Verdugo ( Problemáticos II )

Prioridades

El despertador sonó a las 8 de la madrugada, hora de ir a entrenar. Charlotte cumplía 9 meses de embarazo esa misma mañana. Desde la discusión en la terraza no habían podido verse tanto como ella hubiera deseado: los PPV demandaban muchas horas de gimnasio y de entrevistas para el Fenomenal. La rubia intentaba seguirle a todos los viajes que podía, pero el doctor la avisó muy severamente: ninguna mujer embarazada debe viajar en avión cuando la gestación está tan avanzada. Ahora que no podía estar tan cerca de su novio notaba su falta desde casa, y lo que era peor: AJ estaba siendo cada vez más frío con ella. Charlotte había dejado de insistirle para hacer el amor al notarse siempre físicamente agotada, y los dolores de cabeza habían empezado a afectarla de forma más continua. No le contaba ninguno de sus dolores porque intentaba con todo su ser pensar más en él y no en sí misma, cosa que le costaba horrores. Pero tenía ayuda externa: el misterioso amigo de Ric Flair era un psicólogo al que no se atrevió a contratar, pero que de vez en cuando le lanzaba consejos. Era el motivo por el que contaba hasta 10 antes de contestar borde o amenazarlo. Con este simple ejercicio se dio cuenta de que apenas había tenido paciencia con él para nada.

AJ paró el despertador y se metió en el baño, vistiéndose para salir a correr. Preparó la mochila para más tarde ir al gimnasio. Al ir al dormitorio a coger los auriculares, la vio con el rostro pálido, girándose incómoda en la cama. Parecía que algo le dolía, nada nuevo desde hacía semanas. Se abrigó y salió de la casa.

Horas más tarde

Conversación telefónica

Charlotte: Tengo un problema. Tu receta no me ha servido para mierda, Nattie.

Natalya: Hay que poner la carne a fuego muy lento, no tiene mayor complicación.

Charlotte: Se me ha quemado.

Natalya: ¡Eres la única persona que puede quemar eso!

Charlotte: ¡No me regañes! ¿Y ahora qué hago?

Natalya: Pues ya tirarlo, seguramente lo habrás carbonizado... bah, TJ te va a enviar la dirección del restaurante donde lo preparan parecido a mi receta. Invítalo a comer y ya está, complícate otro día.

Charlotte: De acuerdo... -le colgó y tiró con rabia lo que había echado a perder, pero cuando recibió la dirección se le ocurrió algo mejor.

Una hora más tarde

Nada más volver al apartamento con la comida, se dio prisa en ponerlo todo en platos, listo para ser almorzado. AJ estaría de vuelta pronto y quería sorprenderle con algo más sofisticado: pato a la naranja, haciéndole creer que lo había cocinado todo ella. Era similar de sabor a lo que Nattie le dio a probar en su casa.

Al sentir la puerta tiró el aluminio rápido a la basura para no ser descubierta y salió a recibirle, estaba sudado y agotado. Se colgó de sus hombros y subió rápido las piernas alrededor de su cintura, besándole repetidas veces. AJ la sujetó los primeros segundos, y tras dejarse besar la fue dejando en el suelo.

Styles: Charlotte, tengo que irme en breves. Me ducho y vuelo hacia el gimnasio.

Charlotte: Dúchate rápido y ven a comer, que te he hecho el almuerzo -dijo mimosa, rozando su nariz con la de él.

Styles: ¿Me has hecho de comer? ¿Tú a mí?

Charlotte: Ahá -asintió y volvió a sonreírle, separándose unos centímetros.

Styles: Guárdalo, no me va a dar tiempo. Esta noche sí estaré más libre.

Charlotte: Se va a poner duro, no puedes dejarlo para la noche... la comida de microondas no sabe igual -rio mirándole.