La cena.

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Damien.

Miraba al techo buscando algo de inspiración. Los tortolitos seguían arriba haciendo de sus cosas mientras yo reflexionaba sobre la manera de divertirme. Podía ir al bar de África, una tía bastante maja y sexy. Pensé que sería un buen encuentro llevármela a la cama. Me levanté del sofá y me preparé para irme. Cuando me ponía la chaqueta escuché un ruido de arriba.

El trato con Zoe era que no debían sobrepasarse y a cambio podían verse. El hecho de que se sobrepasarán llevaría a una cena, ella y yo y sin ningún Lucas por medio. La verdad es que la chica no estaba mal y si conseguía esa cena mataría dos pájaros de un tiro, me la tiraría y molestaría a mi hermano.

Subí las escaleras y abrí la puerta sin tocar esperando una escena bastante caliente pero lo que me encontré gue a dos personas hablando en la cama, vestidos.

- ¿No sabes llamar? - dijo Lucas enfadado.

- No - respondí sin interés.

Lucas rodó los ojos y volvió a mirar a Zoe. Nunca le había visto mirar así a nadie. Era como si su cuerpo se relajara, como ai estuviera feliz. Ahí decidí que tenía que separarlos o llevármela a mi terreno.

- Mamá va a llegar pronto - no lo sabía pero me molestaba su cercanía.

- Entendido - contesta Zoe a mi comentario.

Ella se giró y besó los labios de mi hermano para después levantarse y marcharse sin decir nada más.

Zoe.

Llegué a casa sobre las siete. Mi madre estaba en el salón con una taza en las manos. Daba pequeños sorbos nerviosos mientras ojeada una revista,  aunque más que ojearla parecía estar perdida en sus pensamientos.

- Ya me han contado - digo rápidamente.

- Sí - susurró tranquila.

Me acerqué y me senté en una de las sillas.

- Sigo pensando que te hubiera dicho si te hubieras ido con él - comentó y pasó una de las páginas.

- No lo sé, tal vez me diría que era un viaje de empresa o que había pedido unas vacaciones.

- Claro. - Aún no me había mirado -. Tal vez quiso llevarte con tanta persistencia para evitar problemas.

- Puede ser.

Nos quedamos en silencio mientras reflexionábamos sobre el tema. Suspiré cansada y me dirigí mi habitación. Me tumbé eni cama y cerré los ojos.

Una música sonó. Me sonaba de algo, en ella había notas de guitarra, de pianos, una batería... Abrí los ojos de forma perezosa y cogí el móvil. Paula me estaba llamando.

- Hmmm - contesto.

- ¿Zoe? ¿Tienes metido un calcetín en la boca?

- No, estoy dormida.

Escuché una risa y yo rodé los ojos.

- Bueno, dejando aparte tu voz de camionero, ¿estás lista?

- ¿Lista?

- Claro, para la cena.

Me senté en la cama y miré el reloj, eran las nueve.

- ¿Qué cena? - pregunté mientras me iba arrastrando hasta la orilla de la cama.

- Pues, ayer quedamos en ir hoy a cenar.

- Mierda.

Tiré el móvil por la habitación y corrí al armario. Me vestí corriendo y me preparé en cuatro minutos. Era mi record hasta ese momento.

¿Quererlo? No lo sé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora