él abrazandome. Me gusta sentirlo cerca. Porque con él me pasan las mejores cosas.

  Levanto lentamente la vista para verlo y él la baja para poder verme. 

Nos vemos a los ojos y siento su consuelo en ellos. Pasa su pulgar derecho por debajo de mi ojo, limpiando mis lágrimas. Lo mismo hace con el otro lado.

  - No me gusta verte triste - Susurra. Quiero sonreír, pero no puedo. La situación impide que lo haga. 

  - Gracias por venir - Le digo.

  - Sabes que cuentas conmigo, Violet - Contesta.

Volte hacia atras y no veo a Liam ni a Escarleth. Frunzo el ceño.

  - Escarleth se lo llevó para estar solos tu y yo - Sonríe de lado con los labios apretados.

  - Oh... Mi papá lleva horas en la sala de operación - Le digo.

  - Debes esperar, Violet. Va a estar bien, ¿sí? - Asiento levemente con la cabeza y me vuelve a abrazar.

Escucho su corazón latir. Huelo su exquisito perfume. Cierro los ojos. Me gusta que Harry me abrace. Me da tranquilidad. 

Lo que yo estaba buscando.

      23:51 p.m.

Estamos todos en la sala de espera. Yo sentada entre Liam y Harry. 

Sí, esto puede ser un poco incomodo.

Las manecillas del reloj sigen avanzando, pero yo no he visto al doctor. Una enfermera le dijo a Escarleth que teníamos que esperar un poco más, y eso hacemos. Solo que yo ya no quiero seguir esperando quiero ver a mi papá, ahora.

 Me pongo de pie y voy con una enfermera que está a unos cuantos pasos de nosotros.

  - ¿Violet, a dónde vas? - Oigo decir a Liam.

Llego a un lado de con la enfermera.

  - Disculpe ... - Le digo hamablemente.

 - ¿Si? - Ella gira para verme.

 - ¿El señor Wilson? - Pregunto.

 Ve la hoja que tiene en sus manos y busca el nombre de mi padre.

 - Ah, él... - Ve a un lado - Ahí viene el doctor. Él le informara - me sonríe y sale por la puerta.

Veo que a un lado llega el doctor.

 - ¿A quien desea buscar? - pregunta.

Es un señor con unos cuantos años, lleva unos lentes de aumento y su bata blanca.

 - A mi padre. Al señor Wilson - digo. - ¿Se encuentra bien? ¿puedo verlo?

  - No será posible que lo vea, señorita Wilson. Está en terapia intensiva. Hasta que lo pasen a un cuarto podra verlo, está muy delicado. Corre peligro, ¿entiende? - Trata de decirme lo más calmado posible.

  - ¿En cuanto tiempo podré verlo?

  - Depende de como responda.

 - Bien. - Suspiro. - Gracias. Si pasa algo, no dude en decirme, por favor.

 - Claro, le diré todo lo que sepa. Soy el doctor Gallagher, para lo que se aquí estoy - Sonríe de igual manera que la enfermera y desaparece por el pasillo.

Me voltean a ver todo, nadie se anima a preguntar y yo no me animo a contarles lo que me han dicho, porque no encuentro mi voz para hablar. Solamente quiero llorar hasta no poder más.

Me vuelvo a sentar entre Liam y Harry. 

Liam me rodea con su brazo. Veo de reojo de Harry y alcanzo a apreciar que pone los ojos en blanco por la acción de mi novio.

Estiro discretamente la mano hasta sentir la de Harry. Se tenza un poco con mi toque, pero se relaja cuando ambos entrelazamos nuestros dedos.

Y ahora, puedo sentir como una hermosa y encantadora sonrisa aparece entre sus labios.

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.- Esmeralda