Multa

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Gimnasios de la WWE

Dos días más tarde la estancia en Texas terminó y cada uno volvió a su hogar. En el centro fotográfico de la WWE se cocía mucho movimiento: Vince y los jefes técnicos encargados de los pósters y del patrocinio de marcas estaban revisando los nuevos paquetes de TapOut que habían llegado allí. Luchadores como Kevin Owens, Charlotte, Sasha Banks, Big Cass y Sami Zayn eran los receptores de las fotos que les habían tomado en Texas en un reportaje deportivo.

Miraron los paquetes y los separaron para cada luchador, pero por allí también andaba AJ, Bayley, Becky y Dana Brooke, curioseando en exclusiva las fotografías de sus compañeros. El patrocinador de TapOut tenía a Charlotte como clara favorita femenina, adoraba su cuerpo escultural. Fue la escogida para ir de viaje con él a repetir otros nueve reportajes, y por ello Vince se quedó mirando sus fotos con más interés.

Patrocinador: Creo que en mi compañía hemos perdido la cuenta de cuántas mallas deportivas le hemos enviado este año, pero nada es suficiente. La publicidad que hace en sus piernas es mucho mejor de la que hemos conseguido en años.

Vince: Sí. Además, es bastante guapa.

El proyector iluminó el rostro de Charlotte y todos quedaron eclipsados por semejante belleza.

Sami retiró rápido la vista de la pantalla, pero AJ se quedó observándola largo y tendido: ¿por qué parecía un ángel? Se quitó los guantes asqueado de sí mismo, de lo que podía sentir por semejante cabrona

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Sami retiró rápido la vista de la pantalla, pero AJ se quedó observándola largo y tendido: ¿por qué parecía un ángel? Se quitó los guantes asqueado de sí mismo, de lo que podía sentir por semejante cabrona.


Exterior


Styles: Venga ya, AJ, eres mejor que esto —murmuró ya en el exterior, solo, expulsando algunas caladas. La vio entrenar a través de las ventanas. Estaba con Heath Slater, nunca se había fiado mucho de aquel sinvergüenza. Casi parecía que tonteaban, pero lo que más odiaba era verla sonriente y aparentemente contenta después del altercado que habían tenido hacía dos noches. Suspiró y tiró la colilla a la acera, dispuesto ya a entrar. Pasó al servicio masculino y se lavó la cara para despejarse.

Le costaba hacer tandas con ella a metros de distancia, sin mirarse, sin hablarse. Era como revivir el maldito pasado de ella con Zayn, no quería ser igual que él y estaba quedando peor. El gimnasio empezó a vaciarse y la cosa todavía empeoró más, porque sentía que ni siquiera se esforzaba en no mirarle. De vez en cuando la pillaba observándole de lejos o a través del espejo, reconocía ese celeste de sus ojos y era él quien apartaba la vista.

"Quién te ha visto y quién te ve, pareces una estúpida colegiala" se insultaba a sí mismo. De repente, de tanto pensar en memeces, la fuerza se le vino encima y notó que la barra se le caía sin poder quitársela.

Verdugo ( Problemáticos II )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora