El día estaba por comenzar, la luz tenue del amanecer iluminó el rostro del japonés, quien se despertó gracias a esto. Dejó dormir unos minutos más a Viktor y se levantó de la cama cuidadosamente para no perturbar su sueño. Yuri se acomodó sobre la orilla pasando las manos por sus ojos y buscó sus lentes sobre la mesa de luz a su lado, para luego dirigirse hasta al baño, para lavar su cara y dientes y acomodar su cabello revuelto, el cual no era muy difícil de manejar. Después de eso, fue hacia su maleta, arreglando el desorden y buscando algo limpio qué ponerse. Una vez listo y bien vestido, dirigió hacia donde estaba Viktor para despertarlo con una dulce voz, diciendo que ya amaneció y que tendrían que bajar a desayunar, o de lo contrario, pedir servicio a la habitación. El albino despertó abriendo suavemente sus ojos y clavando la mirada en el rostro del japonés, quien seguía cerca de él susurrándole al oído para despertarlo. Yuri le regaló una sonrisa y posó sus labios junto a los de Viktor, a modo de saludo de "Buenos días".
Una vez Viktor logró quitarse el cansancio, se dirigió hasta el baño y lavó su cara y dientes, aunque no se percató de su cabello, el cual seguía alborotado y mal acomodado. Yuri, al notar esto,soltó una pequeña risa y se acercó hacia él para arreglarle el pelo con sus dedos. Aunque su cabello estuviera revuelto, los mechones que tapaban el ojo izquierdo de Viktor estaban intactos, no pudo evitar levantarlos para poder ver al albino con otro peinado. Acomodó todo su pelo hacia atrás, como este lo hacía para sus presentaciones, deslumbrándose por el atractivo del ruso. Dirigió su mirada hacia los ojos de Viktor, quien lo miraba confundido y algo dormido. Sus ojos eran preciosos, de un color azúl suave, mezclándose y haciéndose cada vez más oscuro. Aquellos orbes lo calmaban, en cierta parte, le recordaban a la playa de Hasetsu, su lugar de tranquilidad al cual acudía cuando estaba confundido, ansioso, o simplemente necesitaba algo de paz y silencio. El albino aún lo miraba confundido, se había quedado embobado mirándolo. Los ojos de Yuri brillaban y se iluminaban, hasta que logró salir de su trance y por fin acomodar su cabello como siempre lo llevaba.
Una leve risa salió de los labios de Viktor, quien se separó de Yuri y lo guió hacia la puerta de la habitación para bajar a desayunar en el hotel. Bajaron por el ascensor para no tardar tanto, jugando con sus múltiples reflejos en los espejos que se encontraban allí. Una vez en el comedor, pidieron algo liviano, una taza de café para ambos, un par de tostadas y mermeladas de diferentes sabores. Se sentaron a esperar su desayuno y decidieron empezar a marcar la ruta por donde irían, ya que la ultima vez que salieron por Rusia habían vagado por las calles mirando tiendas. Esta vez, Viktor lo llevaría por los lugares de turismo más hermosos que haya visto, además de tiendas de ropa, restaurantes, parques y atracciones. Quería que disfrutara al máximo el ultimo día que estaría allí antes de viajar hacia Barcelona. Amaba salir con él, en cada lugar que visitaban lo hacía, pero se estaba volviendo algo monótono, siempre hacían la misma rutina, así que esta vez, aunque Yuri haga un puchero no pasarían a comprar paletas como hacían siempre. En su lugar irían a una pista de patinaje cerca del centro para patinar juntos por diversión y no como alumno y entrenador.
Viktor tenía pensado llevarlo a ver paisajes preciosos que conocía y que sabía que le encantarían antes de pasar por el restaurante. En un pequeño mapa le fue marcando a Yuri por dónde irían, sin mencionar los paseos por algunos parques y la pista de patinaje. Cuando terminaron su desayuno decidieron volver a la habitación para acomodar algunas cosas, sacar sus celulares y una cámara que Yuri siempre llevaba en su mochila. Se prepararon para salir y bajaron nuevamente para poder salir del hotel. Se dirigieron hasta la salida y Yuri acomodó su mochila, buscando su mapa para guiarse junto con la ayuda de Viktor. Caminaron por varias calles pasando por tiendas, el albino le pedía a Yuri que se probase algo de ropa nueva, aunque Yuri se conformaba con su cómoda playera color negro. Aceptó y se cambió de vestimenta mil veces, teniendo el criterio de su pareja, quien siempre le decía que se veía fantástico aplaudiendo de emoción por comprarle muchas prendas diferentes. Finamente salió del local con unos jeans azules oscuros, una camiseta color blanco y una camisa azul y negro atada a la cintura, junto con unas zapatillas negras. Viktor lo cuidaba demasiado según su vestimenta, ya que amaba verlo vestido de diferentes maneras, aunque todas le encantaban.
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Mucho más que simple admiración {Viktuuri}
FanficYuri Katsuki es un patinador que admira a la gran leyenda viviente, Viktor Nikiforov. O creía que únicamente era simple admiración. Cuando sus caminos chocaron, fuertes sentimientos nacieron en ambos, como si se enamoraran con la primer mirada.