Capitulo 18:Deseo

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- Pues lo que te dije. Es muy simple.- lo note emocionado, pero yo no sentía lo mismo.

- ¡Buenos días niños!.- dije evadiendo a cualquier costa a Fernando, acercándome a los pequeños.

Mi pequeña me miro de una manera diferente a los demás, por lo menos lo sentí y lo note yo.

- ¿Eres amiga de mi papá?.- me pregunto Alicia.

- Si, si corazón, ¿quieren que les prepare algo para desayunar?.- Alicia y Valeria me tomaron de la mano, dirigiéndonos las tres a la cocina.

-Fernando-
Vi cómo se adentraron a la cocina, Ana era una maestra en la evasión de preguntas, más si se trataban de mi y de ella.

Noté cómo Nando se quedó ahí parado viéndome, el no se fue tras las niñas ni Ana.

Se acercó a mí con una sonrisa en su rostro:- ¿te gusta verdad?.

Me sonroje, lo sentí, era inevitable.

- Fue mi novia hace tiempo hijo, solo eso.- me rasque la cabeza, en verdad estaba nervioso.

- Y la extrañaste mucho, y por eso te quieres casar con ella.- dijo el inocentemente.

- Pero creo que ella no conmigo campeón.- lo tome de la mano y fuimos a la cocina.

Me senté con mis hijos viendo como preparaba el desayuno, pose mis codos sobre la mesa y sobre mis manos mi barbilla. La vi un largo rato así: desde que se quitó su  abrigo, hasta que acomodo su coleta mejor y comenzó a buscar la harina para los hot cakes.

Luego de varios minutos termino.

Me levante y saque unos platos para servir el desayuno.

Puse los cubiertos a un costado de los platos como siempre y le ayude a Ana a servir jugo y el huevo estrellado, mientras ella repartía los hot cakes.

Noté como Valeria miraba a Ana. Eran tan parecidas.

-Ana-
Hoy mismo tenía que irme, pero obviamente no dejaría a Fernando y a los niños aquí, no después de lo que me dijo su novia. Enrique podría estar observándonos en este mismo momento.

- Eres muy bonita, tenemos unos ojos iguales.- me dijo dulcemente Valeria.

- Tu también eres muy bonita princesa, nuestros ojos son únicos, así como los de tus hermanos, diferentes y preciosos.- ella esbozó una sonrisa, la cual heredó de su padre, pues los hoyuelos de el, los tenía ella y no Valentina.

Cuando terminaron de desayunar Fernando los acompaño a sus habitaciones para ayudarles a bañarse. Yo me quedé recogiendo los platos y después los lave.

Me seque mis manos y el entro.

Se quedó mirándome, lo sentí.

- Cuando se lo vas a decir.

- Hoy mismo. Me iré por la tarde.

- La vas a separa de mi lado.- me vio con esa mirada tan dulce.

- No, me los llevaré a los cuatro.- pronto sentí como se acercaba y me tomaba de las manos emocionado.

- ¿Aceptaste mi propuesta?.- me solté casi al acto.

- No te equivoques, tu novia me dijo que Enrique quiere hacernos daño, y no quiero que se queden sin seguridad. Además, vas demasiado rápido.

Noté como su mirada cambio.

- ¿Le creíste Ana?.

- Así es Fernando, no me culpes, sabemos todo lo que nos ha hecho, es un gran peligro para nosotros.

¿Y tú?, ¿Me amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora