La sutura de la brecha

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(Este es el último episodio dedicado a la relación de Randy y Becky. El final deducido se explica mejor en "Dolor" y algunos ya lo conoceréis. De aquí en adelante me centraré en la relación tortuosa entre AJ y Charlotte.)


Apartamento de Charlotte

Charlotte: AJ es un hombre como el resto; el lenguaje que mejor entienden los hombres el sexual.

Becky: A mí eso no me serviría de nada. Tampoco es que pueda provocarle mucho antes de que sea él quien me lo quite todo.

Charlotte: No te sigo.

Becky: Que si no me está controlando todo lo que hago está quitándome la ropa, básicamente. Sólo sabe ponerse celoso y luego, cuando ya se le pasa todo el cabreo, quiere desfogarse.

Charlotte: Espera espera -rio algo extrañada, sentándose mas cerca de su amiga- ¿llegáis a arreglar las cosas antes de acostaros?

Becky: Sí, pero porque tengo que acabar dándole la razón.

Charlotte: Hm...

La pelinaranja se recostó sobre el sillón, resoplando y mirando al frente. Se acordó de una escena desagradable y se obligó a contársela.

Becky: Sinceramente a veces me trata... no sé, como si solo estuviera ahí para servirle sexualmente. No puedo salir ni a la calle sin pedirle permiso.

Charlotte jugaba con una horquilla cerca de sus labios, manteniéndose en silencio. Parte del comportamiento de Randy le parecía justificado, fruto de su propia personalidad. Pero el hecho de ver cómo a Becky le estaba costando hablar del tema la estaba incomodando.

Becky: Ni salir a la calle, ni hablar con nadie que no sea él, ni tener amigos... no puedo hacer nada, sólo estar con él. Si alguien me saluda por la calle se cabrea, tía, ¿te lo puedes creer?

Charlotte: Menudo imbécil.

Becky: Ya...

Charlotte: Escondes algo más, ¿no es cierto?

Becky: Las peleas con él es algo a lo que no estoy acostumbrada... he pensado mucho antes de llamarte, pero creo que tengo que contárselo a alguien. O sino voy a reventar, solo quiero saber si es normal o soy yo la rara.

Charlotte: Tengo un mal presentimiento -alzó las cejas y volvió a acercarse la lata de cerveza. La luchadora pelirroja tomó aire y se trató de serenar antes de hablar.

Becky: El otro día, por ejemplo. Mi ex de la MMA vino a visitarme, somos buenos amigos. Cuando Randy lo vio lo cogió del pescuezo... y... no sé qué hablaron, pero cuando volvió tenía las manos calientes. Ya no ha vuelto hablarme por móvil. Después...

Charlotte: ¿Después...?

Becky: Me vino a buscar a la cocina -resopló al llegar a la escena que más le costaba explicar, y gesticuló un poco con las manos- me agarró del brazo de tal forma que... a ver -una pelea consigo misma se abría en su cabeza, por una parte no quería exponer la parte más animal de Randy, y por la otra sentía que esa era la oportunidad perfecta- me lo retorció... se me pegó tanto que creía que iba a pegarme.

Charlotte: ¿Te pegó? ¿Él? -preguntó con los ojos visiblemente más abiertos. Parecía estar cada vez más atenta.

Becky: Sí, lo ha hecho otras veces... no lo hace fuerte, pero cuando me agarra o me empuja me siento mal. -Tomó aire y notó que el nudo se le había formado en la garganta. No podía hablar ni recordar el tema sin sentir ganas de llorar- Bueno... él cree que tiene que dosificar el temperamento, y nunca lo hace, son palabras en el aire. Siempre hay una nueva excusa para enfadarse conmigo y estoy muy nerviosa cada vez que está cerca de mí, estoy en tensión. Te lo juro... no sé qué hacer.

Charlotte: No puedo creerme que hayas tardado meses en contarme algo así. Y que te hayas dejado embarazar por semejante subnormal.

