Capitulo 9.

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Evelyn.
 

No me quiso dar explicaciones, no me quiso mirar ni a la cara. Simplemente salio del baño cerrando la puerta de un fuerte portazo. 

Quiero llorar. Pero, a la vez, ser esa  mujer fuerte, que se, que soy. La gente cree que soy una nena de papi, que no se toma nada en serio, que soy una hueca con una tarjeta de crédito en la mano. Pero, la realidad es otra. 

Trato de no tomar nada en serio, para que nada rompa mi burbuja. En mi perfecto mundo, mi papá, no es corrupto. No estoy secuestrada. No estoy asustada. No extraño a mi papá. No estoy a dos segundos de romper en llanto. En mi perfecto mundo, estoy de vacaciones. 

Me acuerdo, que cuando tenia como siete años, me había ido todo un fin de semana a la casa de mi tía, me fui un viernes y tenia que volver el domingo. ese domingo a la mañana, mi papá me había llamado para decirme que mis perros habían muerto, yo solo me reí y le colgué. Mas tarde ese día, al llegar a mi casa, busque como loca a mis perros. Los llamaba a los gritos "TOBY"  "TOMY". Pero nunca escuche sus ladridos como siempre se escuchaban cuando gritaba su nombre.

Ese par de gran daneses, hacia que estar sola en la casa, doliera menos. Eran mis mejores amigos, mis confidentes, los hermanos que no tenia.

Cuando tenia una pesadilla o había una tormenta, yo solo los abrazaba con todas mis fuerzas y se me pasaba el miedo. Mi papá nunca estaba para consolarme cuando eso pasaba, pero tenerlos a ellos, hacía que no me sintiera sola en esta mundo.

Cuando encontré el lugar en el patio, donde enterraron a mis amigos, me puse a escarbar con las manos sin importarme nada. El jardinero Mario, me encontró tratando de desenterrar a los perros y me detuvo. Yo lloraba y gritaba como loca, él solo me metió a la casa y me abrazo. Mi papá no estaba para poder abrazarme.

Nadie podía sacarme el dolor en el pecho. 

Desde ese día, no me aferre a nada ni a nadie. Desde ese día, solo fui Evelyn contra el mundo. Y planeo que siempre sea así.

Yo contra el mundo.

Los golpes en la puerta del baño, hacen que deje de recordar. Me toco la cara y me doy cuenta de que esta bañada en lagrimas. ¿En que momento me puse a llorar?

--¿Pensas salir algún día del baño?--pregunta Dylan fríamente desde el otro lado. 

--S-si v-voy-tartamudeo. Que estúpida que soy. Me ajusto la toalla alrededor del cuerpo y salgo.

En la habitación no hay nadie. Veo que sobre la cama hay un par de boxer color gris y una camisa del mismo color. Me seco con la toalla y me pongo la ropa, pero al boxer me lo tengo que enrollar para que no se me caigan. 

Entonces me acuerdo que quiero orinar. Entro al baño, hago mi asunto y salgo una vez mas. La habitación sigue vacía, miro la puerta, me acerco a esta, tomo el picaporte con la mano izquierda, estoy por girar el picaporte y abrir la puerta, pero esta se abre sola, sin que yo mueva siquiera un dedo. Me hago para atrás antes de que la puerta me de de lleno en la frente. Toda una hazaña.

Cundo se termina de abrir la puerta, puedo ver a Dylan, mirándome con su usual cara de ojete. 

¿Por que no me sorprende?

--Seguime, no tengo todo el día para vos.

Yo solo asiento como esos perritos de los autos que siempre dicen que "si" con la cabeza.

Salimos de su habitación al pasillo. Caminamos por este, el delante mío, en silencio hasta que el cara de ojete lo rompe.

--Vas a limpiar toda y cada una de las habitaciones de mi piso. No vas a intentar escapar, todo el lugar esta asegurado, nunca podrías tener contacto con el exterior, a menos que yo te deje. Y créeme que, eso nunca va a pasar.--me informo, frío e indiferente.

Me perteneces. [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora