Mucho más que simple admiración {Viktuuri}

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Por fin se encontraban en el avión que los llevaría a Rusia. Descansaron un poco cuando estaba empezando el despegue y, cuando llegaron, se dirigieron a la habitación del hotel en donde se alojarían. Se fueron inmediatamente hacia la pista donde se realizaría el último evento antes de la gran final del Grand Prix. Los esperaban rivales nuevos con muchísimo potencial que demostrar, a diferencia de la copa en China, no tenía ni un rival "amistoso".

Existían dos rivales realmente importantes para el japonés.

El competidor más temible para Yuri en ese momento era el ruso de 15 años, Yuri Plisetsky, quien aparecía en su primer debut como senior.  El chico solía ser compañero de pista de Viktor, el cual conocía todos sus pasos a la perfección y temía que algún día llegara a superarlo.

Tras el viaje inesperado del albino hacia Japón, el quinceañero de cabellos dorados decidió seguirlo para que este cumpliera una promesa, debía crearle programa corto para su primer debut en el Grand Prix. Mientras ensayaba con el japonés, el rubio llegó de sorpresa y reclamó que cumpliera lo que había prometido hace unos años atrás. Viktor ante tal situación decidió coreografiar los programas de ambos Yuris usando la misma canción en arreglos diferentes y significados contrarios,usando las personalidades de cada uno en contra para desafiarlos a probar algo nuevo.

Yuri Plisetsky, apodado "Russian Punk" por los medios visuales y "Yurio" por su viejo compañero de pista, tenía un carácter fuerte a la vez que intenso, era de gritar y patear a medio mundo cuando se enfadaba, prácticamente la mayoría del tiempo.

En cambio, Yuri Katsuki, apodado "Katsudon" por ambos rusos, era de un carácter tranquilo y tímido, una persona con miles de inseguridades y ansiedades, las cuales le provocaban ataques de pánico y depresión constante. A pesar de todos aquellos defectos en el japonés, tenía un corazón de oro. Siempre luchaba por el bienestar y la alegría de su familia, a veces sacrificando la suya para poder ver felices a las personas que amaba.

Viktor cambió todo esto, intercambio los significados de las canción "Ai ni tsuite" según sus personalidades dejando al japonés con "Eros", el significado del amor sexual sin sentimientos que sólo trataba de saciarse de placer, y al ruso con "Agape", el significado del amor inocente e inesperado en el cual se deja todo por las emociones, prácticamente guiados por el corazón.

Yurio no se sentía Agape y Yuri no lograba encontrar su Eros, hasta que se dieron cuanta de que el sentimiento estaría en una persona. Para el de ojos cafés, su Eros era Viktor, su entrenador, su pareja, el que lo alentaba y calmaba sus ataques de ansiedad,  el que le enseñó que hasta la luz más grande se puede apagar de la nada, pero con ayuda puede volver a brillar como nunca, y para el de ojos verdes, su Agape era su abuelo, el cual lo acompañó a todas sus presentaciones desde que era pequeño luego de la muerte de su madre, le veía como un ejemplo a seguir y una figura paterna.

Una vez creados ambos programas, deberían utilizarlos en el Grand Prix, donde demostrarían junto con sus encantos y actitudes contradictorias quién era el más fuerte.

En la lista de los rivales de Yuri, seguía el canadiense Jean Jacques Leroy, de 20 años de edad apodado "JJ" por todos sus admiradores y compañeros de pista. Viene de una familia llena de patinadores reconocidos, sus padres fueron campeones del Grand Prix por parejas y su hermana menor ya estaba clasificada en la final de dicho evento en categoría Junior.

Un patinador con muchísimo talento, gracias a sus programas y a la fama de su familia logró ser reconocido mundialmente y cumplir los sueños y expectativas de los que más quería. En este caso, la canción con la que realizaría su programa corto estaba hecha por un gran grupo canadiense dedicada hacia él, diciendo que, si lo siguen, llegarán a lo más alto.

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Yuri estaba pensativo, desviaba la mirada cuando el albino lograba captar su atención, lo cual lo desconcertaba. Tenía una cara seria y caminaba a paso firme por los lugares de alrededor de la pista de patinaje esperando para entrar. No dijo ni una palabra, se limitaba a rodear un mismo espacio una y otra vez. Viktor, algo extrañado por la situación comenzó a pensar qué podría estar pasándole al japonés, decidió no preguntarle para no incomodarlo y sacarlo de su ambiente con un silencio desgarrador, pero el estado de Yuri empezaba a incomodarlo.  Existían varios problemas posibles, podría ser ansiedad, angustia, nervios o simple miedo que atormentaba al de ojos cafés y no lo dejaba estar tranquilo.

Luego de un rato, llegaron, de a poco, sus rivales y comenzó el entrenamiento general.  Primero llegó el competidor más joven de todo el torneo, el ganador del oro en las ultimas competiciones en categoría junior, el ya mencionado Yuri Plisetsky. Luego, llegaron Seung, y  Michele, acompañado por su hermana Sala y por Emil, y por último llegó JJ acompañado de sus padres, los cuales entrenaban a su hijo y siempre lo apoyaban en toda competencia.

Mientras sus compañeros practicaban sus programas, el japonés sólo los veía con una mirada fría y observadora, como si los estuviera desafiando, lo cual incomodó a la gran mayoría del grupo. No podía negarlo de ninguna manera, estaba actuando demasiado extraño, como si no fuera él. Viktor llegó a la conclusión de que únicamente estaba probando a sus rivales, cosa que era bastante predecible en una persona segura, pero era difícil de descifrar en alguien lleno de complejos como Yuri. El único que conocía las facetas de sus nervios era el albino, el cual sabía por la situación por la que estaba pasando y  lo entendía a la perfección aunque no haya mencionado el tema, ciertamente, con una simple mirada bastaba para saber que tenía todo su apoyo.  La presentación estaba a punto de comenzar, de a poco las butacas se fueron llenando de personas con banderas de diferentes países y alentando a los 6 patinadores que se enfrentarían en esa pista. Yuri iba a patinar ante último, tenía tiempo para seguir pensando y despejar su mente en un espacio alejado a los periodistas y a las cámaras.