Capítulo 15

16 4 0
                                    

Un día después de la fiesta para celebrar la entrada del miembro número veinticinco al grupo de la cafetería, Riley decidió ir a encontrarse con Samuel en el Instituto.

—¿Qué quieres?—dijo él sonando cortante.

—Quiero que me ayudes—respondió ella.

—¿Por qué yo quisiera ayudarte a ti, muñeca?—preguntó él en tono burlón.

—Porqué quieres saber el verdadero nombre de Maxine Lazy, ¿no?

—Te escucho—se limitó a decir.

—Lazy me introdujo en uno de sus juegos, en el cual yo debía averiguar su nombre real para antes de que finalizará el año, y necesito a alguien de ese grupo de la cafetería para ayudarme.

—¿Así que tú me necesitas?

—Dudo que aparte de ti alguien de la cafetería quisiera a ayudarme, así que ¿te apuntas?

—Claro, muñeca.

—¡Deja de llamarme así, Acosador!—exclamó Riley.

—¿Es molesto para ti?, pues será tu nuevo apodo.

Riley hizo una cara de enojo.

—Bueno, ¿Qué has averiguado?—preguntó él.

—Hay una persona de ese grupo en la cafetería que es aún más misterioso que Maxine.

—¿Quién?—preguntó sorprendido—¿Enserio hay alguien aún más misterioso?—pensó él.

—El silencio flojo.

Riley le explico a Samuel que el Silencio Flojo era un chico que siempre usaba una máscara en la cafetería y un pizarrón para escribir lo que él tenía que decir, nadie en la cafetería sabía si nombre, ni cuál era su rostro. Él era el miembro número seis.

—¿Crees que él sabe el nombre de Maxine?

—Es probable—contestó ella.

—¿Qué quieres que yo haga?

—Gánate su confianza para averiguar algo sobre ella.

—Suena despiadado—dijo él.

—¿Demasiado para ti, Chantajista de pacotilla?—lo retó.

—Lo intentaré.

—Más te vale—amenazó Riley—Pero trata de ir seguido a la cafetería porque por lo que he investigado, él no va tan seguido a la cafetería.

El sonido de la campana significó el fin de su conversación.

—Adiós, muñeca—se despidió Samuel.

—Adiós, acosador—se despidió ella con su falsa sonrisa inocente.

******

Cuando terminaron las clases, él se dirigió a la cafetería a conocer al silencio flojo. En cuanto el entro a la cafetería, ahí estaba sentado en una mesa con una máscara blanca cubriéndole todo el rostro.

—Hola—saludó Samuel sentándose junto él.

Hola Flojo Acosador, Soy el miembro número 6, el Silencio Flojo—escribió el enmascarado en su pizarra.

—¿Cuál es tu nombre real?—preguntó él —Parece que por eso lo llaman Silencio Flojo—pensó él.

—Lo siento, pero me niego a responder esa pregunta—escribió en la pizarra.

—¿Por qué te niegas?—continuó preguntando.

—Porque nadie sabe mi nombre real y quiero dejarlo así—escribió él.

—¿Y tú sabes su nombre real?

No, a pesar de que han pasado más de 6 meses siendo miembro de este grupo, he negado a que ella me cuente su nombre. Además, si lo supiera no te lo contaría :D.

—Dices que, si paso otros 5 meses, ¿Ella me dirá su nombre?

El enmascarado asintió.

—Gracias por la información, Silencio flojo—Samuel agradeció levantándose de la mesa.

Cuando Samuel caminaba para ir a contarle todo a Riley, cuando reviso sus bolsillos notó que había un papel dentro del bolsillo izquierdo, al leerlo se asustó.

Deja de ayudar al enemigo.
Si no quieres pasar un mal rato, amigo.
No la debes subestimar,
A la floja del gorro que te quiso ayudar.

-El silencio flojo

PD: Soy callado, pero no tonto, ten eso en cuenta :).

La nota tenía razón, ella le había ayudado y lo que hacía era hipócrita sin dudarlo, pero él no se iba acobardar tan rápido, él estaba determinado a saber el nombre de Maxine por simple curiosidad, y si es posible usar eso en su contra. Decidió esperar al día siguiente para hablar con Riley en el Instituto.

—¿Así que no tienes información y un miembro del grupo sabe tus planes?—preguntó Riley.

—Sí—afirmó él—Pero sino sospechan de mí en cinco meses Maxine me dirá su nombre.

—Es arriesgado usar eso a nuestro a nuestro favor, porque si te descubren me quitara tiempo para investigar y perderé en el juego de Maxine, incluso actualmente sospechan de ti.

—Estoy determinado a averiguar su nombre.

—¿Entonces el Flojo de vuelve tenaz?

—¿Y la chismosa guardará el secreto?—añadió él.

—No te preocupes no contaré nada—afirmó ella.

—Tengo una idea.

—¿Cuál?

—Sigue a Maxine el trece de julio.

—¿Por qué?—cuestionó.

—Según lo que oído, ella desaparece ese día y nadie sabe dónde va, probablemente sea un horrible secreto.

—Si lo que dices es cierto, podría chantajearla para que me diga su nombre— dijo con una gran sonrisa.

—Parece que te he sido útil, muñeca.

—Por supuesto, acosador.

Cuando iniciaron las clases, Samuel se aburrió y decidió hablar con Rocío.

—Ho...

—No me hables—interrumpió ella enojada.

Samuel siguiendo las órdenes de Rocío, arrancó una página de su cuaderno y empezó a escribir.

Samuel: ¿Por qué estas enojada?

Rocío: Porque eres un hipócrita, oí tu conversación con Riley, incluso ayudas a la que hizo un rumor falso sobre ti para herir a la persona que te ayudó.

Samuel: Tú no lo entiendes.

Rocío: Entonces explícame para que pueda entender.

Samuel se negaba a contarle a Rocío sobre que el día que conoció a Maxine él la seguía para averiguar un secreto de ella y chantajearla.

Samuel: No puedo.

Rocío: Pensé que eras buena persona, pero creo que me equivoque.

Samuel: Pues... lamento que te decepcionaras—escribió él con duda.

Rocío: Yo también lo lamento.

Ese día una amistad había acabado.

Faltan siete días para el 13 de julio....

Lazy Monkeys CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora