Capítulo 35

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Sábado 14 de noviembre del 2009

      01:12 a.m.

Escarleth y Harry se fueron a las doce y media de la noche. Me quedé con Liam.

Él estaba sentado y dormido, cabeceaba.

Yo tenía mi cabeza en sus piernas y Harry me dejó una cobija que él tenía en su coche. Con eso me tapo las piernas y con el saco de Liam me cubro lo de arriba.

Le dije que de podía ir, que no era necesario que se quedara. Pero insistió en quedarse a cuidarme. Y tuve que aceptar. 

Mi papá seguía muy delicado.

El doctor me explicó que había perdido mucha sangre, y se rompió tres costillas. Aún no entiendo como fue que le pasó.

Tengo que llamar a alguien de su trabajo, saber si se fue con alguien saliendo. Tengo que saber. Nosotros no tenemos carro. Lo más probable es que mi padre se haya ido con algun compañero de su trabajo. Y el compañero de mi papá a lo mejor estaba...

Mejor ni lo digo. 

Mi papá va a estar bien, y será el mismo de antes.

Pero recuerdo que el doctor mencionó que su cabeza sufrió varios daños, que tenía pocas probabilidades.

Y eso a veces me quita la esperanza.

       10:11 p.m.

Abro mis ojos y alrededor veo la sala de espera. Es verdad, aún sigo aquí. 

He dormido algunas horas. Veo hacia arriba y Liam está despierto. Baja la mirada y me sonríe. 

  - El doctor ha venido... - Dice.

 - ¡¿Qué?! ¿Y no me lo dijiste? - Me siento de golpe y lo miro.

  - Necesitabas descansar - Dice.

   - ¿Y qué ha dicho el doctor?

   - Que necesita hablar contigo. Me dijo que te llevara a su consultorio. ¿Vamos? - Pregunta poniendose de pie.

Asiento y me pongo de pie junto a él. Toma mi mano, entrelaza nuestros dedos y me siento incomoda.

    En la puerta hay un pequeño letrero que dice "Dr. Gallagher". Toco a la puerta con mis nudillos y en unos segundos el doctor nos abre a Liam y a mí. 

  - No es necesario que él pase - Se refiere a Liam. 

  - ¿Por qué? - Pregunto.

  - Solo será rápido, señorita Wilson - Dice el doctor.

  - Está bien, Violet. Aquí tes espero afuera - Me dice y besa mi frente. Cierra la puerta detras de él.

El doctor me dice que tome asiento. Él se sienta detrás de su escritorio en una silla con unas pequeñas rueditas en las patas.

  - Es sobre su padre... - Empieza a decir el doctor.

  - ¿Qué ha pasado?

Suspira y pone sus codos en el escritorio. Entrelazando sus dedos.

  - Debe de tomarlo muy bien, señorita Wilson. - Aclara su graganta - Su padre tiene un cinco porciento de que sobreviva.

Toda la sangre se me baja. Me pongo fría. Palida.

Diario sobre mi amor | H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora