Capítulo 5

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—¡Sr. Acosador!, ¿Qué hay de nuevo?—saludó Maxine.

—¡Maxine!, ¿Qué demonios haces aquí? —preguntó Samuel.

—Esa pregunta va mejor para ti, ¿Qué haces aquí?—respondió Maxine.

—Yo pregunte primero, ¿Qué dem...

—Ya tranquilos que yo lo explico todo— interrumpió Chad— Maxine vive aquí hace 5 años, pero cada compañero que se muda aquí sale asustado ya que ALGUIEN les hace creer que hay fantasmas—dijo refiriéndose a ella—¿No, Maxine?

—Yo no los asusto, no es mi culpa que no le pongan atención al Sr. Knight—se defendió, miró a la caja que traía Chad por un momento—Un minuto, ¿Acaso traes allí tarta de banano?

—Sí, sabía que te volvió a pasar eso.

—Claro—murmuró—¿Y por qué trajiste al Sr. Acosador?

—Yo no lo traje, él vive aquí.

—¡Déjame de llamarme así!—se quejó Samuel.

—Otro compañero ¿eh?, Solo tengo una regla para ti... No te acerques a mi habitación o te mato— dijo Maxine con una sonrisa.

—Ok— por alguna razón Samuel se tomó muy en serio esa amenaza.

—Ahora vamos a lo que nos interesa—dijo mirando a la tarta—Vamos, Dame un pedazo, Chad.

—Si quieres uno, sal de tu habitación.

—¡Que malo!—bufó ella—Sabes que odio salir al exterior, el sol me matara.

—Ni que fueras un vampiro, Maxine—regañó Chad.

—Ni que fueras mi madre, Chad—bufó Maxine.

—¿Quieres tarta o no?

—Todo sea por la tarta de banano—dijo Maxine con las alzando los brazos.

Samuel ya sentía ignorado, pero se ha preguntado qué era eso que le había pasado a Maxine, ahora que lo pensaba él no conocía a Maxine, de no ser por ese gorro que le cubre un poco los ojos y su pelo despeinado que cubre sus orejas. 

—Tierra llamando a Sr. Acosador—dijo Maxine interrumpiendo sus pensamientos.

—¿Qué?—exclamó Samuel exaltado.

—¿Quieres o no?—dijo ofreciéndole un pedazo de tarta sobre un plato desechable.

—Ah, si—respondió el tomando el plato que le ofrecían, al probar un bocado se sentía en el cielo de las tartas de banano.

—¿Verdad, que es deliciosa?, Chad es bueno haciendo postres—añadió Maxine.

—Supongo que es cierto—murmuró Chad.

—No seas modesto, creo que Donkey Kong te secuestraria para que le prepares tarta—dijo Maxine.

—Es cierto—añadió Samuel—Esto está bueno.

Cuando todos acabaron de comer la tarta, Chad regreso a su trabajo en la cafetería. Hubo un silencio incómodo de repente.

—Me voy a mi habitación—dicho eso, Maxine regresó a su puerta de la cocina—Toca si pasa algo importante—dicho eso entró y cerró la puerta.

Samuel mientras tanto se recostó en el sofá y vio un anuncio en el periódico.

"Libros a mitad de precio este fin de semana, aproveche esta oportunidad que es única en Librería El roble."

—Comprar un libro, ¿eh?, es una buena idea cuando no tienes dinero para una tele—pensó Samuel—Debería conseguir un empleo ahora que tengo tiempo—continúo pensando y antes que se diera cuenta ya estaba en su habitación. Su teléfono vibró.

Elías: Vas a ir a la convención conmigo.

Samuel: No creo.

Elías: pero si Héctor no quiere ir 😢😢😢.

Samuel: Si Héctor no quiere ir, yo mucho menos 😑.

Elías: Que aburrido 😧.

Samuel: Aunque no tengo nada mejor que hacer este fin de semana.

Elías: Es decir que vendrás conmigo ☺.

Samuel: Lo voy a pensar.

Samuel se ha desconectado.

Para Samuel, las convenciones a las que iba con Elías eran un mundo nuevo, gente disfrazada, venta de mangas y dulces de otro país. La última vez que fue se tomó una foto con alguien disfrazado de Pikachu, y le tomo una a Elías. Para él no era lo más interesante del mundo, considerando también que Elías es un pervertido que se disfraza del Monje Miroku, molestando a toda chica diciendo: ¿Quiere tener un hijo conmigo? Aunque dice que es parte del cosplay, y aunquepodría cambiarlo pero a él le gusta molestar. Una vez, una chica le dio una bofetada y le quedó la marca.

La semana paso rápido, Elías emocionado por la convención, Héctor como siempre serio y estudiando en silencio, Samuel buscando empleo para comprarse una televisión, Rocío decidiendo que libro leerá después, Maxine como siempre siendo tan floja y feliz.  Chad cuidando de Maxine como si fuera su hermano mayor, preparando ricos postres y café en su trabajo.

Llego el fin de semana, Samuel se prepara psicológicamente para lo que pueda pasar en esa convención, Elías prepara su cosplay del Monje Miroku.

La convención es un centro de convenciones en el Pabellón 7 aunque perdidos pudieron llegar, al principio todo fue bien, Elías gastando ciento cincuenta dólares en cosas de anime y el gran escenario que todavía no presentaba el espectáculo. Sin embargo, ocurrió algo inesperado.

—Damas y Caballeros fanáticos del anime, manga y demás, les damos la bienvenida al evento estelar de la convención- dijo alguien enmascarado en el escenario- El karaoke de openings y endings. Solos, dúos, tríos y hasta cuartetos puedes subir y cantar. Solamente tienen que subir, no sean tímidos.

—Ese es un gran cosplay de Tuxedomask—dijo alguien entre la multitud.

—Yo quiero hacer un dúo—dijo Elías quien ya estaba en el escenario—y lo haré con...- decía mientras Samuel rogaba en su mente: No a mí, No a mí.

Lazy Monkeys CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora