Nochevieja
Esa misma noche Charlotte luchaba contra sus ganas de recaer en la misma porquería que la mandó al hospital, le tocaba la parte más difícil de la abstinencia. Tenía medicamentos para redimir sus ganas de tomar esteroides, pero como mucho le duraba una hora. Sumado a eso, lo que vio en la carretera entre AJ y la teñida hacía unas horas seguía dándole pesadillas, creía que se la había jugado para cobrarle todas esas veces que ella le había tratado mal. Volvía a sentirse sola y amargada, ni siquiera entregando los regalos a los niños pudo centrarse en algo bonito y producente de las fechas navideñas. Todo era horrible, siempre a peor, y tenía la sensación de que todo el mundo la odiaba.
Era el primer año que en su apartamento no montaba el árbol de navidad, todo estaba exento de decoración alguna. Ni siquiera había adornado la puerta. Por eso, al sentirse falta del dichoso "espíritu navideño" y ver continuamente las fotos de su familia, ex amigos y compañeros de trabajos juntos en fiestas o simplemente juntos, su moral se venía abajo de nuevo. La soledad la asfixiaba, nunca la había sentido tan arraigada a su día a día. Al final, derrotada, dejó el móvil a un lado y se ovilló en su sofá, pensativa y con los ojos un poco enrojecidos. Sólo quería que pasaran las horas... rápidamente... que se enterara de que era año nuevo por el brindis ajeno y los fuegos artificiales a kilómetros de su residencia.
La puerta sonó al instante y la hizo levantarse, extrañada.
Al abrir, vio al Fenomenal y tardó algunos segundos en reaccionar... no se sentía fuerte para darle un portazo, no a él.
Charlotte: AJ... no te esperaba.
Styles: Tengo un regalo para ti —entró sin preguntar, mirándola directamente a los ojos. Charlotte estaba tan sorprendida que se quedó observando el paquetito un poco extrañada.
Charlotte: Espera, espera, ¿qué haces? ¿Por qué entras?
Styles: Porque si te pregunto sé que vas a echarme. ¿Podrías escucharme?
La rubia cerró y se dejó caer en una silla, estaba bastante hecha polvo. Aún llevaba los tacones, la falda alta y blusa de haberse tenido que presentar en casa de Becky. Era como si un muerto en vida hubiese sido maquillado y vestido de la mejor manera, pero sin abandonar el aura de derrota.
Styles: No voy a quedarme, he quedado con alguien para cenar fuera —eso la hizo sufrir más, sintiendo cada frase como un mazo más fuerte en la cabeza. Trató de que al menos no se le notara tanto en la cara; se puso de pie y atrajo con los dedos el paquetito que había traído el luchador.
Charlotte: Vale... yo... ¿seguro que quieres hacerme regalos?
Styles: Ábrelo.
Retiró la cinta de raso y sus ojos asimilaron una belleza con mucho significado sentimental: no era la primera vez que tocaba la piedra preciosa, ni era la primera vez que AJ se la envolvía en regalo. Dentro de la cajita estaba el colgante de rubí rojo atornillado en oro que le regaló en las Maldivas, el que ella había roto. Coger la fina cadenita de oro entre los dedos suponía pura delicadeza. Charlotte lo dejó en la caja y cerró los ojos, sintiendo ya las lágrimas en ellos. Eso era demasiado, había ido muy lejos... y tenía muchas emociones acumuladas.
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Verdugo ( Problemáticos II )
أدب الهواةVerdugo / Problemáticos, volumen II. Paréntesis temporal entre las tormentosas relaciones de Becky Lynch con Randy Orton y Charlotte con AJ Styles. ¿Cómo empezó el noviazgo entre AJ y Charlotte? ¿Cuáles fueron los auténticos motivos de la ruptura e...