capitulo 2

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Evelyn...

Al despertar de mi sueño, lo primero que note, fue que las mantas que me cubrían olían a hombre. Abrí rápidamente los ojos y todo a mi alrededor estaba oscuro.

¿Qué me paso? ¿Dónde estoy?

Lo último que recordaba era, que estaba escapando de mis guardaespaldas y corría a la casa de mi mejor amiga, Sasha. Estaba en la esquina de su calle, cuando sentí que me tomaban por los brazos unas enormes manos. Luego sentí que me ponían un trapo húmedo en la boca y la nariz. Aspire desesperada por aire, luego me relaje en cuestión de segundos y caí en la oscuridad.

Nunca tuve miedo en toda mi vida y para ser realmente honesta, esta era la primera vez.

Pego tremendo salto cuando escucho que la puerta se abre.

Putamente increíble, el bastardo de mi secuestrador está acá. ¡¡¡Hurra!!!. ¿Ahora que? ¿Me va a matar de hambre? ¿Torturarme? ¿Dios? ¿Tanto me odias?

Con un minúsculo click, toda la habitación quedó iluminada. La luz me dejo ciega.

¡¡¡Mierda!!!. Hijo de puta. ¿Qué le costaba avisar?

Comencé a abrir lentamente los ojos, hasta que se acostumbraron a la luz. Recorrí la habitación en busca de mi secuestrador. Estaba sentado en un sillón con tapizado color rojo, un hombre, con piel dorada, ojos marrones como el chocolate, pelo castaño con destellos rubios creo, un poco largo, con jopo y peinada para atrás. Los rasgos de su cara eran perfectos, pómulos altos, barbilla cuadrada,con una barba de candado, labios con los justo de rellenos. Con unos brazos musculosos y con tatuajes de manga entera en ambos brazos. Llevaba una simple camiseta blanca que le quedaba como un guante, marcando todos y cada uno de sus músculos. Vestido con unos ajustados pantalones negros y unas Vans rojas. Mi secuestrador media alrededor de 1,90 aproximadamente. Lo repase una y otra vez y hasta lo viole con la mirada, hasta que soltó un gruñido animal, que me sobresalto e hizo que lo mirara, a los ojos esta vez. Me observó con una mirada penetrante y dijo entre dientes con la mano derecha cerrada en un fuerte puño.

-¿Podrias dejar de mirarme como si fueras a comerme?- Rodé los ojos para ocultar la vergüenza de ser atrapada, e hice lo que me pidió.-Gracias.

Dios, que sexy es este dios griego.

Todo el miedo que sentí antes, se esfumó mágicamente en el momento que lo vi.

¿por que a mi justamente me tenía que secuestrar alguien tan sexy como él?

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¿por que a mi justamente me tenía que secuestrar alguien tan sexy como él?

Me perteneces. [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora