Capítulo 8

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Riley González era la chica más inocente del salón, su hermana era Ángela González quién fue la más lista de su grupo.

—Debe ser un chiste—resopló Samuel.

—Pues no lo es—se cruzó de brazos con aire de orgullo.

—¿Tienes pruebas concluyentes?

—No, pero si la confrontamos...

—Eres muy ingenua si crees que es así de fácil-le interrumpió de manera realista.

—Pero me ayudaras ¿no?

—Sí, pero para que hable necesitamos de mucha astucia.

—Debemos pensar un plan.

—Nos volveremos a reunir aquí mañana y lo pensaremos.

—Bueno es cierto, mejor vete tú primero me quedare aquí un rato

—Si así lo quieres—encogió los hombros.

Samuel se fue de la cafetería, pasaron quince minutos y se encontró a Riley, con ansias de saber si lo que decía Rocío era cierto o no decidió tratar de iniciar una conversación con ella.

—Hey, Riley—saludó Samuel pero ella no la escuchó, pues estaba hablando con alguien. Samuel se escondió para ver qué pasaba.

—¿Qué yo soy Info-G? Ni siquiera me conoces y no conozco a alguien como tú en la escuela—decía Riley

—Respóndeme  Riley González, ¿Eres Info-G? —preguntó Maxine sonriendo.

—Bueno si tanto preguntas—dijo y luego miró a ambos lados para ver que no hubiera nadie—Sí lo soy—respondió poniendo una sonrisa con malicia—Esos bobos de mis compañeros, creyendo que era tan inocente mientras que yo arruinaba sus vidas sociales.

—Eso es todo lo que quería oír—dijo Maxine bajando más su gorro cerca de los ojos— Bueno, Samuel ¿Eso no es lo que tú querías oír?—gritó para que Samuel lo escuchase desde su escondite.

—Si lo oí—salió de su escondite.

—Ja, ¿Crees que le creerán? Es su palabra contra la mía.

—Es cierto, Maxine debiste ser más lista

—Yo no soy tú, chantajista mediocre—decía mientras sacaba algo de su mochila—Tengo evidencia—dijo mientras sacaba una grabadora—Grabé toda nuestra conversación.

—¿Qué ?—reaccionó Riley.

Ella uso esa trampa conmigo antes— pensó Samuel.

—Esta es una treta, Darling.

—Pero, ¿Cómo supiste?—preguntó Samuel.

—Eso es algo para contar otro día Samuel, ahora querida Riley sino quieres que publique esto, no volverás a publicar rumores falsos de los clientes del Lazy Monkeys Café y discúlpate con él aquí mismo.

—Bien lo haré—ella gruñó—Lo siento Samuel aunque no en realmente.

—Bueno, aquí termino mi trabajo—dijo Maxine mientras se iba.

—¿Qué harás con la grabación?—preguntó Riley preocupada.

—¿Esto?—sacó la cinta de la grabadora y la tiró al basurero—Pero si publicas algo más de un cliente será distinto—dijo mientras se daba la vueta y cambió su voz a una más seria—Así que, se buena ¿Ok?—dijo Maxine con calma.

—Ella sólo se fue—dijo Samuel.

—¿La conoces?—preguntó Riley.

—Algo así—respondió Samuel.

Lazy Monkeys CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora