Mucho más que simple admiración {Viktuuri}

13, parte 4/4

una vez en la pista, acompañados de todos los finalistas y sus respectivos entrenadores,  Yuri decidió prepararse rápidamente y salir a la pista para tener más tiempo para practicar.

Cada uno repetía su programa una y otra vez sin descanso, el cansancio se notaba en sus rostros, pero aún así seguían patinando.

A pesar de sus ganas de conseguir la victoria, Yuri se notaba tranquilo y nada cansado gracias a haber dormido anteriormente. Practicó su programa un par de veces más y se retiró de la pista junto a Viktor, quien le repetía que debería seguir descansado, aunque le impresionara su tranquilidad constante.

El japonés lo ignoró y se dirigió hacia él con una sonrisa, para luego depositar un beso en su mejilla. Yuri tenía una sorpresa, por lo tanto le propuso salir a conocer Barcelona, a lo que Viktor aceptó algo confundido. 

Una vez abandonaron la pista, se dirigieron hacia el hotel en el que se alojaban para dejar sus cosas y partir rumbo a las atracciones turísticas  que se encontraban allí. Como siempre, Yuri llevaba su pequeña mochila con una cámara, sus patines y su teléfono celular. 

Aunque Yuri no conociera mucho de esa ciudad, comenzó a dirigir a Viktor gracias a unas indicaciones que le había dado Pichit para ayudarlo con su plan. Quería que ese día fuera especial para ambos, así que se dispuso a disfrutarlo sin importar lo que pase.

Viktor conocía casi perfectamente cada rincón de Barcelona, había estado allí repetidas veces, pero prefería que Yuri lo guiara, seguramente tendían un lugar especial al cual ir.

Y así era.

Yuri lo llevó a dar algunas vueltas por la ciudad, hasta que por fin llegaron a la Catedral. El pequeño destello de las luces blancas iluminaba el rostro de Viktor junto con sus ojos, que brillaban con la misma intensidad por la belleza de aquel lugar.

Situados en la puerta de aquel gran monumento, presenciando un pequeño coro cantando una canción de amor al unisono. El color semi rojizo adornando el cielo y el contraste rosado de las nubes le daba un toque especial a ese momento.

Sin hacerlo esperar mucho más, Yuri tomó las manos de Viktor y comenzó a hablar algo que parecía completamente preparado, pero en realidad era algo inventado en ese momento, lo que salía de su corazón. 

Tú, Viktor Nikiforov, mi ídolo y persona más amada me has enseñado a vivir sin miedo. ¿Sabes? Pienso que nunca lograré agradecerte todo lo que me has dado, al fin y al cabo me diste tu más grande y sincero amor. Sólo puedo darte el mío, a manera tímida y algo complicada de hacerlo.- comenzó hablando mientras las manos que tomaban las suyas empezaban a temblar.- Te amo, no encuentro otra manera de decirlo, te amo, no sé como pudiste fijarte en alguien como yo, siendo que tú eres la persona más querida en el mundo del patinaje artístico, yo, no soy casi nada.- comentaba con una sonrisa melancólica mientras soltaba las manos del contrario y buscaba algo en los pequeños bolsillos de su pantalón.- Pero quiero serlo, quiero ser alguien para ti. Quiero ser la única persona que pueda decir que te ama.