Capitulo 20

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Evelyn... 

(dos días después)

--Confiesa la verdad y podrás tener tu libertad de vuelta.--le dije mientras le apuntaba con el dedo, él solo siguió callado y me ignoro.--Esta bien, no quería llegar a tanto, pero las circunstancias me obligan a hacer ciertas cosas que no quiero.--le digo mientras levanto las tijeras que estaban en la mesa nueva del living, si, nueva, ya que Dylan le echo los quilos a la anterior. Y esta apareció como por arte de magia.

--¡¡¡Espera, espera.!!!--me dice desesperado cuando ve las tijeras en mi hermosa y malvada mano.--¿Que me vas a hacer?--al ver que no me molesto en contestar y miro las tijeras como si fueran los mas interesante del mundo, puedo notar un poco de pánico en su voz.--EVELYN, TE ESTOY HABLANDO. ¿QUE ME VAS A HACER?--me grita esta vez.

--Shhh.--me acerco a centímetros de su cara y lo silencio con el dedo.--Vas a estar bien...siempre y cuando confieses.-- Al escuchar mis palabras trata de zafarse de la silla en donde esta atado, pero no funciona. Ate muy bien las corbatas. Acerco las tijeras a su pantalón y ahora su cuerpo se sacude con mas fuerza que antes.

Bueno, antes de seguir, se deben de estar preguntando ¿Que mierda paso acá? o también, ¿Como mierda llegaron hasta esto?

Dejenme contestar todas sus preguntas. Él, el muy desgraciado, mal nacido, este perro, me volvió a robar. Así que hoy cuando se quedo dormido en la silla de la cocina, aproveche y lo ate a esta, con miles de corbatas de Dylan.

Ahora se deben estar preguntando, ¿Y que paso con el plan de hacerte su amigo y así escapar?

Bueno, se fue a la mierda cuando me robo a mi bebe. Nadie me roba la comida y vive para contarlo. Esperen, eso sonó medio mafioso, mejor digamos, nadie me roba la comida sin pagar las consecuencias. Bien, eso me sonó menos a asesinato y mas a venganza.

Algunas de ustedes también se deben deben preguntar, ¿Como se pudo quedar dormido en la silla de la cocina, así como si nada?

Bueno, encontré en el baño de Dylan unas pastillas para dormir, así que molí algunas y las puse en la jarra de jugo de manzana que hay en la heladera. Yo casualmente, y como toda persona bondadosa que soy, le ofrecí un poco de jugo. 

Y así, básicamente es como terminamos acá.

Esperen, algunas de ustedes se deben de preguntar, ¿Y para que las tijeras, chica? o también, ¿Le vas a cortar el pito con eso?

Tranquilas mis babys, no se lo voy a cortar, no quiero hacer un enchastre con su  sangre. Me da paja limpiar.

Bueno, entonces sigamos con mi malvada venganza.

--Para que esto se detenga, solo tenes que confesar la verdad.--le digo mientras empiezo a cortar sus pantalones por la mitad, primero una pierna, y después la otra.

Wow.

Creo que a caperucita roja se le perdió el lobo.

--No voy a confesar por un crimen el cual no cometí y del que se me acusa sin ninguna prueba valida.--me dice con suficiencia.--Ni siquiera se de que se me acusa.

Me lo quedo mirando un momento con mi mejor cara de "¿En serio?"

--¿Me estas diciendo que, vos no me robaste el sándwich vegetariano que deje arriba de la mesada de la cocina, en el día de ayer, a eso de las 12:35 pm?--se queda callado.--Contesta.--silencio.Suspiro.--No quería llegar a esto.

Tomo la cinta scotch ancha que también estaba arriba de la mesa, corto con mis dientes un pedazo de esta. Nicolas al ver la cinta no sospecha nada. Pongo el pedazo de cinta en su peludo muslo y es ahí, cuando empieza a gritar.

Me perteneces. [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora