Capitulo 27: sanar.

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EVELYN

Sanar no es fácil, tanto físicamente como sentimentalmente. Hace ya 2 meses me habían disparado y sin mentir fueron horribles y hermosos momentos al mismo tiempo. Por un lado tuve abundante dolor y la cicatrización no fue para nada fácil, debido a mi anemia la sangre no coagulada correctamente y eso hacía que cueste el doble que la herida se cierre y por otro lado, Dylan me cuido como una verdadera princesa, desde hacerme masajes, hasta incluso bañarme y alimentarme. Cada momento juntos lo aproveché al máximo, hasta el punto de suplicar que nunca de acabara.
Mirábamos películas, jugábamos a la xbox, leíamos juntos, simplemente perfecto.

¿El problema? Me estaba enamorando, eso sí es que ya no lo estaba.

¿El otro problema? Para el mundo yo seguía secuestrada.

¿El otro problema aun peor? Yo estaba ahí por mi propia voluntad. Pues una semana después de que me sacaran la bala, Dylan se ofreció a llevarme con mi papá y entregarse á la justicia por mi secuestro, pero me negué totalmente. No iba a dejar que se entregue ni ahora ni nunca.

Ahora estamos mirando una película romántica acurrucados en la cama y los protagonistas se están por besar. Muero de ganas por besarlo pero desde que salí del hospital no me quiso tocar ni un solo pelo y no tengo idea porque.
Lo miro, tan perfecto, concentrado en la película, con su barba de una semana, sus labios carnosos...y pienso...es ahora o nunca. Lo agarro de la cara con ambas manos, hago que me mire y le doy un beso de sorpresa. El primero lucha para liberarse pero yo me niego a romper el beso ,en cuestión de segundos me devuelve el beso con mucha más intensidad.

Nuestras bocas bailan. Bailan un sexual ritmo que solo hace que quiera comerlo entero. No tolero las ganas que tengo de tocarlo y mis manos van por si solas a él, primero lo toco por arriba de la remera, pero no me basta, necesito más, mucho más. Rápidamente le levanto la remera y acaricio su cuerpo, con caricias suaves.

Dios. Esto es tan rico. ¿Como no lo hice antes?-- Pienso en mi cabeza.
Estoy buscando los botones de su pantalón y acaricio su dureza. Aprieto las piernas. Apenas logro desabrochar un botón él me saca las manos de su pantalón y deja de besarme. Lo miro excitada y decepcionada al mismo tiempo.

--No podemos hacer esto...-- dice apoyando su frente en la mía. Parece muy enojado.

--¿Por que no?--pregunto, igual o más enojada que el.

--No te quiero obligar a nada, Evelyn.--dice y se aleja.

--Pero no me estás obligando, yo quiero esto al igual que vos o quisas más...--digo triste y agacho la cabeza.

El me mira por un minuto el cual parece una eternidad.

--Por favor, no lo pienses tanto y déjate llevar.--le suplico con la mirada.

--Pero todavía no estás completamente bien despues de la operación. Te puedo lastimar y es lo último que quiero, es mejor esperar más tiempo...

En este momento estoy puteando a la maldita bala por la cual estoy así. Si espero un solo segundo más, creo que podría volverme virgen otra vez. Necesito que me sacuda como alfombra vieja.

--¿Puedo intentar algo? Prometo que no me vas a lastimar. -- el lo considera y termina aceptando.-- necesito una corbata y que te acuestes en la cama.-- el obedece, me alcanza la corbata y se tumba. Miro su cuerpo, es tan lindo. ¿Dónde hay una camara cuando se la necesita?

Agarro la corbata y le ató las muñecas al respaldo de la cama, mientras él me mira con unos ojos llenos de intriga.

--Dejate llevar.--le digo sonriendo.--Te prometo que esto te va a gustar. 

Le levanto la remera hasta el punto de taparle los ojos, el sonríe. Subo sobre él, y empiezo a besarle el pecho, le pasó la lengua y le doy mordiditas, el se extremece debajo mío, puedo escuchar su respiración agitada llenar la habitación, su cuerpo huele a jabón y perfume masculino, me encanta. Puedo sentir su exitacion, está muy duro, al igual que puedo sentir mi ropa interior súper mojada. Mis besos van bajando hasta llegar al borde de sus jeans, pasó la lengua en su ombligo hasta llegar al botón de su pantalón. Su cuerpo se tenciona, a la espectativa de mi próximo movimiento.

