Eres Hermoso

"Entre dudas"

Solo sería cuestión de tiempo, pero ¿cuánto?
Mientras más atrasas tus dudas, otras surgirán y se aplacarán con las demás.
Solo responde con sinceridad...

¿Qué quieres hacer TÚ?

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Ese día, donde las dudas comenzaron a surgir nuevamente en Minseok, fue tambien el día en el que alguien más comenzó a tenerlas...

-¿Estás bien?- preguntó el pelinegro al notar su mirada perdida en algún punto de la mesa.

No recibió una respuesta, ante lo cual se giró a su compañero de enfrente y este se encogía de hombros.

-Oye, JongDae- trató de llamarlo el otro, recibiendo el mismo resultado- Chen...Chen...¡Chen!- elevó la voz y lo sacudió un poco hasta que al fin este pareció reaccionar y lo miraba entre sorprendido y confundido.

-¿Qué sucede?

-Eso quisiéramos saber nosotros- respondió señalándose a él y a su amigo que observaba en silencio- ¿Se puede saber por qué estás tan distraído últimamente?

El chico desvió la mirada a la mesa nuevamente, tratando de evitar responder a eso, pero ante la insistencia del otro no tuvo mucha paciencia y se apresuró en marcharse de allí.

-Creo que fuiste muy duro con él- comentaba el chico mientras lo perdía de vista a medida que se alejaba.

-¿Que fui "duro"?- dijo confundido- Solo quería saber cuál era su problema.

-Pero no es la forma de hablarle a alguien que se guarda las cosas, Lu-ge -fijó su mirada junto a la de él y formó una linea con sus labios antes de comenzar a guardar sus cosas.

-¿A dónde vas?- dijo confundido.

-Ya están por comenzar las clases- avisó antes de que, segundos más tarde, el timbre sonara. Le dedicó una ligera sonrisa al chico e hizo una leve inclinación antes de irse a su salón.

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-¿No era por aqui?- pensó en voz alta al darse cuenta que se había equivocado de pasillo y ahora estaba cerca de la entrada principal del campus.

Miró a su alrededor, buscando algún dibujo del lugar para poder orientarse, pero se vio interrumpido al escuchar un ruido extraño desde una de las salas cercanas.

Siguió prestando atención hasta quedar frente a una de las puertas, la cual estaba cerrada desde adentro. ¿Estarían ocupándola para algo importante?
Se asomó por la pequeña ventanilla que tenía aquella puerta, pudiendo apenas notar la presencia de alguien.
No era capaz de notar con más detalle lo que hacía, pero a juzgar por las palabras que decía, no parecía estar solo. Apoyó su oído en la puerta, tratando de saber lo que decía.

-"Oye, te ves mal..."- decía con falsa preocupación antes de soltar una carcajada- "Bueno, no es como si alguien de verdad fuera a interesarse en alguien como tú" - después de decir aquello, escuchó como golpeaba algo...o mejor dicho a alguien, porque los objetos no sueltan quejidos de esa manera.

¿Qué acaso nadie se daba cuenta de lo que ocurría allí? ¿Dónde habría un conserje con la llave de esta sala?

Rápidamente fue hasta la oficina, preguntando por quien tuviera la llave consigo para ir inmediatamente y alertar tambien sobre el asunto.

-Hola, necesito la- fue interrumpido por la secretaria mientras ella estaba ocupada atendiendo el teléfono- Pero es muy- nuevamente le dejó la oración a medias al hacer un gesto con su mano.
Suspiró profundamente, tratando de calmarse y así poder explicarle mejor.