Llegaron las diez de la noche, había arreglado mi pelo por octava vez al igual que mi maquillaje.
Me sentía nerviosa y arrugaba el borde de mi falda con las manos. No sabía a que se debía eso, no era como el otro día que eramos los dos solos, si no que estaríamos en pandilla pero la foto principal apareceríamos él y yo solos, medios agarrados y dando nuestra mejor sonrisa a la cámara.
El timbre sonó sobresaltandome. Mi expresión debía de ser un espectáculo por que mi hermano comenzó a reír entre dientes en cuanto me vio.
- Estáis guapísimos - chilló Sue entrando por mi puerta ilusionada.
- Para guapa tú - salí corriendo hacia ella como pude, los tacones me impedían ir más deprisa y parecía un pato mareado, y la abracé.
Cuando nos separamos Chris se colocó a mi lado y apoyó su mano en mi espalda, al notar la presión los retortijones volvieron a mi estomago.
- Estás hermosa - susurró en mi oído haciendo que mis mejillas se calentaran levemente.
- Tu también estás muy guapo - dije sonriendo.
Y eso no era mentira, el traje de etiqueta le quedaba muy bien y en marcaba su figura atlética.
- Creo que es hora de marchar - dijo mi hermano tendiendole el brazo a Sue.
- Encantada - dijo Sue agarrando su brazo.
Chris agarró mi cintura dirigiendome a la puerta. Me di la vuelta y vi a mi madre mirandome con cara de preocupación, le di mi mejor sonrisa para que se relajase pero creo que no sirvió para nada.
Caminamos hasta el coche y justo cuando me iba a introducir en él Tyler me llamó.
- ¿Qué pasa? - le pregunté cuando estuve cerca de él.
- Quería verte, estas preciosa renacuaja - dijo con voz melancólica.
- Ni que me fuera a marchar al otro lado del atlántico - dije con tono divertido - además, nos vamos a ver ahora.
Él sonrió y me abrazó igual que cuando llegué a casa hace unos días.
- Me vuelves a asfixiar - comenté con la respiración entrecortada.
- Perdón - me fue soltando poco a poco.
- Vamos que no llegamos, os vais a ver en veinticinco minutos - gritó Chris desde su coche.
- Hasta ahora - le dije a Tyler y le di un beso en la mejilla.
Y sin dejar a mi hermano responder me giré y corrí modo pato mareado hasta el coche. No entendía su comportamiento.
- Todavía no entiendo tu odio por estos bailes - dijo Chris mientras conducía rompiendo el silencio - son inofensivos.
- Cosas que ocurrieron en uno de estos bailes - contesté sin dirigirle la mirada, no me apetecía hablar de este tema.
- ¿Puedo saber que cosas ocurrieron en aquel odiado baile? - preguntó burlón.
El silencio inundó el coche mientras yo miraba por la ventana. Al final le miré y me dediqué a pensar en si debía contarselo o no. Me aclaré rápidamente.
- Un primer beso apestoso y la mayor humillación de mi vida - dije volviendo a mirar por la ventana.
- ¿Primer beso apestoso? - lo dijo como si le hubiera hablado en otro idioma.
- Sí, estaba bailando con un chico - comencé a contar sin ganas - y me besó, pero solo fue una distracción para que me tiraran un cubo con muchas sustancias desconocidas.
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¿Quererlo? No lo sé.
Fiksi RemajaZoe Scott es una chica normal, no muy fiestera y amante de los libros que se va a vivir con su madre Alison y su hermano Tyler a una conocida villa en Florida. Allí conocerá a muchas personas, vivirá conflictos y amores y aprenderá un montón de cos...