Lazy Monkeys Café

Capítulo 6

—¡Quiero hacer un dúo y lo haré con Mellisa!—dijo Elías en el escenario.

—¡¿Quién es Mellisa?!—pensó Samuel.

Una chica se subió al escenario vestida como Marinette de Miraculous.

—Bueno ahora que están aquí, ¿Que van a cantar?—Elías susurro algo al oído del presentador.

—Aquí va—les dijo el presentador después de darles a ambos un micrófono y Samuel preparaba su teléfono para grabar esto. La música empezó a sonar.

—El mundo he de cambiar para ir a un futuro ideal—empezó Elías.

—En donde no reine el mal lo haré con decisión—continuó Mellisa con una voz suave.

—Un mundo lleno de esplendor es mi ilusión—empezaron a cantar los dos, Mellisa alzó la voz—Con temor iba mi corazón sin poder el futuro esperar—la gente ya había empezado a cantar con ellos.

—Sin pensar, ningún aliento me podría animar, pero un día te conocí y encontré motivo para vivir—En esta parte ya todos quienes se podían el opening ya estaban cantando—Con tu ternura e ingenuidad conocí la verdad brotando en mi un anhelo—cantaba Elías mientras miraba a Mellisa.

—El mundo he de cambiar quiero ver que podrá llegar un nuevo amanecer pues a tu lado sé que mi futuro no es oscuro—cantaba Mellisa.

—Cambiare pues hoy sé que lo lograre junto a mi vas a estar abre tus alas ven un mundo donde reine el bien hay que lograr...—cantaron ambos para acabar la canción, la gente le aplaudió.

—Eso estuvo muy bien, algo que quieran decir—dijo el presentador.

—Gracias a todos—dijo Mellisa.

—Em... yo... Mellisa—Elías tartamudeó—¿Quieres ser mi novia?—se declaró Elías.

—Esto... ¡¿QUÉ?!—pensó Samuel mientras todos murmuraban en la multitud.

—Si—contestó ella sonrojada, la gente empezó a aplaudir de nuevo.

Ambos salieron del escenario tomados de la mano como gesto romántico. Sin embargo Samuel por desgracia se perdió y no quería molestar a Elías con su nueva novia.

—Ah, pero que lindo—dijo Maxine con tono dulce, poniendo codo sobre el hombro de Samuel a pesar de su corta estatura.

—Maxine, ¿Eres fan de estas cosas?

—Bueno un poco pero no tanto como Mellisa y yo creo que tú no eres fan de estas cosas—ella había deducido.

—Es cierto—dijo Samuel—Espera un momento ¿conoces a Mellisa?

—Si digamos que es como una conocida mía, Adivinare, eres mejor amigo del nuevo novio de Mellisa, ¿cierto?

—Correcto—respondió él-Aunque realmente no recuerdo cómo—pensó él.

—¿Por qué desde que te conozco te ves involucrados en mis asuntos?—resopló Maxine.

—Eso te debería preguntar a ti—replicó Samuel.

—Me voy, tengo cosas que hacer—se despidió mientras veía su teléfono.

Pasaron horas en lo que Samuel paseaba como un idiota desorientado, aunque en realidad  realmente estaba perdido. Caminó, caminó y caminó hasta que algo pesado le cayó en la cabeza, mejor dicho: tres libros les cayeron en la cabeza y la dueña era:

—Perdón—se disculpó la chica.

—¿Rocío?, ¿Qué haces aquí?—preguntó Samuel al reconocer la voz de ella.