--¿Te gusta recibir sexo oral bebé?--le pregunto jadeante.

--Mucho...--deja escapar mientras apreta los dientes con mucha fuerza.

--Entonces vas a disfrutar mucho esto...--le susurro y acto seguido le desabrochó el jeans, el me ayuda levantando su cadera para que se los pueda bajar.

Ay, por dios, que pedazo de carne tiene. Lo mire muy asombrada. Es el hombre burro.

Agarre su sexo entre mis manos, podía sentirlo latir como si fuera un corazón, le acerque despacio y pase mi lengua por su cabeza, sentí el sabor de su liquido preseminal, un poco salado pero me gustó. Poco a poco fui metiéndolo en mi boca mientras succionaba, lo mordi suavemente y Dylan grito un fuerte "MIERDA"

--Evelyn, si no me desatas, te prometo que te va a salir muy cara está travesura.--me amenazó.--Ya no puedo seguir con esto.

Apreté fuertemente mis piernas, mi sexo palpitaba fuertemente, ya no podía soportar más la abstinencia.

--No puedo, bebé.--le dije y me levante. Empecé a desvestirme.--Tanto vos cómo yo necesitamos esto.

Mientras él seguía en la misma pose me subí sobre él, con mis piernas a cada lado de su cadera, agarre su sexo entre mis manos y frote su cabeza en mi humedad. Suspiré de alivió, mordí mis labios para no gemir. Introduje su dureza dentro mío muy despacio, se sentía muy incómodo, hace tanto que no tenía sexo que no estaba muy apretada, y al principio se sentía doloroso. No era broma lo de volverme virgen otra vez. Una vez lo tuve completamente dentro mío, trae de moverme pero seguía sintiendo la incomodidad.

--Estoy muy apretada.--le digo-- Así que quédate muy quieto y déjame a mi moverme despacio.

El estaba mordiendo sus labios al punto que creí que iban a sangrar.

--Evelyn, no quiero sonar como un eyaculador precos, pero tengo tanto semen en mis huevos que no creo durar mucho.--me dice y suena avergonzado.

Empiezo a acariciar mi clítoris para hacerme dilatar mejor, se siente tan bien, que la incomodidad se va, de repente tengo la necesidad de moverme, primero despacio pero de a poco cada vez más fuerte. Lo estoy cabalgando y se siente tan increíble, soy una jineta. Miro a mi semental y puedo ver qué lo disfruta de la misma forma que yo pero que también está sufriendo, se está conteniendo para no acabar.

Puedo sentir como mi cuerpo empieza a encaminarse al orgasmo, hacelero mis movimientos, frotando mi clítoris con su pelvis. Dios se siente increíble.

--Estoy por acabar...--le susurro jadeante. Él aprieta su cuerpo y lo escucho gruñir, está acabando.

Me muevo lo más rápido que puedo y consigo mí tan grandioso éxtasis, dejo de respirar por un minuto, o quizás más. Nunca dure tan poco en la cama, siempre me costó llegar al orgasmo, pero bueno nunca pase tanto sin coger, quizá por eso llegue tan rápido.

Me tumbó sobre Dylan, apenas podemos respirar, el sigue dentro mío y puedo sentir su semen dentro mío. Su transpiración se mezcla con la mía, mientras de fondo sigue la película que pusimos y no miramos. La habitación huele a delicioso sexo y me encanta.

Me levanto para desatarlo y bajarle la remera, puedo sentir su semilla chorrear por mis muslos. Él me mira, de repente me tumba en la cama y se sube sobre mí. Empieza a besarme, suaves y profundos besos, como los de una pareja perdidamente enamorada.

Estoy segura que estoy enamorada de Dylan, pero mi corazón se hace una misma pregunta una y otra vez.

¿Este hermoso y perfecto hombre de esta enamorado de mi de la misma forma que yo lo estoy de el? ¿O esto solo es un pasatiempo mientras estoy acá?

Alguien golpea la puerta fuertemente y todo se acaba...

Ese momento que teníamos, dónde creí que todo iba a ser perfecto y hasta me idealice pasar todos los días estando juntos así se acabo.

Porque las mentiras tienen patas cortas, y habían descubierto la nuestra.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2022 ⏰

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