Becky: ¡Charlotte, tú...! Tú lo tienes muy fácil, tienes a AJ que es un corazón andante, pero Randy es muy cerrado y no sabes las cosas con las que me ataca... verbalmente, es muy dañino. Pero también tiene un lado maravilloso. No sé cómo puede ser de esa manera y luego... me insinúa cosas que jamás me había dicho nadie, como si yo fuera una... no sé, una cualquiera que va a dejarle tirado por cualquiera que se me cruce. Y que soy una ordinaria, que aprenda a hablar bien.

Charlotte: ¿Cómo eres capaz de acostarte con él después de escuchar esas barbaridades?

Becky: Porque siento que ya no sé llevarle la contraria, simplemente le dejo hacer -al decirlo en voz alta se sintió extremadamente tonta y vulnerable. Una lágrima se desprendió de sus pestañas- Y le encanta dominar, le encanta hacer el amor... el "amor" de maneras desproporcionadas, que duelen y son incómodas, sólo piensa en satisfacerse.

Charlotte: Para follar, bien que está de buen humor, ¿no? Ese sinvergüenza va a escucharme -sin moverse del sillón sacó el móvil de su cazadora y empezó a marcar un número. Becky se abalanzó encima de ella y empezó a tirar del móvil.

Becky: ¡No! ¡Te lo he contado en confianza! CHARLOTTE, si se entera me... dios, por favor, no hagas nada... POR FAVOR.

Charlotte se quedó estupefacta al verla tan atemorizada, y poco a poco se fue retirando el móvil de la oreja.

Charlotte: Estás asustándome. Si eres una mujer maltratada deberías dar parte en la policía, quédate en mi casa el tiempo que necesites.

Becky: ¿Crees que no va a venir a buscarme? No puede perderme de vista ni dos segundos, y ahora porque no le queda de otra, está en la compañía... pero si llegara y no estuviera en casa es capaz de recorrer cielo mar y tierra para llevarme a rastras.

Charlotte: Já -se puso en pie rápidamente- que se atreva a atravesar esa puerta -andó por el salón, mientras señalaba con el dedo el portón- te aseguro que no sale de aquí sin unas esposas.

Becky: Mira, lo mejor es que vuelva a casa ya. Se está haciendo tarde.

Charlotte: Tú de aquí no te vas a mover. Se me ha antojado que te quedes a dormir.

Becky: Mañana tengo analítica... me pilla muy lejos.

Charlotte: Yo te llevo y madrugaré si hace falta. No me vengas con estupideces, ¿eh? A mí no tienes por qué buscarme excusas, está muy claro qué clase de novio es y que tú ocupas el rol de sumisa. Pero no voy a quedarme de brazos cruzados viendo cómo se ceba contigo... pst, con lo que tú has sido.

Becky suspiró y miró hacia otro lado. Nada de aquello podía ser bueno.

Becky: Estoy embarazada.

Charlotte: ¿Qué? -frunció el entrecejo- ¿otra vez? Si acababas de...

Becky: De perderlo. Pero no ha pasado ni un mes y me ha vuelto a dejar embarazada. El médico me dijo que es peligroso... apenas he tenido tiempo de recuperar mi organismo del aborto y ya estoy creando una nueva vida.

Charlotte: Oh, Bec... -todos los temas relacionados con embarazos y bebés tocaba la fibra sensible de la luchadora. Se acercó a ella y tocó suavemente su tripa, tratando de ser menos brusca a la hora de hablar- vale, encontraremos alguna otra solución. Creo que tienen buenos psicólogos en la compañía... psicólogos que pueden sanar auténticos problemas.

Becky: ¿... Y crees que eso será suficiente?

Charlotte: Lo que no quiero es intentarlo y que mientras tenga la terapia esté contigo, porque habrán más discusiones. ¿Sabe que estás embarazada?

Becky sintió vergüenza al tener que negar con la cabeza.

Becky: Si vieras cómo reaccionó en el hospital cuando perdí el anterior... no quiere saber nada de más bebés, está enfurecido. Además, es tan... impulsivo que... no tengo ni idea de cómo va a reaccionar, después de ver en lo que se está convirtiendo no quiero que el bebé tenga que vivirlo también.

La rubia suspiró y se inclinó a abrazarla, rodeándola fuertemente con los brazos. Notaba que estaba llorando y la besó en la mejilla.

Verdugo ( Problemáticos II )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora