-¿Estás listo, Acosador?
-¿Qué te dije de decirme así, carpintero?-reprochó Samuel.
-Soy un mago-replicó Alex.
-La última vez me dijiste que eras un carpintero-le dijo inocentemente .
-No captas el sarcasmo, ¿verdad?
-Me gusta molestar.
-Pues decirte que eres molesto sería un halago para ti, ¿no?
-Me lees la mente, enano.
-¿Podrían callarse y entrar de una vez?- regaño Chad.
Los tres estaban frente a aquella cafetería de dos pisos y con grandes letras doradas decía Cafetería Victoriana.
-¿Por qué viniste, Chad?-preguntó Alex.
-Para asegurar que ese estirado de Davies deje de llegar a la cafetería a hacer estos eventos bobos.
-¿No es la primera vez que esto pasa?- preguntó Samuel.
-No, esta es la onceava vez que llega a hacer los retos-contestó Alex.
-¿Qué clase de enemigos tiene esa cafetería?-preguntó Samuel.
-Los más raros que Maxine pudo enfrentar-respondió Chad.
-Para ser floja, ella tiene enemigos muy tenaces-murmuró Alex.
-¡Basta de charla y entren a la elegante cafetería de una vez!-exclamó Chad empujando a sus dos acompañantes a entrar.
Al entrar se podían ver candelabros colgando de los techos, las mesas bien decoradas, las personas vestidas de mayordomos y sirvientas como en la Era Victoriana. Finalmente lo encontraron vestido como un burgués de época antigua y un bastón, a Wentworth.
-Caballeros, como puede ver la cafetería está cerrada por el momento por favor, vuelvan más tarde.
-Maxine no vendrá, Davies-aviso Chad.
-Es decir que por eso me envía a ti, un mago y a un simple joven.
-Exacto-afirmó Chad.
-Típico de un cobarde enviar a sus subordinados, aunque en este caso sería una cobarde. Es tiempo que la competencia inicie.
-¿Competencia?, ¿De qué?-preguntó Samuel curioso.
-De esgrima, mi perdido enemigo- respondió de forma arrogante Wentworth.
-Chad, Alex-susurró Samuel-¿Has practicado esgrima alguna vez?
-No-susurraron ambos en unísono.
-¿Cómo piensan que ganaremos esta competencia?
-Yo con fuerza-respondió Chad.
-Yo con magia-respondió Alex-No es nuestra culpa que no pensaras en un plan.
-Bueno, están son las reglas, quien le de tres toques con la espada a su contrincante gana la contienda, el premio es esto- explicó mostrando el gorro con G.
-¿Competimos por un gorro?, ¿Es broma verdad?-Se quejó Samuel.
-La grabación-le recordó Alex.
-¿Los tres contra ti?-preguntó Chad.
-Exactamente si me ganan dos contiendas les doy el gorro.
-¿Y si no? -cuestionó el mago.
-Cerrarán Lazy Monkeys Café.
-No es justo-replicó Samuel-¿Crees que Maxine cerrará la cafetería por un gorro?
-No le digas nada, este sujeto no entiende y créeme que realmente este tipo no nos dejará en paz-explicó Chad.
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Lazy Monkeys Café
Roman pour AdolescentsSamuel Núñez un chico conocido por sus chantajes decide seguir a alguien en específico para buscar un secreto y usarlo a su favor pero en el trayecto de su investigación encuentra el Lazy Monkeys Café y no sólo eso también a alguien que a pesar de s...