Mucho más que simple admiración {Viktuuri}

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A la mañana siguiente, Yuri se despertó algo cansado, notó que tenía sus lentes puestos, lo que le indicaba que se había quedado dormido sin acomodar nada. Era temprano, demasiado para su gusto. Se había despertado a las 05:00 am. Decidió seguir durmiendo hasta que sonara la alarma de su celular, así que dejó sus lentes en la mesa y se dio la vuelta para quedar del otro lado de la cama, cuando se encontró con el albino enredado entre las sábanas, no se alarmó ya que estaba medio dormido, lo único que hizo fue ignorarlo.

Viktor, al darse cuenta de que Yuri se dio la vuelta, lo atrapó en un abrazo aprovechando que este estaba dormido y no se daba cuenta. Se quedaron dormidos así hasta que sonaron las alarmas de sus celulares, despertando al japonés.

VIKTOR! MIRA LA HORA, YA ES TARDE!.- Le dijo alarmado al ruso pegando un salto de la cama sin darle importancia al abrazo que seguía aferrando a Viktor de él, tirándolo al suelo

Todos los días vas a despertarme con un golpe?.- Le preguntó con una pequeña risa y una mano en la cabeza, donde se golpeado.

Otra vez, perdón Viktor, no sabía que estabas dormido justo al lado m- .- Se le entre cortaron las palabras y se notaba que el rubor de sus mejillas iba aumentando. -Espera, ¿Qué?.-  dijo Yuri algo asustado, no recordaba mucho de lo que había pasado la noche anterior.

Tranquilo, Yuri. Volvimos a casa después de patinar y nos quedamos dormidos mientras hablábamos, no pasó nada más que eso.- Le contestó el albino con una voz tranquilizante intentado calmar al japonés mientras intentaba levantarse del suelo por la caída.

Ese no es el tema ahora, después lo hablamos. Es tarde, tenemos que seguir practicando, se acerca la competencia nacional.- le dijo Yuri que parecía estar algo apurado, se le notaba en la expresión de su rostro, además del nerviosismo por haber despertado abrazando a Viktor, como de costumbre, volvió a evitar al de ojos claros y sus explicaciones.

Luego de desayunar, se dirigieron al Ice Castle, practicaron un par de horas y decidieron salir a caminar. Fueron a la playa, a un lugar donde no transitaba mucha gente, de hecho, ellos dos estaban solos. Se sentaron en una orilla a admirar el mar, era tan relajante.

¿Qué quieres que sea yo para ti?.- Preguntó el albino con curiosidad. - ¿Una figura paterna?

No.-Respondió el chico de ojos cafés.

.-¿Un hermano? ¿Un amigo?

No.- Quería que siga preguntando, a ver hasta donde llega.

... ¿Tu novio, entonces?.- Se podía ver el color de sus mejillas incrementar mientras hacía esa pregunta.