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Yuri se había pasado todo el día practicando, era su último día para practicar antes de la competencia, verdaderamente no quería fallar. Se había levantado temprano e intentó no despertar a Viktor, no quería practicar con él, quería que viera sus encantos en el momento justo, cuando presentara el programa.

Cuando Viktor despertó y notó que Yuri no estaba, pensó que había ido a preparar el desayuno, pero no era así. Lo buscó por todo el hotel y seguía sin rastros del chico de ojos cafés. Como conocía bien al japonés, sabía que cuando estaba nervioso le gustaba practicar sólo. Supuso que se encontraba en el Ice Castle y decidió no ir para no molestarlo.

Se dirigió a la cocina y preparó un té, era la primera vez desde que estaba en Japón que desayunaba sin Yuri, su única compañía era Maccachin, aunque se encontrara dormido a un lado de la mesa. El silencio invadía el salón, no había nadie, Viktor estaba sólo con sus pensamientos.

¿Yuri estará nervioso?.- Dijo para si mismo. - Y si lo está, ¿Por qué ahora?.- se preguntaba el albino mientras terminaba su desayuno. Sólo podía pensar en el japonés, sabía qué era el problema de sus nervios, también sabía cómo solucionarlos, pero no sabía su iba a funcionar de la misma manera.

¿Los aplausos del público lo calmaran?.- Ya tenía un plan en mente. -Quizás lo pongan más nervioso, pero por intentar no pierdo nada, espero.- Decía mientras se dirigía a donde se encontraba Yuri para verlo patinar sin que este se de cuenta.

Cuando llegó, se ocultó detrás de una de las vitrinas para que el moreno no se diera cuenta y lo suficiente como para poder observarlo. Logró ver a un Yuri totalmente diferente, estaba más concentrado de lo normal, sus pasos y saltos eran perfectos y sus expresiones eran más seductoras que nunca, no podía creer lo que veía.

Viktor conocía a Yuri de una manera muy tierna y no tan intensa, pero lo que había visto es esa pista de patinaje no se parecía en nada. Era todo lo contrario, el japonés daba pasos seductores, miradas asesinas y saltos tan expresivos que ruborizaron al instante al de ojos claros. Él era de patinar muy suave, se dejaba llevar por los sonidos, en cambio, con esa imagen mostraba cómo controlaba la música y daba la impresión de que él la creaba con sus movimientos mientras patinaba.

Cuando terminó la actuación de práctica de Yuri, tomó un poco de agua y se dirigió donde se encontraba Viktor.

Te había notado, sabía que estabas aquí. Eres bastante malo para ocultarte.- Le dijo entre risas al ruso que seguía ruborizado por aquella actuación tan majestuosa.

¿Qué es lo que estas preparando, Yuri?.- Musitó el ruso con una voz calmada e intensa a la vez, pero el japonés no iba a ceder tan fácilmente.

Lo verás mañana, no sabes lo que te espera, Nikiforov.- Le respondió con una sonrisa pícara mientras se iba en dirección a la salida del Ice Castle.

Mucho más que simple admiración {Viktuuri}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora