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Luego de esa noche, a la mañana, Yuri se despertó y se levantó de su cama sin recordar que Viktor había puesto su futón justo debajo. Al bajar de su cama, sin fijarse donde estaba pisando, despertó a Viktor con un susto, ya que lo había pisado.

Yuri! ¿Qué pasó? ¿Qué hora es? ¿Y Maccachin?.- Dijo el albino despertándose de golpe por el pisotón. ¿Es muy tarde? ¿O muy temprano? Me asustaste!.- Le dijo al de ojos oscuros.

V-Viktor! Perdoname! Me había olvidado completamente que estabas aquí .- Le contestó. Poco a poco fue notando que detrás de Viktor se encontraban todos sus posters ¿y si lo notaba? ¿Ya se dio cuenta?.- Empezó a pensar y darle vueltas a un pequeño problema que se podía resolver con tan sólo quitarlos de la pared.

Intentó distraer a Viktor diciéndole que vaya al salón y que luego iba a ir él para prepararle el desayuno y que de paso buscara a Maccachin. Cuando salió de la habitación, Yuri pegó un portazo cerrándola y apoyándose sobre ella para que el albino no pueda abrirla.

Rápidamente, corrió hacia el lugar donde se encontraban los posters y los quitó de un manotazo. Ahora sí, más tranquilo, los guardó y se dirigió a la sala, donde se encontraba Viktor. Este lo miraba pensativo y de vez en cuando soltaba pequeñas risas que desconcertaban al de ojos cafés.

Crees que no me di cuenta?.- dijo el albino entre risas. -Los vi según entré, además, no hace falta que los quites, lo encuentro bastante tierno.- musitó sonrojando a Yuri que cubría su cara por vergüenza.

¿Qué quieres para desayunar?.- Yuri intentó cambiar de tema rápido, la verdad no sabía disimular muy bien.

Viktor soltó una carcajada, el moreno le parecía demasiado tierno y lo acababa de conocer.

Un , por favor.-le contestó. - para la próxima intenta encontrar una respuesta.- dijo sonriente mientras buscaba a su perro.

Yuri cada vez se sonrojaba más, parecía una especie de tomate con lentes, ¿Qué me pasa?.- pensaba mientras preparaba el té de Viktor y el suyo. Mientras tanto, Viktor jugaba con Maccachin para entretenerlo y luego se sentó en la mesa junto a Yuri para desayunar.

Hablaban de distintos temas, se reían y Viktor jugueteaba de a poco sabiendo que Yuri se ruborizaba rápido. Cada vez sabía más ha cerca de él, conocía su comida favorita, su habitación, lo que sentía cuando patinaba, hasta sabía que hablaba en sueños, lo que le pareció buen tema de conversación, ya que lo había escuchado hablar sobre él la noche anterior.

Yuri, cuentame sobre lo que soñaste anoche, es pura curiosidad.- aclaró el albino para que no sospechase. Quería ver si lo que decía mientras dormía eran sólo sueños o en realidad eran cosas coherentes.

Mucho más que simple admiración {Viktuuri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora