El día de Navidad pasó sin pena ni gloria para la luchadora. El siguiente festivo serían las campanadas de Nochevieja, el fin de año estaba cerca. Había sido tan eficiente en su ámbito laboral que acabó las entrevistas, las luchas y cada mínima participación en eventos deportivos antes de lo esperado, completando la apretada agenda que le elaboró Vince McMahon. Ahora era literalmente libre. Los PPV se reanudarían después del nuevo año y todos tenían un plan.
Todos excepto Charlotte, que había llegado a la conclusión de que no iba a llamar a su padre ni a sus hermanos sabiendo lo que ya sabía en Navidad: si no querían verla y no necesitaban de ella, no quería ser más estorbo para nadie. Sabía por otras bocas y rumores confirmados que, a pesar de que AJ no estuviera formalmente con Bliss, las escapadas románticas eran constantes y se habían hecho regalos mutuamente. Sami felicitó a Charlotte por navidad y trató de tener un acercamiento, pero Flair se oponía a un retroceso en su situación sentimental. No podía recaer con Zayn y volver a hacer daño; después de todo destrozar un corazón sano era su más logrado pasatiempo. Quedó con Becky y con Nattie, pero poco más.
El día que despediría el año, se levantó temprano y salió a dar una vuelta sin compañía. Pasó por los centros comerciales y decidió buscar algunos juguetes para sus sobrinos y también para los mellizos de Becky. Se entretuvo por los grandes almacenes y al cabo de dos horas acabó llenando un enorme carro de compra hasta arriba. Si no podía gastarse el dinero en adultos, se lo gastaría en los niños, los inocentes que poblaban las casas. Y en ella misma. Al pasar por la caja, le atendió un altísimo hombre, maduro y fuerte, que compartía un parecido físico a Roman Reigns. Tenía los ojos de un marrón miel exageradamente claro que la cautivó al segundo, Charlotte tenía mucho ojo para las personas. Y era extraño encontrarse con un muchacho más alto que ella que no perteneciera a la compañía.
Cajero: Vaya, cuántos niños. Seguro que adorarán a Mamá Noel este año.
Charlotte: No son para mis hijos, porque no los tengo. Pero como si lo fueran —contestó ladeando una sonrisa, mientras metía todo cuidadosamente en las bolsas. Las fue depositando en el carrito y sacó la billetera— dime cuánto te debo.
Cajero: ¿Así que no tienes hijos? —la indiscreción de aquel modelo la despistó, haciéndola levantar los ojos azules y quedándose algo pasmada. Tanteó los billetes con los dedos y sacudió un poco la cabeza, centrándose en el dinero. El chico reaccionó— Perdóname, es que viéndote me he quedado un poco tonto. Me costaría horrores creer que una mujer como tú no estuviera ya fichada. —Miró la caja— Son 600 dólares. ¿Necesitas ayuda con el carrito?
Charlotte: No, déjalo —negó rápido dándole el dinero. El trabajador se había quedado ciego al ver cómo pagaba aquella cifra sin más, sin siquiera preguntar si era todo correcto. Solo le hizo falta tenerla cerca para sentir el aroma de un buen perfume y notar el tacto de un parka igual de caro. Y encima estaba buena, ¿a qué hombre no podía interesarle una mujer de ese calibre?
Mientras la compra finalizaba, distinguió a lo lejos a los dos enamorados: Alexa y AJ estaban en la zona deportiva de jóvenes, seguramente probándose cascos y guantes de MMA. Se quedó quieta, sintiendo cómo su cuerpo volvía a decaer en décimas de segundo. Su ánimo se vino abajo y se quedó con las manos en el mango del carrito, sin avanzar. El muchacho la tocó del hombro.
Cajero: ¿Todo bien? —la rubia se guardó la cartera y reaccionó avanzando algunos pasos.
Charlotte: Sí.
Cajero: Oye, luego no tengo nada que hacer cuando acabe el turno... ¿te apetece dar una vuelta por los alrededores?
Flair se quedó un poco sorprendida, y luchó para no manifestarlo. Lo último que se esperaba era que ligaran con ella. Miró al chico: atlético, guapo y aparentemente mujeriego. Cazaba sin pensar en la presa. Antes de siquiera pararse a seguir analizándole, ya sabía que acabaría igual de mal parado que todos los demás. Por una vez, pensó antes en el bien ajeno. Y negó con la cabeza. Además, no podía dejar de pensar en su ruptura.
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Verdugo ( Problemáticos II )
FanfictionVerdugo / Problemáticos, volumen II. Paréntesis temporal entre las tormentosas relaciones de Becky Lynch con Randy Orton y Charlotte con AJ Styles. ¿Cómo empezó el noviazgo entre AJ y Charlotte? ¿Cuáles fueron los auténticos motivos de la ruptura e...