Esa pequeña bebé

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Al beber agua, como un pozo sin fondo, se notó mejor. Cerró la nevera y suspiró apoyada en la encimera. Una sombra la hizo sobrecogerse: AJ se acercó  y la tocó de la cintura. Lentamente la giró hacia él, cargándola y sentándola en la encimera para colarse en medio de sus piernas.

Charlotte miró hacia un lado pero él acercó su cara igualmente.

Styles: Nunca dudes de lo que pienso por ti, ¿estamos?

Charlotte: Te he dicho que no quiero hablar.

Styles: Entonces tendrás que escucharme. Sé que has intentado que estos días me sienta mejor y olvide cómo te has comportado, te lo agradezco mucho. Yo también intento olvidar la vez que me pegaste. De alguna manera una parte de mí te odia porque jamás podré hacerte sentir lo mismo que en esos momentos, para que sepas cómo se pasa en carnes.

Charlotte: ...

Styles: Y después de eso he seguido contigo. Si dudas de mi fidelidad la hemos cagado. Porque no voy a estar con una desconfiada, por muy embarazada que estés.

Charlotte reaccionó ocultando su cara en las manos rápido, sintiendo que iba a llorar con esa dosis de sinceridad. No podía evitar desconfiar de él, igual que de todo lo que le rodeaba. El Fenomenal le apartó las manos a la fuerza, mirándola llorar.

Styles: Sí, Charlotte, hablo en serio. Ya está bien.

Charlotte: No me puedes dejar, no me puedes dejar...

Styles: Sí que puedo. Y si no me crees ahora, voy al cuarto, recojo mis cosas y no nos veremos hasta que nazca la niña.

Charlotte: ¿Cómo puedes ser tan hijo de puta?

Styles: Te equivocas. Te lo he aguantado todo. Si fuera hijo de puta te habría dejado hace tiempo, pero no sin antes haberte humillado de las maneras más retorcidas que se me ocurrieran.

La mujer se secó las lágrimas como podía, seguía sin mirarle.

Styles: Rubia —la acarició de las mejillas, abandonando toda seriedad y acariciando sus labios con los de él— nunca dudes de mí cuando te digo lo que te amo, te lo repito. Nunca. —Charlotte asintió rápidamente.

Charlotte: Pero no me vuelvas a... no me dejes en casa preocupada, sin cogerme el teléfono y dejando que mi cabeza divague sobre lo que estás haciendo... no puedo evitar ponerme en lo peor.

Styles: He visto cómo te controlas ahora. Contando mentalmente para responderme, ¿no? Lo he sabido siempre.

Charlotte: ¿Ah sí?

Styles: Sí. Se te nota mucho que te estás mordiendo la lengua. Muchas veces te he provocado.

Charlotte: Oh, qué bonito...

Styles: Me has sorprendido mucho, en serio —se pegó más a ella, logrando que por fin le mirara sin apartar la vista—al igual que la rapidez en poner los platos del restaurante en nuestra vajilla.

Charlotte: Serás imbécil... tú eres el que sabe cocinar —sonrió ampliamente, empezando a reír a carcajadas. Así animó al Fenomenal, quien pegó su frente de a poco y metió las manos que tenía en los muslos bajo su delantal, rozándola más fuerte. Eso la hizo dejar de sonreír.

Charlotte: AJ...

Styles: Llevo mucho sin probarte, no creas que no lo noto...

Charlotte: Sí, pero estoy agotada, ¿sabes qué hora es?

Verdugo ( Problemáticos II )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora