había pasado una semana más, el Grand Prix estaba cada vez más cerca. La familia de Yuri todavía estaba fuera de casa, hace poco lo habían llamado para anunciarle que volverían en 3 semanas más. El morocho se sentía algo desanimado por la ausencia de estos, pero quería que su familia disfrutara de sus merecidas vacaciones. Aunque sus familiares estén de viaje, no estaba totalmente solo, tenía a Viktor a su lado, quien le hacía recordar que él estaba ahí para animarlo y apoyarlo en lo que sea.
Como de costumbre, Yuri despertó primero, y aunque no lo hiciera intencionalmente, le dio un golpe a Viktor, despertándolo. El albino ya no se asustaba por los golpes, lo único que hacía era reírse y aceptar las disculpas diarias del de ojos cafés.
Tu forma de decir "buenos días" es algo extraña, Yuri.- bromeó el albino riendo mientras se dirigía a la cocina para preparar sus desayunos.
Perdón, otra vez.- respondió Yuri entre risas mientras acomodaba la mesa. -Es algo tarde, deberíamos apurarnos para podes aprovechar el día- comentó el japonés.
Tienes razón, sólo quedan dos semanas para la competencia en China del Grand Prix, deberíamos aprovechar el tiempo que nos queda para pulir algunas cosas.- le contestó pensativo mientras le servía su desayuno y se sentaba junto a él.
Desayunaron tranquilamente mientras hablaban de los programas, los saltos, los pasos y los trajes, todavía faltaba decidir qué traje se pondría para el programa libre, el cual bailaría con una canción hecha especialmente para él, pero que aún no tenía nombre. Luego de desayunar y arreglar todo, se dirigieron hacia el Ice Castle, como todos los días.
Mientras Yuri practicaba la coreografía de la canción "Eros" Viktor lo iba frenando y le decía lo que podía mejorar o hacer de otra manera, de esa forma lograrían pulir los últimos detalles de aquel programa. Después, practicaron juntos el programa libre, cambiaban pasos, decidían los saltos que realizaría y, como hicieron anteriormente, pulían simples detalles que podían llegar a darle la victoria. Luego, decidieron frenar para tomar algo de agua y descansar.
¿Ya le pusiste nombre a la canción?.- comentó Viktor mirando al moreno. - Es una pieza hermosa, el nombre debería concordar.
Yuri miró fijamente a los ojos del albino y rápidamente escribió sobre el CD con un marcador "Yuri con ICE". Esa pieza estaba hecha especialmente para él, representando su vida y su mayor pasión, el patinaje. Describía cada momento con gran exactitud, sus comienzos, la gran elegiría que sentía al patinar, cuando logró llegar al Grand Prix Final con esfuerzo, la derrota, su angustia por sentir decepcionar a su familia, y luego, casi al final de la canción, cuando llegó Viktor a su vida para ser su entrenador, cuando cumplió su sueño de conocerlo y su carrera fue en forma ascendente, cada vez mejor.
Amaba esa canción, le traía a la mente miles de recuerdos, tanto felices como tristes, y poder expresar su vida en un programa con esa canción lo emocionaba, y mucho más si había sido Viktor quien coreografiaba dicho programa.
Es el nombre perfecto.- comentó el albino con una sonrisa en el rostro. - Vamos, Yuri, sigamos practicando. - dijo mientras le extendía su mano al morocho, el cual aceptó su propuesta y tomó su mano con una sonrisa.
Estuvieron la mayor parte de la tarde allí, lo que provocó el cansancio en ambos y decidieron dar un paseo por aquella playa, se sentaron cerca de la costa y decidieron pasar lo que quedaba del día en ese lugar. Viktor no podía evitar recordar esa escena y aquellas palabras, "Por ahora" ¿y si intentaba otra vez?
Yuri.- dijo con voz clamada captando la atención del moreno. -¿Qué quieres que sea yo para ti?.- quería volver a repetir ese momento, pero con un final mejor.
Esas palabras sonrojaron al instante al de ojos cafés, ya sabía a dónde se dirigía esa conversación y también sabía cuál iba a ser su respuesta, esta vez lo tenía claro. Se limitó a sonreír y dejar hablar al albino.
¿Una figura paterna?.- prosiguió
No.
¿Un hermano? ¿Un amigo?
No.
¿Tu novio, entonces?.- preguntó finalmente
Claro que sí.- respondió al borde de las lágrimas el morocho con una sonrisa gigante en el rostro.
No podía creerlo, ¿eso estaba pasando de verdad? Nunca se lo hubiera esperado, es lo que estaba deseando y, aunque se hayan conocido hace relativamente poco, algo hacía que estuvieran unidos. Esto es como aquel cuento del hilo rojo, el cual une a dos personas que están destinadas a terminar juntos, aunque también podía llamarlo destino. No se iba a estancar pensándolo, simplemente era el mejor momento de su vida con diferencia.
Viktor abrazó instintivamente a Yuri al ver que este estaba llorando, sabía que estaba pensando exactamente lo mismo. Sin darse cuenta, él también estaba llorando. Eran lágrimas de felicidad, habían esperado tanto ese momento, sólo podían expresar su emoción mediante ese modo. Simplemente no se podía expresar con palabras, eran lágrimas de amor.
Por favor, nunca te vayas de mi lado.- dijo el morocho con las mejillas mojadas y una sonrisa que no se podía comparar con nada en el mundo.
No lo haré.- le respondió antes de darle un beso tan dulce como duradero, para luego terminar en un abrazo, eso era lo que sellaría ese momento mágico.
Caminaron por la playa tomados de la mano para volver a casa. Prepararon la cena, comieron y fueron a la habitación de Yuri, como ya era costumbre, se quedaron hablando, y entre risas y besos, se quedaron dormidos, abrazados.
Pasaron de no ser nada a ser todo para la vida del otro, como ellos creían, era exactamente como aquel cuento de hilo rojo, algo los unía, ese algo logró crear una relación esperada por ambas, ese algo unía sus almas, como si estuviera escrita su historia, pero la realidad es que ellos mismo iban escribiendo algo tan bonito como su relación, habían nacido para hacer historia.
La palabra "pareja" aún sonaba rara para ambos, aunque les gustaba por fin poder llamar así al otro. Lo que ellos tenían era un deseo, un deseo de unirse por un simple lazo llamado "relación", lo cual significaba mucho para los dos. Así era como comenzaba su historia, la que apenas empezaban a escribir en las hojas del destino, juntos.
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Mucho más que simple admiración {Viktuuri}
FanfictionYuri Katsuki es un patinador que admira a la gran leyenda viviente, Viktor Nikiforov. O creía que únicamente era simple admiración. Cuando sus caminos chocaron, fuertes sentimientos nacieron en ambos, como si se enamoraran con la primer mirada.