"¿Puedes?"

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Silencio. Nervios. Inseguridad. Dolor. Y dos personas que no saben cómo deberían comenzar.

JongDae le pidió que lo acompañara a un lugar más reservado y tranquilo, y a regañadientes aceptó.
Pero entonces se instaló el silencio, su poca paciencia llegaba a su límite, entonces el contrario le dirigía una mirada de disculpa por su comportamiento; mas las palabras se trababan aún en su garganta.

—¿Cuánto más vas a hacerme esperar?— dijo tajante, ya estaba con el ceño más que fruncido y su voz se oía lo suficientemente irritada para mandarlo a la mierda en cualquier segundo.

—Lo siento, por eso, yo...— trató de formular las palabras, pero poco a poco sentía la falta de confianza que siempre sentía que poseía de sobra y sólo pudo aclarar la garganta.— Yo, quiero aclararte sobre...ese día.

El mayor cambió su expresión por un momento, denotando cierta curiosidad en sus ojos y esperando a que continuase.

—Yo mentí.

—Lo sé, eres mitómano— aclaró para que prosiguiera.

—No lo entiendes, yo mentí, pero...— dejó escapar un suspiro "¿Por qué era tan complicado?" —Cuando dije que digo mentiras, me refería a cosas que...que hice hace mucho tiempo...Actue en ese entonces de esa manera, porque no quería tener que decir siempre las cosas, más si son desagradables o hirientes...y, nunca quise hacerlo por sentir que, si decía cómo me sentía, podrían lastimarme. Pero, fui un idiota. Me metí en algo que no debía, hice algo que no debía hacer, y...en verdad lo siento, Minseok— comenzó a sentir ese dolor en su pecho y su vista nublarse— no quise herirte, si alguna vez lo creiste como si me burlara de ti, lo siento, no era mi intención. Yo, de verdad...no quiero que creas que es mentira...todo lo que he dicho sobre ti, lo que suelo decirte, incluso si es sólo actuar frente a ti...todo eso era verdadero. Por favor, cree en lo que digo— y con ciertos nervios tomó una de sus manos, haciendo notar lo tembloroso que se encontraba mientras intentaba de controlar las lágrimas.

Minseok sólo podía observarle en silencio, aún sintiéndose herido y triste. Y, sin embargo, no estaba seguro del por qué se sentía de esa manera en esos momentos.

Si aún tenía esa ligera sospecha de que estaba mintiendo otra vez, o...

El pensar en que todo era verdad, y que aquello le causaba demasiada alegría...algo que, no debería sentir en estos momentos. No cuando debe descansar y no exponerse a situaciones estresantes. Pero...

—¿Puedes?— dijo entre sollozos el contrario, volviendole a la realidad y notando una cercanía que no había previsto. Su mirada claramente demostraba confusión, así que JongDae trató de tranquilizarse mientras inhalaba con cierta dificultad— ¿Puedes confiar en mí?— y clavó su mirada en la contraria— No sé cómo hacer para que confíes otra vez en mí, ¿Podrías permitirme intentar arreglar ésto?

Miró durante unos segundos que se sintieron eternos para el menor, pero finalmente dejó escapar un suspiro y con ello rompió el contacto visual, desviandola ahora hacia sus manos juntas.

—¿Todo este tiempo fuiste sincero conmigo?— y vio como el contrario asentía fervientemente con la cabeza— Aún cuando te decía que te alejaras y que eras un estorbo, ¿de verdad te interesaba?— y otra vez le vio asentir, más un ligero apretón inconsciente por parte del menor, mas no era doloroso— No hay nada que arreglar entonces— dijo con voz queda y quitando su mano de la que le sostenía con nervios, viendo entonces la expresión de JongDae y sorprendiendose por ello.

El chico parecía desorientado por su actuar, pero aún no había siquiera intentado de quitar el rastro de lágrimas que cubría su vista y mejillas enrojecidas. Su mano seguía estática entre medio de ellos, y no sabía si quitarla de allí o no.

Eres HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora