Tiempo después
— ¡Christian! ¿Por qué no despiertas? Tengo listo el desayuno.
Tocó la puerta por vigésima vez, pero yo quería seguir durmiendo. ¡¿Cuál era el afán de levantarme a las 9 am un sábado?! Ya ni siquiera estaba trabajando, y poco era lo que escribía. No sé qué me estaba pasando.
Después de media hora bajé a desayunar por mi cuenta (ya que Ryan, después de tanto tocar la puerta, hizo que el sueño se me quitara).
— Creí que nunca saldrías de tu cueva. –Puso a la mesa un plato con un exquisito desayuno.– Te prepararé unos nuevos waffles, porque los que te había servido ya me los comí.
— ¿Cómo comes tanto y no engordas? –Dije mientras tomaba asiento a la mesa del comedor.–
Estos días Ryan había sido muy atento conmigo: Me hacía el desayuno, hacía mi cama y siempre me preguntaba si podía hacer algo por mí. Era bastante cómodo vivir así, pero no era para lo que había venido a vivir conmigo.
— Buen provecho. Yo iré a lavar los platos que usé...
— ¡Espera! Ryan... Quiero hablar contigo.
— ¿Qué sucede?
— Toma asiento. –Le señalé la silla a mi costado y suspiré, entrelazando mis dedos sobre la mesa. ¿Cómo podría persuadirlo?–
— ¿Qué sucede? –Volvió a repetir mientras tomaba asiento y mantenía fijada su vista en mí.–
— ¿Qué es lo que quieres para tu futuro, en realidad?
— Christian, creo que olvidas que estás hablando con tu hermano, y no algún empleado tuy...
— Creo que olvidas que no tengo empleados. –Llevé un pequeño bocado de comida a mi boca, y apuré a mascarlo para poder seguir hablando.– Sólo me estoy preocupando por ti, Ryan. No tengo intención de molestarte. Es más... puede que hasta te pueda ayudar.
— Es que nadie entiende... –Dijo mientras se revolvía en su asiento, incómodo, desviando la mirada en dirección a la cocina.–
— Yo quiero entenderte.
— No lo creo...
Inmediatamente se puso de pie, sin siquiera dirigirme la mirada, y fue hacia el objetivo que tenía desde ya rato, huyendo de mi vista reprobatoria, pero comprensiva. Dejé mi comida casi intacta, y fui hacia donde se había dirigido. Estaba lavando con rapidez vasos y platos, queriendo terminar pronto, pero sin la eficiencia suficiente.
— Sé que tienes miedo... Todos lo hemos tenido alguna vez...
Al apoyar mi mano derecha en su hombro izquierdo se detuvo, apretando sus labios. Volteó a mirarme, y sólo volvió a bajar la mirada. Sabía que tenía razón.
— No quiero arruinarlo todo... –Murmuró, lavándose las manos y retirándose del fregadero.–
— Por eso papá quiere que estudies lo que él estudió, sino cualquier otra persona hará lo que quiera con la empresa... Y quien mejor que tú para impedirlo.
Levantó a mí la mirada nuevamente, pero esta vez esbozando una ligera sonrisa. Creo que había sido sencilla esta batalla.
— Lo tendré en cuenta... Gracias, Grey. –Sacó su celular. Era Stefan.– Había olvidado decirte... Saldré con Stefan y Destin... Digo... –Rió nerviosamente mientras salía rápidamente.– Con nadie en... especial...
Suspiré. Ya no había pensado en aquel tema...
— Tranquilo... –Sonreí, algo forzadamente.– Ve...
ESTÁS LEYENDO
FAKE
Teen FictionChristian Grey es conocido por ser un atractivo y adinerado escritor, con una vida envidiable. Pero no siempre fue así. Cuando sólo era un niño le arrebataron lo más preciado de su vida sin saber el porqué. Tuvo que fingir ser quien no era, y adapta...