Capitulo 14: 2

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-Pues, aprovechando que aquí no está ni Fernando ni Rodrigo. Quiero confesarles que no sé como pasó lo que me pasó, en verdad...

-No te preocupes hija, los doctores siguen buscando una respuesta.

-Bueno, ¿vamos a ver a las niñas?.

-Antonio, adelántate tengo que terminar de hablar con Ana.- el asintió y subió.

-¿sobre qué quieres hablar?.

Soledad la vio con una mirada de reproche.

-¿De verdad no sabes de qué?.

-Si, ¿por qué trajeron a Rodrigo?.

-¡No, no eso!. ¡De Fernando!, hija se está divorciando, ¿no era lo que querías?, las niñas son de el, ya nada va a impedir que estén juntos, tienen todo mi apoyo.

-Pero, yo nunca había dicho que quería que se divorciara, eso es muy duro, además yo aún estoy con Rodrigo.

-¿Y?, puedes dejarlo. Ve a hablar con Fernando, quisiera que tanto él como tu aclaren sus dudas, ve, abalanzate contra el y bésalo hasta que te canses.

-¡Pero qué cosas dices!.

-¡Ana leal, es una orden!.

Pronto se escucho como bajaba Fanny y Nando, al parecer estaban jugando.

Su mamá volteo a verla:- El destino está contigo, anda ve, y no olvides cerrar la puerta con seguro.

-¡mamá!.

-¡Nada!, ve.

Ana subió, como le dijo su madre, toco la puerta.

-¡Pase!

Ella abrió la puerta rápido y después la cerró como le dijo su mamá, en verdad estaba haciéndolo.

-¿que se te ofrece Ana?.

Fernando estaba acomodando ropa en una maleta.

-No es necesario que te vallas.- se acercó a él y le tomo la mano para evitar que siguiera.

-Ya te lo dije: No te quiero incomodar.

-¿Incomodarme tu?

El la volteo a ver, quitando la mano de ella que estaba sobre la de el.

-Si

Ana se sentó  en una cama.

-¿Donde está Alice?

-Dormida en su cuna- volvió a guardar ropa en maletas.

-Yo no amo a Rodrigo...

Fernando sonrío irónicamente:- Claro, ajá. No lo amas, por eso cuando te beso le correspondiste ¿verdad?. Bueno pero no tengo derecho a reprocharte, por qué no somos nada.-suspiro, dejando de hacer por un momento lo que estaba haciendo.

-¿celoso?

-No, para nada... es más como si estuviera confundido- se sentó enfrente de ella, justo en la otra cama.

-¿por qué?

-Ayer te bese, me correspondiste, hoy te beso el y le correspondiste. Ana, ¿en qué estás pensando?

-Ese es el problema, no estoy pensando en nada.

-Pues entonces- la tomo de ambas manos-. Creo que de verdad tú tienes que pensar bien, para que sepas actuar con cautela.- la vio a los ojos.

¿Y tú?, ¿Me amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora